Una de las actividades que más nos gustan en la cocina es, sin duda, hornear nuestras recetas favoritas. Sin embargo, con frecuencia lo dejamos a un segundo plano a una de las herramientas fundamentales para obtener los mejores resultados: la técnica. En este artículo te damos las cuatro claves para hornear de la mejor manera.
Consejos de uso
Es importante seguir una serie de consejos básicos sobre cómo usar el horno y aprovechar al máximo su potencial en tus recetas, tampoco viene mal un repaso rápido de estos apuntes:
Controla la temperatura
Muchas personas creen que aumentar la temperatura por encima de la que necesita la receta es una buena idea para acelerar el proceso de horneado. Sin embargo, lo único que conseguirás es que se reseque. Por ello, te recomendamos marcar la temperatura exacta y no tener prisa.
De la misma forma, recuerda que no basta con calentar y ya. Presta atención al manual de instrucciones de tu horno para dar con el programa adecuado a cada tipo de comida. Cada horno es un mundo.
Aprovecha el calor residual
Cuando apagamos el horno, la temperatura no vuelve a la del ambiente automáticamente, sino que necesita unos minutos. De esta forma, te proponemos apagarlo un poco (muy poco) antes de que la receta esté en su punto, para que el calor residual haga el resto y no se seque por dentro.
Por ejemplo, si una receta te pide hornear durante 20 minutos, pon el temporizador en 15 minutos y no abras la puerta hasta que hayan pasado esos 5 minutos adicionales. Así, aprovecharás también energía y evitarás que un cambio brusco de temperatura arruine tu creación.
La importancia del ventilador
El ventilador del horno no solo se encarga de retirar el calor cuando lo apagamos. Es un elemento que se encarga de distribuir el aire caliente para que ninguna parte quede más horneada que otra, una uniformidad que te ayudará a estar más cerca del resultado final que tienes en la cabeza.
Si estás horneando más de un plato a la vez, necesitarás el ventilador para que ambas bandejas reciben el calor por igual. Sin embargo, deberás prestar atención a que los ingredientes no se sequen más de la cuenta.
Respeta el tiempo de cocción
Puede parecer un consejo muy común, es obvio que el tiempo de cocción es fundamental. Sin embargo, un error que muchos cometemos es abrir el horno para comprobar si la receta está terminada. Y claro, la superficie adquiere formas sinuosas pero de receta deliciosa, lo que se dice, no mucho.
Al hacer esto, además, lo que conseguimos es que los ingredientes se vean perjudicados (y, por tanto, el sabor) debido al cambio brusco de temperatura. Así que respeta los tiempos dados, vigila la receta periódicamente, y cuando por fin creas estar seguro, trata de comprobar si la cocción es la correcta con el clásico palillo. Para evitar que se tueste de más la superficie siempre puedes colocar un poco de papel de aluminio encima.
Con estos consejos estarás un poquito más cerca de lograr tu objetivo. Y en cualquier caso, los hornos evolucionan para ser tu mejor asistente en la cocina a la hora de preparar tus propias recetas, confeccionando programas y funciones que se adapten a lo que necesitas en cada plato, ya sea carne, pescado, verdura o un sinfín de recetas de repostería y pan.