La lavadora nos hace la vida más fácil en casa ahorrándonos tiempo. Pero si además nos ayuda a ahorrar dinero, tenemos el combo perfecto, aunque nos pueden surgir dudas sobre cómo conseguir aprovechar mejor el electrodoméstico ¿Cuándo es más fácil ahorrar con la lavadora? ¿Tengo que seguir alguna recomendación antes de ponerla? ¿Es mejor entre semana o conviene lavar la ropa los fines de semana?
Vamos a intentar resolver todas estas dudas y explicarte cómo hacer un uso más eficiente de la electricidad que llega a tu casa. Conocer nuestro consumo y nuestros hábitos domésticos nos va a ayudar a ahorrar energía y dinero de una manera sencilla.
Algunos datos previos sobre el consumo eléctrico
Según los datos anuales del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la lavadora consume el 8,6% de la electricidad que se consume en los hogares al año.
Es poco si tenemos en cuenta que el frigorífico consume más o menos el 22% de la electricidad del hogar pero hay que considerar que, tanto frigoríficos como congeladores, son los electrodomésticos que más consumen porque siempre están en funcionamiento.
El consumo de la lavadora es parecido al del lavavajillas o el de la televisión, ambos en torno al 8% también, pero es superior al del horno que estaría en el 7,5%.
Este porcentaje del horno y el hecho de que el resto de elementos eléctricos consuma sólo el 2,6% hace que nos demos cuenta de que hay un amplio margen para ahorrar con la lavadora.
La importancia de la tarificación
Una de las formas más eficaces de ahorrar con la lavadora es poniéndola en las horas de menor precio de la luz en las tarifas con discriminación horaria.
Una tarifa con discriminación horaria es una tarifa de la luz que establece precios más económicos en algunas franjas horarias, generalmente a partir de las 22:00 h en invierno y de las 23:00 h en verano, hasta las 12:00 h en invierno y las 13:00 h en verano.
A este tipo de horas se les llama horas valle y el punto de equilibrio es el porcentaje de consumo que tenemos que hacer en esas horas para que sea rentable. Generalmente, tendremos que hacer el 30% para lograr esa rentabilidad.
Así pues, con la tarificación con discriminación horaria puedes ahorrar dinero pero tienes que poner todas las lavadoras de la semana en esa franja, de lo contrario, no será rentable.
Otra opción de tarificación
Puede que la tarificación con discriminación horaria no se adapte a tus hábitos y sea poco práctica para ti. En ese caso puedes ahorrar poniendo la lavadora en los momentos en los que el kilovatio por hora está más barato.
La mayoría de los hogares tienen la tarifa PVPC (Precio voluntario pequeño consumidor) y eso hace que el precio del kilovatio por hora oscile a lo largo del día.
Existen ciertas pautas comunes como que por la noche o los fines de semana suele ser más fácil ahorrar con la lavadora. Si queremos saberlo a ciencia cierta, también hay páginas webs y apps enfocadas a estos cálculos que nos pueden ayudar.
Aprovecha para poner la lavadora en los tramos más baratos y así conseguir un buen ahorro en tu factura.
La potencia contratada determinará lo que nos cuesta cada lavado
La potencia contratada es, sencillamente, el máximo de potencia que podemos usar simultáneamente. Es un precio fijo pero, cuanta más potencia tengamos contratada, más pagaremos.
Es decir, reducir la potencia contratada nos va a hacer ahorrarnos un buen dinero pero tendremos que modificar nuestros hábitos y usar la lavadora sólo cuando no estemos usando ningún electrodoméstico más.
La media de potencia contratada es de 4,4 kW, pero, usando los electrodomésticos de un modo responsable, podemos reducirla un poco.
Apostar por la eficiencia energética y los programas de lavado
Para ahorrar con la lavadora, el primer paso es elegirla bien. Hay que apostar siempre por modelos con una calificación de eficiencia energética alta.
Una lavadora con una calificación de A+++ o de A++ nos hace ahorrar en cada lavado. Pero además también vamos a ahorrar, como vimos en el caso de las secadoras, usando correctamente los programas de lavado. Por ejemplo, los programas cortos y los programas ECO son una magnífica opción para las prendas que no están muy manchadas.
Este ahorro se suma al que conseguimos bajando la potencia contratada y poniendo la lavadora en las horas valle de la tarifa con discriminación horaria.
La temperatura de lavado es importante
La mayor parte de la electricidad que consume una lavadora es para calentar el agua, así que la temperatura de lavado se convierte en una cuestión importante si queremos ahorrar luz.
Los programas ECO suelen tener una temperatura moderada que consigue unos resultados muy buenos para las manchas del día a día. La temperatura suele ser de 40º.
Puede parecer ridículo pero no lo es si pensamos que lavar la ropa a 40º en lugar de a 60º va a dejar nuestra ropa impecable pero con un ahorro de energía del 55%.
Para las manchas difíciles, no nos queda más remedio que subir la temperatura pero podemos separar las prendas más sucias y reunirlas todas en un lavado especial a alta temperatura.
Como ves, nos es complicado ahorrar con la lavadora si te adaptas a las horas en las que la luz es más económica y aprendes a usarla de una manera más eficiente. Un pequeño esfuerzo con grandes recompensas.