Dentro de nuestro extenso estudio sobre la seducción en España, hemos diseccionado por comunidades autónomas la península e islas para estudiar mejor el comportamiento autóctono. Gracias a los representantes de la campaña Un País de Seductores, además, hemos ido un paso más allá realizando la guía definitiva de recetas para conquistar a cada persona según su lugar de origen. Así que te presentamos los tres platos imprescindibles que tienes que dominar en la cocina, ya sea propia o ajena, para llevarte al huerto a un habitante de cada región. Hoy, arrancamos con los tres platos imprescindibles para seducir a un autóctono asturiano.
Cachopo en todas sus variedades
Ya puedes pillarlo el punto de cocción al cachopo —puedes empezar por aquí— porque esto es casi tan esencial como escanciar sidra. Sidra de la auténtica, no de la que sabe a azúcar con manzanas. Básicamente, un cachopo consiste en un sándwich de carne de ternera con una loncha de jamón y otra de queso, todo empanado. Así que claro, cómo va a saber eso mal, es imposible. Cuando domines el arte base, ya podrás pasar al avanzado, eligiendo diferentes variedades de queso, añadiendo champiñones, etc. Pero ojo con desvirtuar la receta original base, no juegues con fuego asturiano. No, un cachopo no es un filete empanado. Por decir algo así, te quedas sin cita y te ponen de patitas en el Puerto de Pajares un día de niebla y ahí te busques la vida.
Fabada asturiana
Como ves, aquí lo importante es no pasar fame. Es complicado hacerle una fabada a una asturiana o asturiano, no lo vamos a negar, pero con práctica, si te sale una buena fabada, casi fijo que esa noche no duermes solo (después de hacer la digestión). Sin embargo, en el hipotético caso de que estés en un proceso ya avanzado de la relación e invites a comer a tu familia política, nunca, nunca, pongas fabada en la mesa, es casi ofensivo para tus suegros. Aquí, con que le eches paciencia a las fabes y carne de calidad, ya tienes la mitad del éxito asegurado.
Queso de cabrales
Como no todo el mundo es muy ducho en la cocina y a lo mejor te apetece ir un poco más sobre seguro, la tercera opción, simplemente, es un uso algo indiscriminado del queso de Cabrales. Es un queso azul que sabe a gloria, pero no apto para todos los públicos. Como se da bien en salsas, acompañamiento y hasta postres, puedes darle un toque asturiano a prácticamente cualquier receta que tengas añadiendo queso cabrales. Con esto, el plato olerá a “al menos lo he intentado” y es difícil que un asturiano no se deje conmover por eso.
De todas formas, si decides bajar los brazos en señal de rendición en los fogones, siempre puedes optar a que un habitante asturiano te conquiste a ti. Y eso, nuestro representante Joaquín Pajarón, lo tiene bastante controlado, no hay más que oírle en campaña pro-Asturias. Y si lo que buscas son más ideas para seducir a un asturiano, dentro vídeo de entrevista en profundidad.