Una de las actividades que más nos gustan en la cocina es, sin duda, hornear nuestras recetas favoritas. Sin embargo, con frecuencia relegamos a un segundo plano a una de las herramientas fundamentales para obtener los mejores resultados: la técnica. En este artículo te damos las ocho claves para hornear de la mejor manera.
Consejos de uso
Es importante seguir una serie de consejos básicos sobre cómo usar el horno y aprovechar al máximo su potencial en tus recetas. Si eres alumno aventajado, tampoco viene mal un repaso rápido de estos apuntes:
Controla la temperatura
Muchas personas creen que aumentar la temperatura por encima de la que necesita la receta es una buena idea para acelerar el proceso de horneado. Sin embargo, lo único que conseguirás es que se reseque. Por ello, te recomendamos marcar la temperatura exacta y no tener prisa.
De la misma forma, recuerda que no basta con calentar y ya. Presta atención al manual de instrucciones de tu horno para dar con el programa adecuado a cada tipo de comida. Cada horno es un mundo.
Aprovecha el calor residual
Cuando apagamos el horno, la temperatura no vuelve a la del ambiente automáticamente, sino que necesita unos minutos. De esta forma, te proponemos apagarlo un poco (muy poco) antes de que la receta esté en su punto, para que el calor residual haga el resto y no se seque por dentro.
Por ejemplo, si una receta te pide hornear durante 20 minutos, pon el temporizador en 15 minutos y no abras la puerta hasta que hayan pasado esos 5 minutos adicionales. Así, aprovecharás también energía y evitarás que un cambio brusco de temperatura arruine tu creación.
La importancia del ventilador
El ventilador del horno no solo se encarga de retirar el calor cuando lo apagamos. Es un elemento que se encarga de distribuir el aire caliente para que ninguna parte quede más horneada que otra, una uniformidad que te ayudará a estar más cerca del resultado final que tienes en la cabeza.
Si estás horneando más de un plato a la vez, necesitarás el ventilador para que ambas bandejas reciben el calor por igual. Sin embargo, deberás prestar atención a que los ingredientes no se sequen más de la cuenta.
Utensilios y menaje
Los cubiertos, envases y máquinas que empleemos son otro aspecto fundamental de toda creación para saber cómo hornear de manera profesional.
Cambia el tenedor por la batidora. A la hora de batir los huevos y otros ingredientes, muchas personas usan un tenedor. Esta no es la mejor opción, porque la batidora generará más aire y dará, como resultado, una mayor textura y volumen. No hay más.
Por otro lado, recuerda usar la varilla adecuada según lo que quieras conseguir. Las varillas de diez hilos son perfectas para batir. ¿Que no tienes batidora de repostería y lo tienes que hacer con una normal o incluso a mano? Stop dramas. Es verdad que te costará algo más de trabajo pero hay miles de recetas que puedes seguir haciendo sin problema. Mira qué arte tenía tu abuela batiendo con el tenedor y lo rico que lo hacía todo.
Usa espray antiadherente
Cuando vayas a hacer un bizcocho, agrega un poco de espray antiadherente sobre la base de la bandeja que vayas a emplear. Esto lo puedes hacer incluso si los utensilios son ya de por sí antiadherentes.
Una opción más natural puede ser la mantequilla. De esta forma, es buena idea depositar un poco de este ingrediente sobre la base y los lados de la fuente y extenderlo con una cuchara. Espolvorear un poco de harina también ayuda y le dará un acabado rústico a bizcochos y similares.
Utiliza una pesa digital
Elaborar una receta requiere seguir al pie de la letra todos sus pasos. Los pesos y medidas son, por su parte, el elemento al que más atención debemos prestar. Numerosos hogares siguen confiando en la pesa tradicional. Esto puede dar lugar a errores de precisión que, si bien en postres pequeños no se nota demasiado, en tartas o recetas de mayor volumen puede arruinar el resultado. Y luego nos rasgamos las vestiduras.
Las pesas digitales tienen, como principal beneficio, una precisión que nos será realmente útil. Deberías quitar el exceso de ingredientes con un cuchillo, ya que un exceso, por mínimo que sea, puede desequilibrar el gusto de un postre. En el caso de las levaduras, químicas o no, añadir más no significa que tu bizcocho vaya a subir como el Empire State, cuidado con respetar las proporciones de cara a hornear.
Los ingredientes, a temperatura ambiente
Algunas recetas indican que los huevos, la leche o la mantequilla deben estar a temperatura ambiente. Sin embargo, muchas personas ignoran esto y aprovechan los que tienen en la nevera en ese preciso instante.
Esto puede ser contraproducente, poque ciertos ingredientes (sobre todo los lácteos) necesitan estar a una temperatura determinada para llegar al punto óptimo de preparación y hornear ya supone un choque térmico importante de por sí. Así que una vez más, la previsión, aunque sea de unos pocos minutos, nos ayuda en la cocina.
Respeta el tiempo de cocción
Puede parecer un consejo muy común, es obvio que el tiempo de cocción es fundamental. Sin embargo, un error que muchos cometemos es abrir el horno para comprobar si la receta está terminada. Y claro, la superficie adquiere formas sinuosas pero de receta deliciosa, lo que se dice, no mucho.
Al hacer esto, además, lo que conseguimos es que los ingredientes se vean perjudicados (y, por tanto, el sabor) debido al cambio brusco de temperatura. En el caso de los bizcochos, la masa bajará como los índices bursátiles en marzo de este año. Así que respeta los tiempos dados, vigila la receta periódicamente, y cuando por fin creas estar seguro, trata de comprobar si la cocción es la correcta con el clásico palillo. Para evitar que se tueste de más la superficie siempre puedes colocar un poco de papel de aluminio encima.
Lograr una armonía entre aprovechar al máximo el tiempo pero conseguir labrando nuestro camino de cocinillas entran en conflicto muchas veces con prestar atención a los procesos de cocción. Con estos consejos estarás un poquito más cerca de lograr tu objetivo. Y en cualquier caso, los hornos evolucionan para ser tu mejor asistente en la cocina a la hora de preparar tus propias recetas, connfeccionando programas y funciones que se adapten a lo que necesitas en cada plato, ya sea carne, pescado, verdura o un sinfín de recetas de repostería y pan.