Probablemente, el gusto por el chocolate es una de las pocas cosas donde haya consenso entre todos los seres humanos, además de la pizza, claro. Existe en decenas de formatos diferentes (blanco, negro, con leche, con frutas, con frutos secos…) y es uno de los snacks preferidos para un picoteo entre horas, para tomar líquido e incluso helado. Por el Día Mundial del Chocolate, que se celebra esta semana, hacemos un pequeño recorrido para argumentar por qué se merece un día y hasta un mes, si lo pensamos detenidamente. Chocolate, todos somos contingentes, pero tú eres necesario.
Día Internacional del Chocolate
Aunque todos los días celebramos tener chocolate a mano, el motivo real por el que el 13 de septiembre fue declarado Día Mundial del Chocolate es en honor a la fecha de nacimiento del escritor inglés de maravillosa producción librera Roal Dahl, autor de “Charlie y la fábrica de chocolate”. Lo cierto es que esta conmemoración nació en Francia en 1995, hace relativamente poco.
Existen numerosas leyendas y mitos que hablan del cacao como un regalo de los dioses a los hombres y hombre, es que está muy bueno, así que otorgarle un origen divino, tampoco nos parece tan descabellado. Fue usado como moneda de cambio, como alimento de los emperadores, como bebida mágica y con un consumo y cultivo con más de 5.000 años de antigüedad.
Si algo está claro es que el cacao es originario de la cuenca del Amazonas, donde fueron hallados y recolectados los primeros frutos. Desde entonces, su uso y comercialización para un sinfín de productos no ha cesado hasta la actualidad, debido en gran parte a los conquistadores imperalistas. Actualmente, el cacao se produce en regiones y países como Madagascar, Java, Gana o Brasil.
Si bien es cierto que en su estado natural el cacao es muy amargo y se endulza o mezcla con atenuantes para resaltar su sabor eliminando su amargura, el chocolate más sano es aquel que más pureza conserva, es decir, el que menos procesado está.
Muchos son los que gustan del cacao puro al 70, 80 e incluso 90 %, pero los almendrados o mezclados con leche o bebida vegetal se llevan el top ventas.
Beneficios del chocolate para la salud
Pero no es solo sabor lo que aporta el chocolate. Entre sus propiedades, podemos destacar unas cuantas relevantes:
Es un antidepresivo natural
Esto se debe a la presencia de triptófano, el aminoácido que afecta directamente a la producción de serotonina, que nos proporciona una sensación de bienestar y euforia. Cada bocado, así, se convierte en un momento de felicidad para nuestro cerebro y nuestro paladar: una excusa perfecta para comerlo. A esta sensación contribuye también la feniletilamina, una droga natural que relaja el cerebro y mejora el estado de ánimo. La misma que hace también que nos enamoremos, por cierto.
Reduce el colesterol
Con un consumo moderado, se puede contribuir a la reducción de colesterol gracias a un elemento presente en el cacao: el ácido oleico. El gran porcentaje de fibra presente en el cacao más puro ayuda a este mismo fin.
Ayuda a la salud cardiovascular
Esto se debe a que es un alimento rico en flavonoides; un antioxidante natural que, consumido con moderación, beneficia a nuestro sistema retrasando su envejecimiento. Un antioxidante, vamos.
¿Cuál es el chocolate más sano?
Como todos sabemos, el chocolate negro se lleva la palma en este sentido, pero ¿cuáles tienen más éxito entre los consumidores? No vale decir “todos”.
En función de la proporción de azúcar y porcentaje de cacao puro presente en el producto, se reconocen unas 13 variedades a nivel legal. Las más habituales son:
Chocolate con leche. La variedad que más adeptos tiene. La leche tiende a suavizar mucho el matiz amargo del cacao. A juego con el azúcar, las tabletas y bombones de chocolate con leche poseen un gusto suave y fácilmente combinable. También se elaboran con leches vegetales, aunque en una proporción mucho más pequeña. Estas variaciones lo hacen apto también para veganos e intolerantes a la lactosa.
Chocolate con almendras. Puede ser con o sin leche, y las almendras pueden estar molidas o enteras. Existen mil maneras de elaborarlo y es el segundo formato de chocolate más vendido, por norma general.
Chocolate líquido. Ideal para desayunos, postres, meriendas y cenas. Puede ser blanco, negro, mezclado con frutas, con churros a topor, e incluso se puede verter en una fuente para crear una fondue , dato que conoceréis si habéis estado en algún evento en los últimos cinco años, porque se ha convertido en un clásico a la altura del sorbete de champán.
Chocolate negro. Es el chocolate más sano porque suele contener un nivel de azúcar más bajo y no suele estar procesado con grasas u otros endulzantes. Es más amargo y puede ir desde el 70 % hasta el 90 % de cacao. También se vende el cacao puro 100 %, pero suele comercializarse como ingrediente para postres y en formato de polvo. Se dice comúnmente que el chocolate adelgaza, sobre todo si es negro. Esto se debe a sus propiedades saciantes a las que no se les suma el azúcar y las grasas que tienen las otras versiones.
Chocolate blanco. Es el que menos porcentaje de cacao tiene. Lleva mucha más leche, pasta de cacao y azúcar. Muchos no lo consideran chocolate como tal debido a que la baja cantidad de cacao presente entre sus ingredientes.
Que haya un Día Mundial del Chocolate nos parece de lo más justo y necesario y una ocasión perfecta para probar sus virtudes. Pero es que también es la ocasión perfecta para animarte a que investigues todas las posibilidades que permite entre fogones. Por nuestra parte, ahora que te hemos inculcado el gusanillo, de dejamos algunas ideas.