Cada vez que tenemos una comida con más gente de la habitual en casa es probable que queden sobras. Si estás en casa de tus padres y sois varios hermanos te tocará a repartir, así que más vale que estés avispado. Si es en tu casa, hay una ley no escrita de que puedes quedarte con todas las sobras, aunque solo hayas puesto las sillas y la mesa. En ambos casos, tendrás que dedicar un poco de tiempo a almacenar correctamente y a recalentar como es debido estos tuppers que pueden salvarte una comida, varias, y cualquier resaca. Te contamos algunos trucos para aprovechar las sobras como un maestro hostelero.
Saca partido a tu refrigerador
Tu refrigerador no enfría igual en las baldas de la puerta que en el cajón de la verdura. Trata de almacenar las sobras en la parte más fría para preservarlos en las mejores condiciones de cara a consumirlos en el mismo día o el día después. Probablemente, tu frigorífico ofrece buenas condiciones para mantener tu comida libre de bacterias. Sin embargo, si ves que vas a tardar más de un día más en comerte las sobras, congela, especialmente si hablamos de pescados o mariscos. En el caso de productos como unas lentejas, puedes consumirlas incluso dos días después de cocinarlas.
En cualquier caso, recuerda esperar a que los alimentos estén más o menos a temperatura ambiente antes de meterlos en frío. Una vez alcanzada la temperatura, introdúcelos en recipientes aptos y limpios para almacenarlos o utiliza film transparente. Una forma efectiva para asegurar que queden lo más libres de contaminantes que sea posible y para prolongar su consumo es envasarlos al vacío con una envasadora. Con esta técnica, incluso, puedes aprovecharlos para cocinarlos tal cual cuando decidas consumirlos.
El arte de congelar
Si puedes, congela mejor en pequeñas porciones para controlar las cantidades de manera más eficiente. Que no tengas que descongelar una bandeja de callos para ocho personas si vives solo. Trocear los alimentos para que ocupen menos en el congelador tiene además otra función: aprovechar al máximo el espacio. Cuidado con tratar de ocupar hasta el último rincón del congelador porque obstaculizarás que el aire circule como debe en detrimento de la efectividad del electrodoméstico. Quizá esos cubitos de hielo que atesoras desde tu última fiesta en casa hace dos años ya no hacen falta, asúmelo.
No la líes tampoco dejando al fondo los alimentos que llevan congelados más tiempo. Recolócalos y ponlos al principio para consumirlos antes. Y aunque sabemos que puede dar pereza, es muy útil etiquetar la comida. Escribe la fecha de congelado y qué es en cada paquetito que hagas.
No todo vale para aprovechar sobras
No almacenes ensalada que esté aliñada. Va a ocuparte un sitio precioso en tu frigorífico pero es más que probable que esté incomible por la vinagreta pasadas unas horas. Te dará pena tirarla y pasará a ser uno de esos objetos que formen parte del espacio hasta que se pongan negros y ya tengas que tirar hasta el recipiente que lo contenga.
Recalentar sobras: guía rápida pero efectiva
Las sobras molan. Reconforta saber que te ha quedado un poco guardado en el frigorífico de ese plato especial tan bueno. Y más todavía saber que por un día tienes la comida hecha a falta de darle un calentón: eso son 30 minutos más para dormir, mínimo. Dicho esto, aprovechar las sobras para que queden lo mejor posible no es tan fácil como cabría esperar, pero te ayudamos a conseguirlo en estos consejos rápidos.
Recalentar sopa, salsas y guisos: mejor en cazo
Para todo aquellos que hayan tenido sopa de pescado de primero estas fiestas y platos con salsa, en general, un cazo o cazuela es el mejor apaño. Probablemente vas a necesitar añadir un poco más de agua para compensar el líquido que se evapore durante la cocción, eso sí. Pero puedes ir probando el sabor en el proceso y el calor se repartirá de manera uniforme.
