Pensar en una cocina sin azulejos nos sigue costando trabajo a todos. Luego bien que nos gusta, porque claro, la cuestión estética en los ejemplos que podemos ver es tan variada y tan personalizable que es difícil no proyectar nuestra propia cocina con un aire completamente nuevo. Las cuestiones más prácticas, como la limpieza, son las que en realidad suelen plantearnos más dudas, pero los beneficios de usar otros materiales para revestir la cocina son muchos y una cocina sin azulejos, es posible.
Los azulejos nos dicen adiós
No se trata de un capricho que obedece simplemente a criterios estéticos: el azulejo se ha ganado su hueco como material estándar en cocinas y baños. La limpieza fácil, su resistencia y durabilidad en general han sido sus señas de identidad durante mucho tiempo, sin que los costes fueran necesariamente una ventaja.
Y también podemos contar como desventaja su pronto «envejecimiento». Y es que el azulejo es uno de esos materiales que ya se quitan por cansancio. Aunque es cierto que hay colores o diseños que intentan agarrarse algo más a las diferentes modas, la mayoría de opciones aterrizan en las paredes sin fecha de caducidad.
La renovación de una estancia es mucho más cómoda si utilizas materiales como la pintura, la cual permite cambiar el diseño sin grandes obras. Cambiar la decoración de tu cocina puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza si hay azulejos de por medio. Si a todo esto le sumas las nuevas tendencias de espacios abiertos, el resultado es un cóctel perfecto en el que cada vez son más las cocinas que no llevan azulejos.
Alternativas de una pared sin azulejos
La pintura como opción la tenemos clara, pero no es la única posibilidad para quitar azulejos de la cocina. El microcemento, el panelado o el revestimiento vinílico son otras alternativas que debes conocer. Pero no nos adelantamos y vamos paso a paso:
Pintura
Es uno de esos materiales que más terreno le está ganando al azulejo. La sencillez de hacer un lavado de cara aplicando un nuevo color, dado el gran abanico del que se dispone, facilita mucho la decisión a la hora de decantarte por esta opción. Este acabado, muy económico, ha subsanado uno de sus grandes puntos débiles: la limpieza.
Si bien eran muchos prefieren el azulejo por razones de comodidad a la hora de limpiar, la pintura se ha renovado para lanzar al mercado opciones antimoho que evitan hasta la aparición de ácaros. Puedes pintar sobre los azulejos si vas muy justo de presupuesto. Eso sí, tienes que dar producto adecuado para cubrir y poder pintar encima.
Vidrio
Siguiendo por la senda de la limpieza, el cristal es de esos materiales que te permiten tener todo reluciente con muy poco esfuerzo. Lúcido como pocos, suele situarse en la zona de los fuegos y el lavabo, con el fin de evitar salpicaduras en la pared. Su elegancia y seriedad son capaces de revolucionar tu cocina con su simple aparición. Los paneles de vidrio están disponibles en una amplia gama de colores, difícil va a ser que no encuentres alguno que te guste.
Microcemento
Aunque este material dejaba dudas por no ser aparentemente muy duradero, cada vez se ha mejorado más su resistencia. Ahora, tras un lijado similar al del parquet, queda como nuevo y te permite cambiar el diseño de la cocina.
Su gran ventaja es su adaptabilidad, pues se usa, además de en paredes, en suelos y encimeras, aprovechando sus grandes dimensiones. Cuentas con la posibilidad de elegir entre liso o rústico, además de optar por mate, satinado o brillo. Cada vez son más los colores disponibles en esta opción.
Panelado
La naturalidad que transmite este acabado es lo que lleva a decantarse por él a muchas personas. La técnica consiste en revestir la pared mediante paneles de madera tratada para evitar la humedad. Su otra gran ventaja es el hecho de cubrir grandes cantidades de espacio a la vez que se combinan diferentes colores.
Revestimiento vinílico
Enlazando la limpieza del azulejo y la facilidad en su presentación de la pintura, este acabado cada vez está más extendido en las cocinas. Con un grosor que oscila desde uno hasta cuatro milímetros, lo puedes situar encima de materiales anteriores, por lo que evitarías grandes obras. Se trata de PVC y cuenta con una gran variedad de diseños.
Aquí se enmarca el papel pintado, que puedes colocar tú mismo. Puedes jugar con estampados, buscar colores en consonancia con el resto de tu cocina y, en definitiva, personalizar el espacio a tu medida.
Azulejos sí, pero no como siempre
Como en la variedad está el gusto, son muchos los que se decantan por no cerrar la puerta al azulejo a costa de ir restándole terreno dentro de la cocina. Para ello, combinan las baldosas con cualquiera de los revestimientos anteriores.
Lo más frecuente es encontrar el azulejo en la unión de fogones y lavabo, porque por limpieza y resistencia es perfecto para una de las zonas más importantes de la cocina. Cabe añadir que son muchos los que optan por continuar con la línea, dejando una cenefa a base de baldosín a lo largo de toda la habitación.
¿Seguirán las cocinas sin azulejos?
Probablemente, hace medio siglo nadie se imaginaría pintar una cocina. Ni siquiera decorarla a base de madera o cristal. Lo cierto es que los tiempos cambian y la decoración, necesariamente, muta y se adapta a los nuevos espacios y a nuestro gusto. El objetivo aquí es crear una cocina donde estés cómodo y que tu imaginación, mande.