La cocina es uno de los lugares más queridos en todos los hogares pero más temidos en verano. Y no se trata del espacio en sí, porque es donde predomina el azulejo y las baldosas del suelo son bien fresquitas. Pero a muchos les entran sudores solo de pensar en cocer una patata. Te contamos algunos consejos para que se te quite el pánico a las altas temperaturas en la cocina y puedas volver a ejercer de chef tan ricamente manteniendo la cocina fresca en verano.
Adapta tu menú
Las recetas de cocina se adaptan a las estaciones como tu armario. Si te apetece hacer un cocido montañés en casa en pleno agosto y vives en algún lugar de la Mancha, adelante, admiramos el valor. Pero quizá puedas optar por recetas veraniegas ligeras y que incluso necesitan poco o nada de fuego para llevarlas a cabo. No te quedes en las recetas de siempre. Puedes innovar con todo tipo de ensaladas, cremas y sopas frías y recetas rápidas donde apenas tengas que encender la placa o el fuego unos minutos, como todo lo que cocines a la plancha. Además son recetas perfectas para llevar al trabajo o a un picnic.
Si vas a cocinar algo más elaborado, eso sí, intenta juntar en la encimera todos los ingredientes que vayas a necesitar. Así reducirás el tiempo que pasas preparando todo mientras los fuegos están activos y permanecerás menos tiempo torrándote en la cocina.
Adapta tu horario
Trata de cocinar temprano por la mañana o a última hora. De esta forma, evitarás el mediodía y las tardes, donde la temperatura ya suele estar descontrolada.
Utiliza una campana extractora
Las campanas no solo te libran de olores indeseables en la casa, en tu ropa y hasta en el pelo. También tenerlas activas significa reducir considerablemente la temperatura en la cocina. Depuran el ambiente y bajan los grados para que puedas cocinar tranquilamente sin sudar como un pollo. Las campanas mantienen la cocina fresca en verano y es un electrodoméstico que vas a usar todo el año. Existen campanas que renuevan el aire de tu hogar por completo para descargar los ambientes viciados. Vamos, que si no tienes una, es hora de analizar sus ventajas.
Persianas y estores
Si tienes luz natural en la cocina y casca el sol por la mañana, por la tarde o incluso todo el día, lo normal es que trates de alimentarte de pipas durante el verano para no perecer de calor. En este caso, tener una persiana en la ventana, estores o cortinas, algo que logre frenar el calor y la luz directa del sol, rebajará varios grados la temperatura ambiente. Y si la cosa es ya grave, puedes pensar en instalar un toldo incluso.
Electrodomésticos: pequeños detalles y cambios más sustanciosos
Siempre pensamos que poner el horno en verano es algo peliagudo. Pero claro, esto no son los años 90. Los electrodomésticos han mejorado notablemente sus prestaciones y, entre ellas, se encuentra un aislamiento mucho más eficiente para que el calor se quede dentro y no vaya hacia fuera. Así que si tienes que renovar tu horno, es buena idea centrarte en sus prestaciones y en los materiales para que puedas usarlo todo el año. Adquirir hornos en verano también puede significar descuentos interesantes.
Otra opción asequible para no renunciar al horno o a usar el grill es echar un ojo al pequeño electrodoméstico , de los que puedes poner en una encimera. Tienen prestaciones avanzadas para su tamaño y son muy versátiles. Un grill compacto puede permitirte hacer muchos platos saludables y ligeros en verano. De la misma forma, con un horno compacto de encimera, puede hacer muchas más recetas de las que piensas, tanto para desayuno como para cena. En ambos casos, da menos pereza usarlo que otras opciones que tenemos en casa, ayudarán a tener la cocina más fresca en verano y son igual de útiles en invierno.
Conoce tu microondas
También es el tiempo perfecto para conocer y sacar más partido al microondas. Ofrece muchas posibilidades para diferentes recetas y no conllevará un aumento significativo de la temperatura en la cocina.
Hay muchas opciones para mantener la cocina fresca en verano y disfrutarla sin miedo a las altas temperaturas. Cocinar es un deporte que se practica los 365 días del año y con algunos ajustes, sin miedo a los termómetros.