El verano es una buena época para hacer limpieza general. Es verdad que el calor puede hacer que cualquier tarea parezca titánica, no obstante, si lo haces con un cierto orden, no te costará nada limpiar el frigorífico.
Lo recomendable hacer una limpieza a fondo cada trimestre. De esta manera te evitas problemas de funcionamiento o de olores. Si sigues los pasos y las recomendaciones posteriores, la tarea será mucho más fácil.
1. Algunos pasos previos
Lo primero que hay que tener en cuenta es que para limpiar el frigorífico hay que sacar toda la comida que tenga dentro, así que es conveniente hacerlo cuando haya poca comida.
Repasa bien todos los rincones y las baldas que no hayas sacado y, una vez que lo hayas aclarado, deja que se seque con la puerta abierta. Aprovecha mientras se seca para limpiar, con el mismo producto, los cajones y las baldas que hayas extraído..
Es importante limpiar también las juntas de la puerta, en los lugares en los que haya suciedad incrustada puedes usar un cepillo de dientes, reblandeciendo previamente la mancha con agua. Si encuentras moho, puedes usar agua oxigenada para que se quite totalmente.
3. La limpieza exterior
Para limpiar el frigorífico por fuera tienes que considerar el material del que está hecho. Para los frigoríficos blancos, puedes usar el mismo producto que para el interior. Ya sea bicarbonato, vinagre, limón, lavavajillas o lo que hayas usado.
Si el frigorífico es de vidrio o de acero inoxidable tendrás que usar un producto específico para esas superficies y seguir las recomendaciones del fabricante para cada uno. En el caso de los frigoríficos de acero inoxidable, puedes pasar un paño con aceite para que brille más.
En ningún caso es recomendable utilizar estropajos o elementos duros que puedan rayar o deteriorar la superficie.
Aunque parezca una parte menor porque no está a la vista, la parte trasera del frigorífico es importante porque, a la larga, si no está limpio, puede causar un mal funcionamiento del electrodoméstico y problemas de escarcha.
4. No te olvides del congelador
El proceso para limpiar el congelador es el mismo que para limpiar el frigorífico. La única diferencia es que el congelador va a soltar agua en el proceso, por lo que hay que desaguar antes de ponerse a limpiar.
Vacía primero el congelador y, si tiene una función de congelación rápida, congela primero los alimentos todo lo que puedas para que la cadena del frío no se pierda del todo.
Después, saca los cajones y espera a que desaparezca el hielo. Si el congelador tiene función desagüe, úsala para acelerar el proceso; si no, retira todo el hielo que puedas. Ten una fregona a mano para limpiar el agua.
Una vez retirado el hielo, procede a limpiar el congelador de la misma manera y con los mismos productos que el frigorífico. De igual forma en el caso de los cajones y, una vez aclarado y seco, procede a volver a encender y a llenar el frigorífico.
5. Detalles a tener en cuenta
Es importante saber que el frigorífico va a conservar alimentos y que esos alimentos desprenden un olor particular. El problema es que los olores se vuelvan persistentes o que se mezclen.
Para evitar esto, además de la limpieza trimestral hay que comprobar el estado de las juntas y la parte trasera del electrodoméstico. También es importante que mantenga la temperatura adecuada.
En el frigorífico, la temperatura debe estar entre 5 y 7 grados y en el congelador no debe estar nunca por debajo de -18º. Si todo está limpio y la temperatura es la correcta repasa los alimentos porque el olor puede deberse a que alguno esté en mal estado.
Limpiar el frigorífico no es solo una cuestión de higiene o de salud. La limpieza regular no va a hacer que haya menos gérmenes en tu cocina o que tu comida sepa mejor. Pero sí que va a ser importante para que tu frigorífico funcione mejor, gaste menos, tenga una vida más larga y, en resumen, conserve tu comida para que esté siempre como recién comprada, con el sabor intacto.