¿Cómo quitar las manchas de vino?

Una mancha de vino no es el final de una camisa, de un vestido o un mantel si sabes cómo actuar. Para quitar las manchas de vino vas a necesitar estos consejos y la ayuda de tu lavadora.

Lo principal es que, decidas lo que decidas, actúes con rapidez. El vino se quita mucho mejor cuando no está seco.

El vinagre

El vinagre puede ayudarte a quitar las manchas de vino. Para ello mezcla un poco con detergente y mete la mezcla y la prenda manchada en agua bien caliente, casi hirviendo. Con unos minutos debería bastar. 

Después de eso, solo hay que hacer un ciclo de lavado normal.

como quitar manchas de vino

Agua oxigenada

El agua oxigenada es un perfecto aliado para cualquier mancha difícil. Haz una mezcla de agua oxigenada y detergente líquido al 50%. Después, aplícalo directamente sobre la mancha y deja actuar algunas horas para que haga efecto. 

Las propiedades oxidativas del agua oxigenada harán que la mancha desaparezca.

Leche

leche para quitar manchas de vino

Otro modo de quitar la mancha es meter la prenda en leche caliente. Este método es efectivo pero es caro así que no conviene usarlo para prendas muy grandes como manteles o camisas. Es más recomendable para prendas de menor tamaño.

Sal de mesa

Este método sólo es efectivo para manchas recientes y que aún estén húmedas. Su eficacia se basa en la capacidad de absorción de la sal. La sal absorbe el vino y de este modo es más fácil hacer que la mancha desaparezca.

Hay que tener en cuenta que este remedio sólo es efectivo en manchas húmedas y que hay que retirar la sal cuanto antes porque se corre el riesgo de que la propia sal la haga mucho más grande.

Vino blanco

vino blanco para quitar manchas de vino tinto

Una de las soluciones más eficaces y la que debería considerarse en primer lugar. Si queremos quitar las manchas de vino tendremos que hacerlo con vino, independientemente de que ya hayamos aplicado la sal.

Los taninos del vino blanco ayudan a neutralizar la tintura provocada por los taninos del vino tinto. Por esto debe ser la primera opción que tengamos en cuenta.

Lejía

La lejía, sin embargo, debería ser el último recurso. Las propiedades blanqueadoras de la lejía son muy conocidas pero no debe usarse porque estropea los tejidos y acaba con el resto de tintes de la ropa.

Es decir, sólo debería usarse en tejidos muy resistentes y cuando estos no tengan su propio tinte, de lo contrario acabará con el resto de tintes y deteriorará el tejido.

Estos trucos deberían ayudarte a dejar tus prendas perfectas y también, a no usar en vano tu lavadora y, ahorrando un poco de dinero que nunca viene mal.

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