Baleares ya es una tierra que lo tiene todo: montaña, playas paradisíacas, Chopin, sobrasadas… Unas islas donde entrar y no querer marcharte. Así que seducir a un balear o tratar de impresionarle, de partida, es complicado, pero no vamos a cejar en nuestro empeño para ayudarte a que zarpe el amor. Hemos seleccionado tres recetas para que te luzcas, quizá no las más fáciles del mundo, pero quien algo quiere, algo le cuesta, y un balear no se merece menos.
Ensaimadas caseras
Como lo oyes. Quién se va a resistir a alguien que le hace unas ensaimadas caseras, aunque no fuera balear y fuera de un pueblo de A Coruña, vamos hombre. La receta lleva su tiempo por la fermentación, pero es muy agradecida. Además, luego puedes rellenarla de lo que te plazca, incluyendo sobrasada, así que tendrías un plato tradicional para seducir a un balear elevado al cuadrado.
Arròs de matances
Este arroz caldoso es sinónimo de fiesta. Es consumido en todas las islas, pero quizá tenga más peso en Ibiza y es casi tan conocido como el arròs brut. Como vemos en su nombre, es arroz con cerdo de matanza, y tiene diversas variantes. Suele llevar, efectivamente, cerdo, algo de pollo, tomate, setas, azafrán… Pero vamos al turrón: cualquiera cae rendido ante alguien que sepa hacer un buen arroz, como dice un poco más abajo Llum Barrera. Porque hay que tener un arte especial (y un difusor de gas, si puede ser, o lumbre). No es un plato fácil y un arroz mediterráneo lleva mucha práctica y mucho arte detrás. Si se puede o no hacer un buen arroz con agua que no proceda de la vertiente mediterránea es un misterio que no estamos capacitados para desentrañar aún.
Tumbet mallorquín
Sencillo pero con mucha gracia y apto para veganos. U ovolactovegetarianos si tiramos de huevo al final. Necesitarás berenjena —hay muchos platos baleares que la incluyen—, pimientos rojos, calabacín, patata, salsa de tomate casera… y poco más. Lo tradicional es freír los ingredientes—o también lo puedes hacer al horno AirFry, que te quedará más ligero— y, cuando son de calidad, porque ese es el fuerte de la receta, queda un mejunje delicioso y de temporada que merece la pena.
La seducción de un balear se basa mucho en la labia, como suele suceder, y así nos lo cuenta Llum Barrera, la elegida para la comunidad. Así que entendemos que al revés, marcha de la misma forma, y puedes seducir a un balear a base de gracia y, sobre todo, como bien apunta ella, a base de ser obstinado y trabajador, a lo Rafa Nadal. Nos quedamos con un apunte imprescindible: vale que te curres la comida y/o la cena para conquistar, pero tanto en el caso del cocinero como del agasajado, si cuando come le ves hasta los molares, considera seriamente si quieres iniciar una relación con esa persona.