El horno puede llegar a convertirse en uno de tus mejores aliados en la cocina, aunque hay muchas personas que lo utilizan como armario o que no saben sacarle ese máximo partido para realizar comidas deliciosas o incluso para hornear bizcochos.
Es un electrodoméstico que ha evolucionado en gran medida, y esto resulta muy patente al ver como cada vez facilita más el cocinado y, sobre todo, la limpieza. Mantener limpio un horno es fundamental, y es un alivio comprobar cómo se realiza cada vez de manera más sencilla.
Uno de los trucos más importantes tanto para preparar un bizcocho en casa como para que el cocinado siempre quede perfecto es que la bandeja esté bien centrada, de esta forma la cocción será homogénea. Para calcular el tiempo de cocción es muy importante conocer la textura del alimento que vas a cocinar, el tamaño e incluso la cantidad de fibra o grasa que puede tener.
Es importante también recordar apagar el horno antes de que termine el tiempo de cocción. De esta manera podrás utilizar el calor residual que aún queda en él. El horno te proporciona diversas técnicas de cocción y es indispensable en una cocina.
Cómo puedes sacar el máximo partido a tu horno para preparar bizcochos en casa
¿Cuántas veces te ha pasado que tras elaborar la masa para un bizcocho este ha quedado como un mazacote o con buen aspecto pero crudo en el interior? Es habitual que esto suceda cuando cocinas con miedo. Hoy vas a descubrir los trucos para que esto no te vuelva a suceder y hornees los mejores y más esponjosos bizcochos a partir de ahora.
Ingredientes
Los ingredientes más habituales son huevos, azúcar, sal, mantequilla, harina, levadura y algún aromatizante.
- Antes de iniciar el proceso, pesa todos los ingredientes con exactitud y reserva a temperatura ambiente (a no ser que alguno de los ingredientes necesites tenerlo frío).
- Si la receta no te indica lo contrario, el tamaño de los huevos es M, que son unos 55 o 65 gramos por unidad.
- La masa siempre debe contener una pequeña cantidad de sal para realzar el sabor de los dulces. Si el postre requiere mantequilla y la utilizas con sal, puedes evitar añadírsela a la masa.
- Si vas a realizar un bizcocho de chocolate, la forma de potenciar su sabor es con una cucharada de café expresso.
- Lo ideal es utilizar harina de trigo y añadir de forma posterior levadura como impulsor químico. No confundas la levadura fresca de panadería con ésta.
- Puedes utilizar algún tipo de aromatizante en la masa como la esencia de vainilla o ralladuras de lima o naranja.
La masa
La masa debe tener mucho aire si se pretende un bizcocho muy esponjoso. Para ello bate las claras por un lado y las yemas y el azúcar por otro.
La harina ha de estar tamizada correctamente. En caso contrario se requiere utilizar un impulsor químico, en cuyo caso se incorpora con la harina y se tamiza también.
Si no cuentas con levadura química también puedes sustituirla por bicarbonato sódico. Añade una cucharada por cada medio kilogramo de harina utilizados.
Agrega la harina al huevo batido inmediatamente para que no se pierda el aire. Remueve con suavidad de abajo hacia arriba. Ayúdate con una lengua y agrega la harina de manera que se vaya incorporando completamente para que no queden grumos.
El horneado
Cuando la masa está lista, procede a hornear de forma inmediata. Puedes ayudarte con unos suaves golpes al molde antes de introducirlo en el horno, de modo que salga el aire de la masa.
Es conveniente tener el horno precalentado a la temperatura adecuada, generalmente a 180º C. Para que la masa no se pegue debes untar con mantequilla el molde y, posteriormente, espolvorearlo con harina y retirar el exceso con suavidad y boca abajo. Si quieres utilizar el turbo o el aire del horno, es recomendable bajar la temperatura 10º C.
Cada horno funciona de una forma diferente, por ello para regular la temperatura adecuada para preparar un bizcocho en casa, fíjate en si no sube bien por los lados. En ese caso necesitaría más calor. Si sube mucho por el centro necesitará menos.
La regla fundamentar para hornear bizcochos es no abrir nunca la puerta del horno durante el proceso, al menos durante dos tercios del cocinado requerido. Una vez ha pasado este tiempo, puedes abrir la puerta para comprobar el punto de cocción. Pínchalo con un palillo y si el bizcocho está listo, el palillo saldrá limpio. También puedes tapar el bizcocho con papel de aluminio si no quieres que se dore en exceso.
Con todos estos trucos seguro que ya puedes utilizar tu horno para hornear bizcochos y que sean muy esponjosos. Si aun no tienes horno y te gusta la repostería, anímate a comprar tu electrodoméstico para sacarle el mayor partido en todas tus comidas y postres.