Una camisa recién planchada para arrancar el día te hace sentir un poco superhéroe. Te ves en el espejo con ese porte y claro, salir al mundo se afronta de otra manera. Pero antes de llegar a ese punto hay que hacer acopio de fuerzas y ánimos para abordar el asunto de cómo planchar camisas sin invertir una tarde entera de domingo o acabar con ganas de destruir cosas. Te contamos algunos pasos para facilitarte la vida en el proceso:
Una tabla es esencial
Para unos vaqueros o una camiseta de algodón quizá te valga la cama o una mesa con una toalla para plancharlos. Pero un manual esencial de cómo planchar las camisas te va a decir desde el capítulo uno que adquieras una tabla de planchar, porque es otro mundo.
No sólo te va a ayudar la rigidez de la tabla o la forma, las tablas de planchar están diseñadas para que el vapor las atraviese y el vapor va a ser la mejor ayuda que tengas para planchar tu camisa y acabar con tu enemigo natural en estos momentos: la arruga.
Utiliza agua pulverizada
La mayoría de las lavadoras tienen programas de planchado fácil pero eso no va a hacer que las arrugas desaparezcan así como así. El planchado es mucho más eficaz en las prendas húmedas así que, rocía la prenda con agua antes de ponerte a planchar.
Hay que empezar por el cuello
El cuello es una de las partes más visibles de la camisa así que tiene que estar impecable. Es importante que la tela esté bien estirada. Si tiene botones, tienes que desabrocharlos. Para obtener un cuello de 10 hay que planchar por ambos lados de la prenda.
Lo siguiente es el canesú
Por si no lo sabías, esta es la parte de los hombros de la camisa, aquí es importante mantener la tela estirada. Para ello, utiliza la forma de la tabla y adapta la camisa para que se ajuste a ella.
Aquí da igual el lado por el que lo planches y la dirección de planchado pero tienes que ser metódico con las arrugas, sobre todo en las zonas cercanas a las costuras.
Las mangas
El orden de las mangas siempre tiene que ser el mismo: primero los puños y luego el resto. Para los puños, lo mejor es desabrocharlos y plancharlos estirados, hay que ser muy cuidadoso con las pinzas que suelen tener las mangas en esa zona.
En las mangas tienes que decidir si quieres raya o no. Si las quieres con raya, sólo tienes que alinear la manga con las costuras del canesú; si no, tienes que ir girando la manga poco a poco.
Para terminar, la pechera y la espalda
Son las zonas más grandes y, por tanto, las más fáciles de planchar. Utiliza la forma de la tabla para encajar el canesú y plancha la espalda. Si la espalda tuviera pinza, usa los dedos para estirarla y pásale la plancha.
En la pechera tienes que ser cuidadoso en la zona de los botones porque el calor de la plancha los puede deteriorar. Puedes elegir o planchar la pachera por la parte interior o cubrir los botones con un dedal cuando te acerques a ellos.
Cuando hayas acabado de planchar las camisas, asegúrate de colocarlas colgadas de una percha en un lugar donde puedan airearse un poco, antes de ponerlas en su lugar definitivo. Aprovecha los programas específicos de tu lavadora y secadora para que prendas de uso diario, como las camisas, duren más y en mejores condiciones.