Tuvimos ocasión de repasar anteriormente las diferencias entre placas de inducción y vitrocerámicas. Ahora queremos ayudarte a escoger la mejor placa de inducción para ti. Elegir entre todos los modelos y posibilidades que hay no es fácil, pero estos puntos pueden darte una idea de lo que realmente necesitas.
El tamaño es esencial
En el mercado puedes encontrar placas de inducción de numerosos tamaños. La mayoría oscilan entre los 30 cm de las placas portátiles o de una zona y las placas de más de 90 cm con 5 o más zonas. Evidentemente el tamaño que necesites dependerá de tu actividad en la cocina y del número de personas que vivan en la casa. No es lo mismo una pareja que una familia numerosa.
Existen también las placas tipo flex que permiten en un menor espacio un mayor número de zonas de cocción. Nosotros, sin embargo, te recomendamos que no renuncies a tener al menos una zona de gran tamaño para esas cenas que necesitan un poco más de espacio.
Aquí tienes que compaginar el número de personas que hay en casa con el espacio que tiene tu cocina pero tranquilo porque existen soluciones para todos los casos.
La potencia es una ventaja
La potencia de una placa no es algo que podamos pasar por alto. Una mayor potencia te va a permitir llegar a esos cocinados que son más exigentes y sacarle el mejor partido a los productos de tus comidas y cenas.
La potencia total de la placa es una medida distinta de la potencia de cada una de las placas y no se puede confundir. Una potencia total de 6.000W se puede dividir de manera dispar entre las distintas zonas de la placa. Así puede haber dos zonas que tengan 2.400W y una que tenga 1.200W.
Nosotros te recomendamos que apuestes al menos por una zona de alta potencia porque puede ayudarte a agilizar el proceso de cocinado y a dejar al punto ciertas carnes y pescados que te van a exigir mucho calor en muy poco tiempo.
Busca el control máximo
Relacionado con la potencia está el panel del control. La flexibilidad del panel de control de las placas de inducción es enorme ya que su funcionamiento permite que no se pierda nada de calor a la hora de cocinar. Aquí lo importante es elegir una placa que te permita controlar todos los niveles de potencia. Usar siempre la máxima potencia no es recomendable mientras cocinas e incluso puede alterar el funcionamiento de las zonas.
Elige tener el control total de la temperatura con un slider diferente para cada zona y así ahorrarás energía y ganarás en tiempo y precisión cuando elabores tus platos.
La seguridad es muy importante
El hecho de que la placa sea una potente fuente de calor hace que la seguridad sea esencial. Y cobra aún más relevancia en las casa en las que hay niños. Elige siempre una placa que tenga sistemas de seguridad específicos para los más pequeños, o sistemas de apagado automático cuando se quedan encendidas por error.
Tener la posibilidad de programar el tiempo de cocinado también es importante para evitar que la placa se quede encendida cuando te pones a servir la comida y se te va el santo al cielo.
También es importante que haya una distancia suficiente entre los controles y las zonas de inducción para evitar las quemaduras dentro del frenesí de un cocinado.
Lo bueno debe ser bello
No te conformes con una placa que tenga infinidad de funciones y de zonas, elige también una que aporte un toque estético a tu cocina. Tienes una amplia gama de acabados y colores para encontrar la que mejor encaje en tu hogar. Dependiendo de tu cocina necesitarás la sobriedad del negro o la limpieza del blanco. Tienes además placas con líneas rectas y placas de diseño curvo.
También el acabado es importante porque puedes elegir entre placas de acabado biselado, en acero inoxidable u otras al nivel de la encimera. Aquí sólo podemos decirte que elijas confiando en tu gusto y que tengas en cuenta que la placa es uno de los elementos más visibles de la cocina, por lo que merece la pena pararnos a analizar la oferta.
Hazlo más cómodo
La comodidad, sin duda, es una de las ventajas de las placas. No elijas una placa que luego te va a costar una vida limpiar, escoge siempre aquellas que tengan sistemas que faciliten su limpieza.
Existen placas que calientan sólo las zonas de cocinado con una gran precisión así se evitan los derrames y las manchas de salsa que dificultan la limpieza de las cocinas. Este tipo de placas se limpian simplemente con una bayeta y así, recoger después de cenar, no se convierte en un suplicio.
Pide más, no te conformes
Pero si no eres de los que se conforman fácilmente, aún puedes pedirle un poco más a tu placa. Puede que las funciones de calentado rápido sean las que te hagan escoger un tipo de placa. Quizá lo que necesites sea que tu placa ponga el agua a hervir con un sólo toque o que incorpore funciones de cocinado que hagan que las zonas lleguen automáticamente a una temperatura determinada. Puedes pedir prácticamente todo lo que necesites porque la innovación en materia de inducción ha logrado un avance significativo para ajustarse a las múltiples y diferentes necesidades de los hogares.
Ahora que ya tienes un poco mas claro todo lo que puedes pedirle a una placa seguro que va a serte mucho más fácil decidir qué tipo de placa es la que más se ajusta a tu modo de vida o a tu proyecto de futuro. Una buena placa de inducción va a acompañarte en momentos muy especiales, deja que te eche una mano.