Limpiar fácilmente los cristales de casa

Limpiar las ventanas de tu casa puede ser una tarea de lo más costosa e ingrata, pero es una tarea clave para que tu hogar sea un lugar realmente acogedor, así que saber cómo limpiar los cristales sin dejarte la tarde en ello es esencial.

Una luz agradable y unas vistas claras ayudan a que, cuando estés en casa y te permitas unos minutos de descanso, disfrutes totalmente. Pero, para conseguirlo, hay que hacer un pequeño esfuerzo y limpiar las ventanas regularmente.

Atiende al clima

Aquí, estar pendiente de la predicción meteorológica es muy importante, como si fueras un padre. Todo el mundo tiene claro que no hay que limpiar los cristales de casa cuando el cielo amenaza tormenta, pero tampoco hay que hacerlo en los días calurosos.

cocina blanca con encimeras negras

Si hace mucho calor o si el sol da directamente en las ventanas, los cristales se calientan mucho y hacen que el jabón o el producto que uses se seque rápidamente y lo mismo pasa con el agua.

Si no te da tiempo a secar correctamente las ventanas, se quedarán unas molestas manchas de jabón, o de agua en el caso de que sea muy caliza, que hará que tengas que repasar el doble los cristales. Es decir, el doble de trabajo para el mismo resultado. Conclusión: antes de limpiar los cristales, presta atención al clima.

¿Bayeta o papel?

Bien, a la hora de secar los cristales existen muchas opciones, una de ellas es el papel. Si eliges esta opción, lo más importante es que elijas un papel duro y que no suelte partículas. 

Es por esta razón por la que se recomienda el papel de periódico para esta tarea, no obstante, aquí corres el riesgo de que la tinta manche los cristales y ensucies más de lo que limpias.

persona limpiando un cristal con una bayeta

Aunque la idea de que sigas comprando el periódico y de que además puedas darle una segunda vida al papel nos parece la mar de atractiva, actualmente existen opciones mucho mejores como las bayetas de microfibra. Existen modelos que son especiales para cristales y que tienen una cara rugosa para arrastrar la suciedad y otra más suave para sacarle brillo a los cristales.

Las bayetas son más efectivas y te evitarán dos cosas: tener que hacer acopio de papel de periódico y tener que usar un objeto para limpiar y otro para secar.

Aunque si uno atiende a los profesionales, lo más rápido es hacerse con una rasqueta de goma para los cristales. Pero te advertimos, para obtener resultados profesionales hay que saber usarla así que, si eliges esta opción tendrás que practicar algunas veces para obtener resultados sobresalientes.

¿Qué producto de limpieza usar?

persona limpiando un cristal con una esponja

Los limpiacristales industriales son una buenísima opción. Dejan los cristales impecables y tienes numerosas marcas y modelos para elegir así que nosotros te los recomendamos, acordándote siempre de las recomendaciones que hemos hecho hasta ahora.

Existen opciones en pulverizador o en crema y aquí la elección ya depende de lo que a ti te parezca más cómodo, funcional, económico y limpio.

Como ya te contamos en el caso de la cocina, aquí también hay mezclas caseras que dan muy buenos resultados por si te animas a probar. Eso sí, hay que tener en cuenta que algunas de ellas pueden salirte mucho más caras que los limpiadores industriales.

pulverizador con limpiacristales

Una consiste en mezclar una parte de agua, otra de amoniaco y otra de vinagre en un pulverizador. Es muy eficaz tanto para limpiar como para conseguir brillo. También mezclar una parte de agua, otra de alcohol de quemar, un buen chorro de amoniaco y unas gotas de lavavajillas.

¿Cómo limpiar los cristales bien?

Llegamos a la parte importante del asunto, cómo limpiar los cristales correctamente. 

Lo primero es quitar el polvo superficial para que, cuando apliques el producto no se te formen pegotes. Para ello con pasar un plumero bastará, la suciedad gorda la quitaremos luego.

persona quitando el polvo de un cristal

Después hay que aplicar el limpiacristales. Ya sea industrial o casero lo mejor es echarlo en la bayeta en lugar de directamente en el cristal. De este modo se reparte de un modo homogéneo con el mínimo esfuerzo y no se malgasta.

Si lo aplicamos sobre la bayeta conseguimos dos cosas más: la primera es que el secado es más fácil y se quedan menos marcas; la segunda es que cuidamos la vida de nuestros cristales porque a la larga, si lo usamos en exceso pueden ser abrasivos. 

Acuérdate de que si el limpiacristales es en gel funciona al revés y tienes que esperar a que se seque para retirarlo.

La dirección de limpieza 

Aquí va un truco muy útil: limpia en distinta dirección la cara interna y la externa del cristal.

Por ejemplo, si limpias la cara de dentro en vertical, limpia en horizontal la cara de fuera. Usando este método de limpieza puedes localizar rápidamente dónde está la mancha en el caso de que te quede alguna.

limpiar cristales casa

Así el repaso final se hace mucho más rápido y de una manera muy eficaz, ya que vas directamente a la mancha.

La constancia es la clave

Al final, esto es lo que más ayuda. ¿Quieres saber cómo limpiar los cristales sin mucho esfuerzo? La respuesta es: regularmente.

Es verdad que no siempre tenemos el tiempo que necesitamos para tener la casa impecable, pero la limpieza regular es la mejor manera. Por ejemplo, para los cristales del baño y de la cocina, lo mejor es limpiarlos con toallitas al menos una vez en semana.

persona limpiando el cristal de la vitroceramica con una bayeta

Estos cristales están continuamente en contacto con humedad, grasa en suspensión y humos así que deberían limpiarse más a menudo. Puedes usar toallitas para cristales para aligerar un poco la tarea.

Para el resto lo mejor es no dejar que se ensucien mucho, de esta manera la tarea de limpiarlo será mucho más llevadera. Crear espacios en los que te sientas bien es tan importante como tenerlos impecables.

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