Adquirir un nuevo electrodoméstico es una inversión que puede mejorar notablemente nuestra vida diaria y en la cocina. Intentamos aguantar lo indecible con tal de no cambiar el electrodoméstico que hemos conservado durante años pero, cuando el paso es inevitable, mejor tener algunos consejos cerca para comprar uno nuevo. ¿Que tienes una cocina nueva por inventar y no sabes por dónde empezar? También encontrarás útiles estos consejos para ahorrar al comprar electrodomésticos y acertar con tu decisión.
1. Analiza tus necesidades reales y apunta tus básicos
Nadie sabe mejor que tú qué necesitas en tu hogar. Concédete un tiempo para analizar qué uso real que das o dais al electrodoméstico que quieres, qué funciones te son útiles y cuáles te gustaría que tuviera el nuevo. Por ejemplo, si vas a adquirir un frigorífico, quizá te gustarían mejores prestaciones para prolongar la frescura de los alimentos y eliminar olores. Si decides comprar un horno nuevo, hay funciones que pueden ayudarte en el día a día a cocinar de una forma más saludable como la función vapor o un AirFry.
Ten en cuenta que, si vas a sustituir o comprar nuevos varios electrodomésticos, el aspecto estético cobra aún más sentido, pudiendo elegir un diseño global que se ajuste a tu cocina y a lo que quieres crear en ella. Al fin y al cabo, vas a pasar allí mucho tiempo y puede ser una buena ocasión para ahorrar al comprar varios electrodomésticos a la vez.
En cualquier caso, con las características y necesidades que apuntes, ya estás preparado para ir más a tiro hecho tanto a una tienda física como online. No te presentes en una tienda sin tener al menosgunos puntos claros: puede ser frustrante y, más que inspirarte, puede darte la sensación de que has perdido el tiempo. También puedes consultar las guías de compra online para ser más certero con la elección.
2. Concede importancia al etiquetado energético
El etiquetado energético es una pista clave para saber la eficiencia de los electrodomésticos. Los rangos se han renovado con respecto a la catalogación A+++ que teníamos más asimilada y ahora podemos encontrar determinados productos que no llegan todavía al nuevo estándar de A establecido por la Unión Europea. En cualquier caso, lo que has de saber, es que del etiquetado de la letra A a la F, todo aquello más próximo a la A supone un ahorro energético mayor que los productos catalogados como E o F. Y eso lo acabas notando en tu factura de la luz.
3. Aprovecha outlets y promociones
Hay que comprar con la cabeza fría, eso seguro. Pero que no te líes a pulir la tarjeta de crédito cada vez que hay un Black Friday no significa que no aproveches las ofertas temporales. Busca y compara, parafraseando a un anuncio de los años 80, y desconfía de las gangas.
Investiga los outlets de marca y sus liquidaciones, porque también puedes encontrar gratas sorpresas que te encajen. Modelos que han quedado antiguos porque hay colecciones nuevas, electrodomésticos de los que quedan últimas unidades y otras pequeñas joyas pueden suponer un ahorro de hasta el 60% con respecto al precio original.
4.No te olvides de la época del año
Las compras estacionales también importan. Si puedes permitirte esperar, trata de tener en cuenta que los frigoríficos, por ejemplo, son más demandados en verano, al contrario que los hornos, lo que supone que sean más caros en general. A mayor demanda, menor oferta.
Después de épocas muy señaladas o que suponen un gasto considerable es probable que encontremos mejores precios. Dejar pasar las navidades y esperar a las rebajas de la cuesta de enero puede ser una gran ocasión para encontrar mejores precios y son clave para ahorrar al comprar electrodomésticos.
5. Ten en cuenta la garantía, durabilidad y respaldo de marca
Que sí, que nunca pasa nada pero cuando pasa es mejor estar cubierto para resolver el problema sin tener que perseguir a nadie ni tirarte una hora al teléfono, aunque tengas que sustituir el electrodoméstico si es necesario. Estudia la marca detrás del electrodoméstico y las garantías qué ofrece. Por ejemplo, un fregadero de calidad puede acompañarte durante toda una vida.
Otro de los beneficios que suman puntos es la atención al cliente y el servicio técnico que te ofrezca la marca. Todo lo que sea facilitarte cualquier solución a problemas que surjan, es una extra a tener en cuenta. Eso no te exime de leerte las instrucciones para hacer un buen uso del electrodoméstico, todo sea dicho. Pero saber que si se te rompe una pieza concreta vas a encontrar repuestos que pueden ser instalados por un profesional que sabe lo que hace y conoce el modelo, es comprar tranquilidad.
6. No te fijes únicamente en el precio
Está claro que es uno de los factores decisivos y el primero que vemos pero hace falta desgranar el precio para saber si realmente va a suponer tanto ahorro para nosotros. Esa personalización de la oferta para cada caso, ese análisis, supone tener en cuenta varios factores a la hora de comprar. Un electrodoméstico “sale a cuenta” si reúne una serie de características, entre ellas está el precio, sin duda, pero también que nos haga la vida más fácil por otras razones. Si nos encanta hacer comidas con amigos y familia, por muy barata que resulte una placa con un par de zonas de cocción, no nos va a salir a cuenta.
Cuando nos tenemos que enfocar en soluciones para la cocina que no obedecen a criterios estándar, solo hay que investigar un poco para encontrar lo que encaje con nosotros. Medidas diferentes de electrodomésticos para pisos más pequeños, posibilidades de inducción flexible y placas híbridas con gas para los que adoran cocinar o incluso lugares insospechados donde alojar una campana extractora son solo algunas de las sorpresas menos convencionales que podemos encontrar para nuestro hogar.
7. Usa los electrodomésticos de forma eficiente
Está muy bien ahorrar al comprar electrodomésticos pero es que parte de ese ahorro viene marcado también por el día a día para ser real. Entender y usar correctamente el electrodoméstico significa un ahorro de consumo en el hogar. Basta también con interiorizar algunos hábitos (por ejemplo, desenchufar el pequeño electrodoméstico y sacar más partido a algunos poco aprovechados para todo lo que pueden ofrecer, como el microondas). Conocer la temperatura correcta de tu frigorífico, dónde colocar cada producto para mantenerlo más tiempo fresco o incluso cómo aprovechar tu horno al máximo cocinando simultáneamente son pequeños trucos de ahorro que puedes llevar a la práctica en tu día a día sin grandes esfuerzos.