Es fácil triunfar cuando te conviertes en uno de esos anfitriones de quedadas que hace paella. Nadie puede resistirse a una paella. Y a las que están bien hechas ya, ni hablamos. Pero este plato que llevamos todos de serie en el corazón esconde aún muchos secretos y algunas curiosidades que hemos recopilado para que acabes de amarla y transformes tu casa en un paella house.
1. La paella tiene su propio día mundial
Dentro de las curiosidades imprescindibles de la paella qué menos que saber que tiene su propio día. El 20 de septiembre es el Día Mundial de la Paella, World Paella Day. Y es que, como dicen los que están detrás de este día, hay alrededor de ocho millones de búsquedas anuales en internet del término. Y no solo eso, se ha alzado con el puesto del cuarto plato más importante del planeta y el primero como plato español más buscado en la red.
2…Y te quejabas del chorizo
Según diversas fuentes enfocadas a estudiar su receta original, la paella llevaba al principio de sus tiempos un insospechado ingrediente: rata. Y no parece muy descabellado. Teniendo en cuenta su origen humilde y la cercanía de la Albufera pues hombre, la carne podía fácilmente proceder de roedores de la zona. A partir de ahora cuando te digan que el arroz que has encargado lleva pollo, siempre pondrás cara de sospecha. De nada.
3. No lo llames paellera, por favor te lo pido
A pesar de lo universal del plato la mayor parte de la gente, para hablar del recipiente donde se cocina la paella, habla de una “paellera”. Una paellera, como mucho, podía ser una profesional de hacer paellas, mientras que el recipiente se llama “paella”, como el plato. La confusión ha terminado con la RAE claudicando y aceptando ambos términos.
Este tipo de recipiente tiene unas dimensiones considerables a nivel de diámetro pero, como todos tenemos en mente, muy poquito fondo.
4. La paella viene de Valencia, ya, pero…
¿De dónde procede su nombre? Hay diversas teorías que afirman su procedencia del francés, catalán, latín… y lo más probable es que sea de este último. En lo que todos parecen coincidir es en que su nombre nació aludiendo al recipiente que lo contenía, una especie de sartén por entonces.
Su origen como plato lo localizamos en el siglo XV-XVI—siglo arriba, siglo abajo—en las zonas rurales. Aunque el arroz llegó mucho tiempo antes gracias a los árabes.
5. Una paella de Guinness
Nos referimos al libro, no a la cerveza. Otra de las curiosidades base de la paella es que la versión más grande del mundo en el siglo pasado fue obra, como no, de un valenciano: Antonio Galbis. Se cocinó en marzo de 1992 —sí, amigos, eso ya es el siglo pasado—en la comarca valenciana y tenía 20 metros de diámetro. Dio de comer a 100.000 personas. Pero agárrate que vienen curvas: unos años más tarde, en 2001, hizo su propia versión de “sujétame el cubata” batiendo su anterior récord. Esta vez la paella fue en el barrio de Moratalaz de Madrid, con 6.000 kilos de arroz debajo del brazo y una paella de 21,5 metros de diámetro. Esperamos que hicieran hijo predilecto de la localidad a quien le tocara fregar después.
6. Comer paella como un profesional
No es lo más cómodo, sobre todo en agosto, pero tradicionalmente la paella se comía directamente del recipiente y con una cuchara de palo. Esto sucede en otros platos originarios del campo, como las migas. Platos contundentes en una olla o fuente de la que todos comían, si bien la paella tiene tono festivo. Además, simboliza la alegría de comer y compartir con otros, porque raro es que puedas comerte una paella tú solo.
7. Emojipaella
Como símbolo incuestionable de su alcance en la cultura popular, la paella tiene su propio emoji. Hubo cierta controversia con los ingredientes que se reflejaban, pero al final la cosa llegó a buen puerto. Ostenta su posición entre los emojis junto a otros platos como sushi, pizza, tacos, burritos y hamburguesas. Existe la leyenda de que Apple intentó hacer su propio Emoji de paella. Pero cuando los valencianos de una colonia próxima a Cupertino en California vieron que le habían puesto guisantes y marisco, acudieron con antorchas y horcas en la mano y cantando temas de Nino Bravo para disuadir amablemente a los directivos de que no era buena idea.
8. Sin agua de Valencia, no sabe igual
En nuestra línea de curiosidades de la paella es fundamental hablar de otro ingrediente básico: el agua de Valencia, porque su dureza le da un punto de sabor diferente. Bueno, sí y no. Si bien siempre fardamos todos territorialmente en algún momento de nuestras vidas de una manera casi instintiva, lo del agua de Valencia como imprescindible para hacer una paella de verdad tiene que ver más con la cocción que otra cosa. Esto es, que pillarle el punto de cocción al arroz, si sales del litoral, puede ser difícil porque las condiciones de cocinado varían según zonas (el proceso dura menos cuanto más cerca estemos del nivel del mar, por ejemplo).
9. El orden sí altera el producto
Ya te contamos los ingredientes imprescindibles en una paella valencia de las buenas. Y ahora es nuestra oportunidad para recordarte que es importante seguir unos pasos a la hora de añadir los ingredientes a la sartén. El sofrito es amor, nunca lo olvides. Primero, freímos las carnes; luego, la verdura, rehogamos bien. Después el agua y las especias para que se combinen los sabores. Y, por último, un buen arroz tipo bomba o similar. Y no remuevas que te quedas sin socarrat.
10. Con leña, con difusor de gas y sobre la placa
Porque la décima de nuestras curiosidades dedicada a la paella es el hecho de que no hace falta tener un patio de aquí a Madagascar para liarte a hacer una paella de las buenas. Con una buena placa capaz de albergar y calentar de manera homogénea la superficie de la paella puedes marcarte un plato dominguero de primera y hacerte un MestrePaeller de la vida. Eso sí, ensaya un poco antes de invitar a toda la familia a casa que como te salga mal te lo estarán recordando hasta que tengas edad para viajar con el Imserso.