Purgar los radiadores es necesario para que funcionen correctamente. Muchas veces, por la falta de actividad se crean pequeñas o medianas bolsas de aire que no salen de ninguna manera. Esas bolsas de aire causan que el radiador no funcione correctamente y no caliente.
Mantener la casa bien climatizada es una buena manera de ahorrar energía. Para esto, el buen funcionamiento de los radiadores es esencial. Dicho de otra forma: el mantenimiento y el cuidado son ahorro, además de sostenibilidad.
Detectar el problema
Lo primero que hay que hacer es determinar si efectivamente hay que purgar los radiadores. Para ello hay que tocar la parte superior del mismo, si está sensiblemente más frío es porque es necesario purgar el radiador.
El aire se calienta y tiende a subir y por eso la parte superior se enfría cuando el aire se acumula.
Apagar los radiadores
Antes de empezar a purgar los radiadores hay que apagarlos. Al apagar los radiadores la bomba deja de funcionar y eso impide que el aire se mueva, así se pueden localizar mejor.
Como el aire pesa menos, se quedará en la parte superior y saldrá mucho antes.
Abrir la llave
Para abrir la llave nos ayudaremos, dependiendo del tipo de instalación, de un destornillador o de una llave inglesa. Antes de abrir vamos a colocar un recipiente debajo de la llave de paso para recoger el agua que caiga.
Una vez preparado todo tenemos que abrir la llave del radiador. En un primer momento, el aire saldrá mezclado con agua así que hay que mantenerlo encendido hasta que el agua salga de manera constante. Una vez hecho cerramos de nuevo la llave.
Repetir con todos los radiadores
Hay que hacer lo mismo en todos los radiadores, es importante que lo hagas siguiendo el circuito del agua. Para asegurarte de que lo sigues, lo mejor es que empieces por el que está más cerca de la caldera y acabes por el que está más lejos.
En los edificios con calefacción central el purgado de los radiadores influye a la presión del resto de radiadores del edificio.
Revisar la presión de la caldera
Es posible, dependiendo del número de radiadores que tengas y de la cantidad de aire acumulado en los mismos, que la caldera pierda un poco de presión así que, al terminar, lo mejor es revisarla.
La presión debe estar entre 1 y 1,5 bares. Generalmente, el manómetro suele tener una marca verde que indica cuál es la presión correcta. Si está por debajo, sube la presión y así tus radiadores funcionarán como es debido.