Las fiestas acabaron y, aunque has ido guardando las sobras de navidad de una comida a otra, de repente te has encontrado con un montón de comida sobrante y no sabes por dónde empezar a meterla en el frigorífico: vamos a intentar ayudarte.
Congelados
Esta parte es la más fácil. Si has sido capaz de calcular la comida con sensatez seguro que hay cosas que no has llegado a descongelar. Reserva esas sobras para el final, para cuando ya hayas reutilizado el resto de alimentos.
Ten en cuenta que un buen congelador puede conservar el pescado y el marisco en perfecto estado durante tres meses y la carne llega incluso a más de cuatro meses, así que no te preocupes por eso. Recuerda, eso sí, que la mejor manera de hacerlo es en pequeñas porciones envasadas al vacío.
Frutas y ensaladas
Si has hecho el intento de mantener una dieta equilibrada incluso en estas fechas y has incluido las verduras y las frutas en tu menú tienes que tener en cuenta que, sin las condiciones adecuadas, pierden muy rápido sus propiedades.
Algunos frigoríficos ofrecen compartimentos específicos para las frutas y verduras, con una temperatura y una humedad que ayudan a que estén más tiempo frescas. El resto tiene cajones en la parte inferior en los que almacenar los vegetales. Úsalos y ten en cuenta que se conservan mejor si no van envasados.
Cremas y salsas
Seguro que lo has dado todo en tu cocina y has preparado tus mejores platos con las salsas más jugosas. Si las has integrado en el plato, más abajo te explicamos qué hacer; si las has servido aparte puedes conservarlas en el frigorífico.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que sólo necesitan conservación aquellas que tienen ingredientes perecederos como los lácteos, los huevos o las verduras. Salsas como la soja, la mostaza o la barbacoa son muy resistentes fuera del frigorífico.
Para el resto, hay que tener cuidado con salsas como la mayonesa o la tártara, si son caseras, no deberían almacenarse más de un día. La mejor manera es ponerlas en un recipiente adecuado y colocarlas en la puerta del frigorífico.
Embutidos y entrantes
Todos tenemos claro que los embutidos curados, como el jamón, no se conservan en el frigorífico porque se ponen duros pero, ¿y el resto? Si tus sobras de navidad incluyen embutidos puedes usar un truco. Se ponen todas las lonchas sobrantes una encima de otra y se envuelven con film. Una vez hecho el paquete, se puede almacenar en la zona media del frigorífico.
Los embutidos cocidos se pueden almacenar también en la zona media, tienen que conservarse tapados para evitar que se resequen y pueden durar hasta una semana en perfecto estado.
Guisos
Si eres de esos que prefieren un buen plato de cuchara para celebrar los momentos especiales y en tus sobras de navidad también hay guisos, tienes que tomar una decisión muy importante antes de conservarlos. ¿Vas a comértelo en los días sucesivos o vas a empezar ya con la dieta y a esperar un poco más para consumirlo?
Si vas a comértelo en los días siguientes puedes guardarlo en la parte baja del frigorífico y te durará 3 o 4 días fácilmente. Si, por el contrario, quieres guardarlo para más adelante, lo más recomendable es que lo dividas en raciones pequeñas para que se congele mucho antes. En el congelador puede durarte más de 2 meses en perfecto estado.
Carnes y pescados
No nos engañemos, la mayoría de la gente, para sus comidas y cenas de estos días, prefieren una buena pieza de carne o un pescado al horno. Este tipo de platos suelen contener salsas, jugos y otras cosas que hacen que pierdan propiedades al congelarse, así que lo mejor es conservar en el frigorífico.
En la parte más baja, donde la temperatura es más fría, pueden aguantar hasta 5 días, pero conviene no demorar mucho su consumo. En cualquier caso, lo ideal es conservarlo en un recipiente limpio, no en el que se ha cocinado o en el que se ha servido.
Dulces y postres
También tenemos que tener en cuenta el almacenamiento de los postres y de los dulces típicos de estas fechas. La mayoría de ellos no necesitan conservarse en el frigorífico: los chocolates, las galletas, los turrones… sobreviven intactos fuera durante mucho tiempo.
Si, no obstante, has hecho algún postre más especial como un bizcocho, una tarta, una mousse… tienes que contar con que contienen lácteos o huevos así que un poco de frío no les viene mal. Usa la parte superior del frigorífico y allí te aguantarán hasta 5 días sin perder nada de su gusto ni de su estética.
Bebidas
También son un factor importante en estas fechas en las que es tan necesario brindar por el futuro y acompañar las comilonas con buenos vinos. Y también suelen constituir una de las sobras de navidad más habituales. Las bebidas destiladas no necesitan frío pero las fermentadas sí.
Como la cerveza, el vino o el cava no corren el riesgo de estropearse, lo primero, no hace falta que te lo bebas todo al día siguiente y, lo segundo, puedes almacenarlo en la puerta del frigorífico que es la zona más cálida y reservada para los productos menos perecederos.
Empieza el año con orden, poco a poco, luego ya irá llegando el caos progresivamente. De momento, y para evitar tirar comida, estos consejos de conservación te pueden venir muy bien.