Sartenes para aprovechar al máximo las sobras
Puede funcionar bien para carnes y pescados en salsa, aunque hay que estar pendiente para que no queden excesivamente secos. Verduras y similar salteadas, por supuesto, también funcionan bien en sartén. Bonus track: la sartén es la mejor forma que conocemos para recalentar pizza de forma rápida y que recupere al menos parte de su ser crujiente. Ponle tapa para que el queso se funda. Si tienes a mano un horno de sobremesa, también puedes usarlo para un mejor acabado.
La pasta también se puede calentar sin problema en la sartén. Añadir un poco de aceite de oliva ayudará a que quede suelta. Como en el resto de platos, tenemos que estar pendientes para que no se caliente de más y quede reseca. Si tiene gratinado, nada como el horno.
Recalentar en el horno
El horno es una de las formas preferidas para recalentar sobras, y no en vano. El resultado suele ser similar al plato original. Es verdad que puede llevarte más tiempo y hay que estar pendiente de no resecar. Pero te ofrece un calor uniforme y es la mejor opción si hay bastantes sobras de comida o un plato para varias personas. Puedes recalentar varias recetas utilizando las diferentes alturas.
Para preservar que los jugos y salsas se queden en su sitio, cubre el recipiente que vayas a usar con un poco de papel de aluminio. Así no se tostará de más y conservará mejor la humedad. Si tienes un horno de vapor, podrás aprovechar las verduras como si estuvieran recién hechas. Además, funciona estupendamente con las patatas y guarniciones.
Si tienes un horno tipo AirFry, es fácil aprovechar las sobras y darles un acabado crujiente sin tener que añadir aceite o agua de más. Las posibilidades de que queden más que decentes y en poco tiempo son muchas.
Una buena forma de aprovechar las sobras y la propia energía del horno es utilizar el calor residual y las diferentes bandejas del electrodoméstico. Puedes calentar sobras del día anterior e incluso pan para la comida mientras cocinas otros platos o con el calor que permanece en el horno tras cocinar otras recetas.
El microondas: rápido y efectivo
Utilizar el microondas para aprovechar las sobras es un clásico y de los buenos porque vale para prácticamente todas las recetas. Conocer bien las muchas opciones que ofrecen ahora los microondas te va a ayudar a conseguir un mejor resultado, eso seguro. ¿Que vale con darle a un botón? Pues sí, pero si ajustas pesos, opciones como gratinado, etc. el resultado será mucho más satisfactorio. De primeras, además, la rapidez del microondas se come al resto de los electrodomésticos, pero todo depende del tipo de alimento que queramos recalentar.
El clásico apaño de introducir un recipiente con un poco de agua para mantener la comida jugosa suele funcionar. Y por último, aunque es verdad que los microondas descongelan de miedo, no abuses de esta función.
Reinventa las recetas
Hay determinadas recetas que funcionan regular al ser recalentadas. Para esto, la cocina de aprovechamiento es la clave. Si te ha sobrado pollo en salsa, valora la posibilidad de hacer croquetas con las sobras, algo que se hace en los hogares desde que éramos pequeños. También puedes aprovecharlo para hacer noche de tacos. Misma ley sirve para otro tipo de carnes, especialmente los filetes, que quedan regular si tratamos de recalentarlos y esperar que queden como la receta original.
En el caso de las verduras y guarniciones, puedes añadirlas a pastas y lasañas. Ya tendrías parte o todo el relleno hecho. De la misma forma, puedes usarlos para hacer una quiche o tarta salada y algún que otro sándwich con un golpe de grill.
Aprovechar las sobras no solo es una forma de ahorrar tiempo y dinero. Desperdiciar comida y energía es una auténtica lástima y no deberíamos permitirlo en nuestros hogares siempre que sea posible, por una conciencia global y social, y porque podemos hacer recetas deliciosas con un poco de ingenio como uno de los ingredientes principales de los platos.