Sin duda uno de los mayores placeres del mundo es comer. Pero, si vamos más allá, nos atreveríamos a decir que no hay nada mejor que disfrutar de un buen queso. Es una elaboración que se ajusta a todo tipo de paladares. Para aquellos que prefieren sabores suaves y delicados, hasta llegar a otros más intensos y fuertes como el queso de Cabrales.
Un queso de origen asturiano
El Queso de Cabrales es un queso tipo azul que se elabora en el Principado de Asturias, concretamente en el Concejo de Cabrales y los pueblos de Caravés, Oceño y Rozagás, de Peñamellera Alta.
Se trata de un queso natural elaborado artesanalmente por los propios ganaderos. Para prepararlo se utiliza leche cruda de vaca o bien con una mezcla de dos o tres clases de leche: vaca, oveja y cabra. Toda la leche utilizada en la elaboración de este queso procede exclusivamente de ganaderías establecidas en la zona de producción y controladas por el Consejo Regulador.
Una vez que se ha finalizado todo el proceso para elaborar el queso, se traslada a cuevas naturales, situadas en la montaña, para llevar a cabo su proceso su de maduración que oscila entre 2-4 meses.
Es importante mantener unas condiciones óptimas, como la humedad y la temperatura, que favorezcan el desarrollo de mohos del tipo penicillium en el queso durante la maduración. Esto aporta al queso las características zonas con vetas de color azul-verdoso. Su sabor se caracteriza por ser ligeramente picante.
Cuando el queso ha alcanzado su punto de maduración, se envuelve en papel de aluminio de color verde, acompañado de una etiqueta del fabricante y otra del Consejo Regulador. Esta está compuesta por una banda roja flanqueada por dos bandas verdes junto con el logotipo del Consejo Regulador y la numeración correspondiente. Solo los quesos envasados con estas características son aquellos que tienen D.O.P.
Curiosidades sobre el Queso de Cabrales.
Antiguamente el queso de Cabrales se envolvía con hojas de plágano (arce blanco). Era una forma económica de envasarlo, pero no reunía las condiciones sanitarias adecuadas para el consumo posterior. Además, favorecía el posible fraude ya que se podía envolver cualquier tipo de queso azul y venderse como si fuera queso de Cabrales.
Las cuevas naturales de maduración son de uso individual o colectivo. El uso de la cueva e incluso la colocación de los quesos dentro de esta, se transmiten de generación en generación.
Existen ciertas creencias totalmente falsas e infundadas que dicen que el queso Cabrales tiene que tener gusanos, o que se cura entre estiércol, etc… Leyendas urbanas que surgen a raíz del desconocimiento sobre su proceso de elaboración.
El último domingo de agosto, cada año, se celebra en Arenas de Cabrales el Certamen del Queso de Cabrales. Se trata de una exposición donde los artesanos productores de este queso presentan sus productos. Además, tiene lugar un concurso donde se elige el mejor queso y el mejor lote. En 2016, el queso premiado alcanzó en subasta un valor de 11.000€, el más elevado hasta la fecha.
El queso de Cabrales se puede disfrutar de muchas maneras, puesto que admite ser utilizado en una gran cantidad de recetas y elaboraciones. Pero, sin lugar a dudas, una de las mejores maneras de degustarlo es acompañado de dulce de manzana de sidra… Un manjar absolutamente espectacular.