Cinco maneras divertidas de enseñar a tus hijos a tener modales en la mesa

21 julio, 2018
Consejos

Los buenos modales y la educación son ingredientes que no deben faltar en la mesa. Estos modales en la mesa se aprenden desde temprana edad y se refuerzan a través de la experiencia. El ejemplo más importante es aquel que los niños perciben en su entorno familiar. Y, en la sociedad actual, marcada por la comunicación tecnológica, un gesto sencillo que puede marcar la diferencia es el de dejar el teléfono móvil fuera de la mesa.

¿Cómo enseñar a los niños modales a través de métodos didácticos y muy divertidos?

5 ideas originales para enseñar buenas costumbres

1. Un ejercicio de role playing con personajes en torno a la mesa. En esta dinámica de grupo, cada participante adopta un rol establecido de antemano a partir de una situación sencilla de la rutina cotidiana. Una de las ventajas de este juego es que fomenta la empatía y la inteligencia social gracias a una situación simulada que conecta con la realidad misma.

2. Elaborar un mural infantil sobre esta temática. Para ejercitar los buenos modales, en primer lugar, los niños tienen que tener una información clara y directa sobre cuáles son esos principios que se deben aplicar. El mural es una manera visual de organizar el contenido en torno a este tema por medio de la combinación de textos e imágenes.

Este ejercicio puede ser un medio creativo para compartir en familia. Pero, además, también es una actividad que incrementa la creatividad infantil y el trabajo en equipo. Busca un lugar destacado para situar este mural y, de este modo, volver a consultarlo para repasar algunos de los datos presentes en él.

3. El cine infantil es pedagógico. Una película también puede ser utilizada como un elemento instructivo para transmitir un mensaje. En ese caso, puedes identificar escenas de películas que sean un buen ejemplo de esta temática. Por ejemplo, Shrek 2 muestra una divertida escena en la que Shrek y Fiona protagonizan un plan de sobremesa con sus suegros.

En torno a las distintas escenas de películas infantiles que has seleccionado, puedes comentar el contenido de las mismas con tus hijos, por medio de un lenguaje sencillo y adaptado a su edad. Este tipo de herramienta pedagógica es recomendable porque es visual. Y el cine tiene una conexión continua con la propia vida.

4. Ambientación temática. Puedes reforzar el atractivo de la mesa por medio de una decoración infantil que guste mucho a tu hijo. ¿Cuál es su película preferida? Entonces, puedes elegir detalles con motivos decorativos que representen la esencia de esa historia. Por ejemplo, los vasos, las servilletas y los platos. ¡A tu hijo le encantará la experiencia de sentirse parte de su película preferida!

Prepara un plan especial para disfrutar en familia durante el fin de semana y, en este entorno de disfrute, pon especial importancia en el valor de los buenos modales. Si te apetece, fotografía algunas imágenes de la mesa cuando ya esté decorada.

Estas imágenes también pueden ser perfectas para completar el mural sobre la temática de los buenos modales del que hemos hablado antes. Y, de este modo, conseguirás poner en relación diferentes propuestas, reforzando el poder pedagógico de cada una de ellas.

Además de poner una atención especial en la decoración, también puedes recurrir a la cocina, ya que algunos programas, como MasterChef Junior, muestran cómo este proceso creativo gusta mucho a los niños. Por ello, puedes elegir un libro de recetas infantiles para cocinar en familia.

5. Crea un decálogo en el que enuncies de manera breve, sencilla y clara cuáles son los principios básicos que deben seguirse en la mesa, en relación con la posición que ocupan los distintos elementos y la actitud adecuada de los comensales.

Puedes crear un juego de preguntas y respuestas en el que participe toda la familia. Aquel que acierte más respuestas disfrutará de un premio establecido previamente. Por ejemplo, su postre preferido.

El poder del juego es instructivo, porque los niños tienen la predisposición del entretenimiento en la asimilación de las nuevas ideas en torno a esta cuestión práctica y vivencial.

Las buenas costumbres nunca deben pasar de moda porque son un ejemplo de cortesía social con la que cada ser humano hace que la vida de los demás sea más agradable. Y estas costumbres también son esenciales en la rutina familiar del día a día.

Los modales en la mesa se ejercitan por medio del poder de la experiencia. Si el niño come en el comedor escolar también aprenderá allí la importancia de estos valores, puesto que el colegio es sinónimo de educación. Sin embargo, el aprendizaje comienza en el propio hogar. Y estas ideas pueden ayudarte a convertir este proceso en una experiencia muy divertida y emocionante a partir de ahora. Y no te olvides del ingrediente más importante de todos: la paciencia.

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