Es complicado no dejarse llevar por el encanto que desprenden las islas japonesas. Una cultura diferente a la occidental en muchos aspectos en una continua convivencia de la tradición más arraigada y la tecnología más avanzada. Un pueblo en continua evolución gracias y a pesar de su situación geográfica que ha sobrevivido a lo largo de la historia, alzándose como una de las potencias mundiales. Y con una gastronomía de la que es difícil no enamorarse.
La comida como parte esencial de la cultura japonesa
La comida cobra una notable relevancia en la historia de un país y Japón ha condensado una importante y variada gastronomía a lo largo de los siglos. Un país que ha sabido asociar influencias extranjeras a sus platos más típicos, transformando recetas tradicionales sin dejar de lado sus raíces.
La UNESCO ha nombrado a la cocina japonesa patrimonio de la humanidad por su herencia cultural incalculable. El washoku, “comida tradicional japonesa”, es reconocida como una práctica social con un profundo arraigo en la comunidad nipona. La cocina en Japón, es considerada todo un arte, tanto para comensales como para los cocineros. Pueden pasar más de 5 años preparándose hasta que finalmente cocinan una pieza de pescado.
Los protocolos que asociamos con frecuencia al país se extienden por supuesto a su gastronomía y a los hábitos en la mesa. De hecho, ni siquiera los palillos japoneses son iguales a los coreanos o a los chinos: el extremo de los nipones es más puntiagudo. Y ahora que tenemos esto claro, ¡sólo nos queda practicar! Y mucho, nos tememos.
Alimentos básicos de la dieta
Desde el mar
Como en la mayor parte de las islas el mar juega un papel fundamental en el desarrollo del país. En este caso, también como principal proveedor de alimentos básicos en la dieta japonesa. No en vano, Japón es uno de los mayores consumidores de pescado a nivel mundial. La calidad del pescado crudo que se consume generalmente en un restaurante japonés así lo atestigua. De hecho, el 80% del atún rojo capturado en el mar va directamente a las mesas japonesas.
El pescado no es el único alimento del mar que se consume en el país nipón: las algas (kombu, nori, wakame) y el marisco son habituales en su día a día y muchos platos nacen de las diferentes combinaciones de estos elementos, tremendamente nutritivos. El dashi, o caldo de pescado, por ejemplo, es la base de la sopa de miso, entre otros platos.
El arroz
Dada su situación geográfica y condiciones climáticas el arroz se convierte en otro de los elementos que sostienen la dieta habitual japonesa. Podemos encontrarlo en la mayor parte de los platos y para su consumo como plato principal. Existen cientos de variedades y formas de prepararlo y su textura en la gastronomía nipona suele ser pegajosa. Un punto a favor para iniciarnos en el manejo de los palillos para comer.
El arroz supone además la base para la elaboración del sake, un elemento indispensable en las mesas del país para múltiples platos y apto para entrar en calor rápidamente.
Fideos
Los fideos son otra de las comidas más populares y también con mayor variedad en el mercado. Pueden estar hechos de gelatina, de arroz, trigo o los clásicos udon, a base de harina, agua y sal. Su última versión con tintes continentales se ha convertido en todo un fenómeno: el ramen no para de hacerse hueco en los países occidentales. Fideos en deliciosas sopas con infinidad de ingredientes aptos para omnívoros y vegetarianos.
Salsa de soja
Otro de los imprescindibles y no sólo dentro del extenso mundo de los condimentos. La salsa de soja está presente en la mayor parte de los platos asiáticos y, por supuesto, japoneses. Es un condimento muy apreciado y sirve como aderezo de un amplio espectro de platos. Podemos usarla en forma de salsa pero también está disponible como pasta fermentada. No sólo añade un notable sabor a las recetas sino que también tiene un gran número de nutrientes, está considerado un súper-alimento.
Té
El té es uno de los alimentos más consumidos en Japón. Una vez más nos encontramos con una asombrosa variedad. El Sencha (té verde), Gyokuro o el Matcha (té verde en polvo) son algunas de las opciones más populares. Cuidado porque normalmente los tés japoneses no tienen azúcar, lo que también nos permite disfrutar de un sabor más auténtico, hasta que aco
La ceremonia del té es uno de los ritos con más fama a nivel internacional. Un ritual lleno de belleza y unido a protocolos y gestos armónicos y elegantes que merece la pena conocer si tenemos ocasión.
Curiosidades gastronómicas
- Tokio es la ciudad con más estrellas Michelin del mundo, por encima incluso de París.
- Nada es casual en una mesa nipona. La disposición de los platos e incluso el tamaño y forma de los recipientes que contienen los alimentos corresponde a un protocolo. La imagen de armonía y organización que generalmente tenemos de Japón no podía faltar a la hora de afrontar algo tan importante como la comida. Y como en otras partes del mundo, la elección de la vajilla se corresponde en muchas ocasiones con las ocasiones especiales.
- La sencillez en los platos engaña a nuestros ojos, al igual que las cantidades. Con frecuencia nos vamos a encontrar con alimentos de gran sabor y de una elaboración delicada. La realidad es que los platos nipones pueden albergar muchos y diferentes sabores además de saciar nuestro estómago mucho más de lo que creemos. Cuidado con pedir más de la cuenta porque las porciones nos parezcan pequeñas, podemos salir rodando del restaurante.
- Sorber tomando ramen y hacer ese ruido que despertaría la animadversión de tus compañeros de oficina en la comida, está bien visto en Japón. Aunque hay matices dependiendo de la naturaleza de la sopa y los fideos, pero por un lugar donde puedes hacerlo… ¡quizá merece la pena arriesgarse!
- No podemos hablar de gastronomía japonesa sin hablar de los dulces. Desde los postres más delicados a los que podemos encontrar en un apuro en cualquier tienda de alimentación. Los dulces nipones son casi infinitos y deliciosos. No perdáis la ocasión de probar mochis (pasta de arroz) con los rellenos más diversos, desde fresa a pasta de judía roja.
- Si tenemos ocasión de visitar el país, podemos probar la gastronomía local en prácticamente cualquier rincón de las islas. Comer en un restaurante japonés puede que no sea una experiencia al alcance de todos los bolsillos, pero hay muchos establecimientos a pie de calle especializados que ofrecen menús o platos a muy buen precio y de muy buena calidad. Suelen ser muy pulcros por lo que podemos confiar en la salubridad de lo que nos ofrecen.
Conocer la gastronomía de un país es una de las mejores maneras de conocer una cultura. Dejarnos llevar por los sabores nuevos, diferentes y desconocidos, así como por las costumbres de otros lugares siempre nos va a hacer crecer y hacernos sentir vivos. Además de llenar nuestro estómago, ¡Itadakimasu! (buen provecho antes de comer).