Trucos perfectos para ganarte a un extremeño en la mesa

La gastronomía extremeña bebe mucho de la caza (perdiz, liebre) y del cerdo. Pero también tiene influencias de muchos otros lugares, como la vecina Portugal, así que a nadie le va a extrañar que sirvas bacalao a una cita. Y sí, la verdura se abre paso en forma de ensaladas, gazpacho… y en general cualquier cosa que en su día tuvieran a mano los jornaleros y pastores para hacer la comida, que en eso consiste al final la base de la cocina tradicional. Para seducir a un extremeño tienes una amplia gama de posibilidades a tu servicio, aunque hemos seleccionado tres para que no tengas que darle mucha vuelta. No te confíes, que aunque los ingredientes no sean difíciles de encontrar, no todas las recetas son sencillas, así que ¡agila! ponte a practicar desde ya.

Migas extremeñas

Las migas son una oportunidad de oro para seducir a un extremeño en casa. Evidentemente, hay varias recetas de migas comarcales. Algo tan sumamente bueno, con una materia prima de excelente calidad y, sin embargo, fácil y barato de hacer, no ha de ser algo territorial. Luego vienen las peculiaridades de cada zona y, por eso, elegimos como representante tradicional las migas extremeñas. Es una receta pastoril: tú te ibas a hacer jornadas infinitas al campo y, a la lumbre, hacías unas buenas migas. Ten presente que ellos comían y seguían trabajando en el campo, por lo que calcula bien cantidades o acabareis los dos reptando al sofá y bebiendo agua a mansalva. Las migas llevan pan (duro), tocino, chorizo o chistorra, pimientos… y a veces hasta sardinas que, como te imaginas, no proceden ni del Guadiana ni de Monfragüe. Y el punto final, optativo, es el huevo frito encima.

Migas de Extremadura

Preparación

45 min

Dificultad

Fácil
Pan duro
Aceite de oliva virgen extra
Ajos
Chorizo o chistorra
Uvas
Sal
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Caldereta extremeña

Normalmente se hace con cordero, como el frite, pero hay variedades y aquí, seguro, te tienes que hacer con pimentón de la Vera (o mentir y decir si te preguntan que por supuesto, que tú en la cocina no usas otro). Es un guiso muy bueno, a fuego lento, con verdura y la carne como plato estrella para darle sabor. Pero también hemos elegido esta receta porque, si das con un extremeño vegetariano, puedes hacer un guiño estupendo con una caldereta de verduras, y aquí no ha pasado nada. Aunque en este último caso de dieta vegetariana o casi, también puedes optar por el cojodongo, con pan, huevos, pimientos, ajo, cebolleta y aceite. Sirvas lo que sirvas, mejor si es en una cazuelita de barro, que le da un punto típico difícilmente superable.

Bollas de chicharrones

Te avisamos desde ya de que te metas en este fregado solo si consideras que el extremeño/a a seducir realmente puede ser una persona con la que pasar mínimo cinco años. Ahora bien, si se sienta a la mesa y se encuentra este dulce-no-dulce, te pone un piso con vistas al puente romano de Mérida. Las bollas surgen como una manera de aprovechar los chicharrones (grasa de cerdo). Se trata de un bollo elaborado con harina, levadura, huevos, azúcar, naranja, canela y licor, y hay múltiples recetas familiares. Lleva su tiempo y varios levados, avisado estás. Así que lo mismo te compensa comprar unas perrunillas para el café y luego ya ir viendo cómo transcurre la relación y si es digno de bollas caseras o no.

No obstante, Soraya propone una receta mucho más clásica y fácil de hacer, aunque igual de efectiva, para seducir a un extremeño o a quien surja, en esta entrevista. Además, nos viene de cine porque te puede quedar de lujo pulsando apenas un par de botones con el Steakmaster de Teka, para qué vamos a negarlo. De todas formas, recuerda que los extremeños son conquistadores por naturaleza. Así que que es mucho más probable que, cuando se te sienten a la mesa, ellos ya te hayan conquistado hace días y te estén siguiendo el juego sin que hayas sido ni medio consciente.

 

 

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