¿Qué normas de higiene seguir en la cocina?

23 abril, 2020
Limpieza

No es un secreto que la cocina y el baño son las estancias de un hogar más susceptibles de acumular bacterias. En estos tiempos, mantener una escrupulosa higiene en estas áreas es muy importante.

Ahora mismo la cocina es un punto crítico porque entran los alimentos del exterior y algunos tienen envases pero otros no. Es necesario seguir unas pautas específicas de higiene para evitar contagios dentro de nuestra propia casa.

La higiene en la cocina empieza nosotros

El primer paso, antes de manipular los artículos de la compra o de ponernos a cocinar es lavarnos bien las manos. Si venimos de la calle hay que lavarse las manos y la cara, al menos la zona de los ojos, la nariz y la boca.

Persona lavándose las manos con una pastilla de jabón

Debemos dedicar más de 20 segundos al lavado de manos y prestar atención a todos los rincones, la palma, el dorso de la mano, la zona entre los dedos, etc. y con eso debería ser suficiente porque el jabón es bastante efectivo para la desinfección.

Después, para secarnos, es conveniente hacerlo con un paño o toalla limpio o con una toalla de papel de un solo uso. En el caso del cocinado no será necesario pero, si lo que vamos a hacer es almacenar la comida, debemos también lavarnos las manos una vez terminemos.

Consejos a la hora de hacer la compra

Lo más importante a la hora de hacer la compra es la planificación, tener previsto lo que vamos a comer cada semana o cada dos semanas y apuntar solo las cosas que necesitamos para minimizar el tiempo de exposición.

Alimentos ordenados en cuencos sobre una encimera

Siempre que podamos usar nuestras propias bolsas y carros será mejor que usar los del supermercado o la tienda porque así nos cercioraremos de que está perfectamente desinfectado, además de ser más ecológico.

Si puedes elegir alimentos envasados o sellados elígelos, de esta manera nos aseguramos que han seguido una cadena de fabricación que garantiza que han tenido poca exposición a agentes patógenos.

Desinfectar los alimentos y las superficies

Como vimos en el punto anterior, tenemos que procurar que nuestros alimentos sean envasados siempre que se pueda. Así evitamos tener que andar con precauciones extraordinarias. En caso de que no pueda ser así, hay que lavar también los alimentos que no vayamos a cocinar.

Otra buena medida es aprovechar al máximo las posibilidades de nuestro frigorífico para evitar derrochar comida y tener, por consiguiente, que hacer compras de más con las que nos pongamos en riesgo.

comida guardada en el frigorífico

Lo mismo para la despensa o los armarios en los que se almacenen botes, conservas y cualquier cosa que no necesite frigorífico. Una correcta rotación de los alimentos nos permitirá tenerlos perfectamente controlados.

A la hora de almacenar los envases lo ideal es tener un recipiente con una solución de 1 parte de lejía por 50 de agua y, con una bayeta, limpiar cada envase. Es importante aclarar y volver a empapar con la solución entre cada envase para eliminar cualquier partícula que quede.

Puedes utilizar la misma solución para limpiar las superficies en las que pongas los productos antes de colocarlos, también en el caso de las baldas, repisas, estantes y puertas de los muebles que uses para almacenar la comida. 

persona limpiando la puerta de horno con guantes y un trapo

Para esta tarea te será de gran utilidad el fregadero. Úsalo como una superficie de almacenamiento más que va a permitirte limpiar los alimentos a conciencia antes de dejarlos en su sitio.

Antes de ponerte a cocinar hay que limpiar también las superficies y los utensilios que vas a utilizar o bien con jabón o bien con una solución de tres cuartos de agua y un cuarto de alcohol de desinfectar.

En cuanto al menaje, conviene limpiar la vajilla y los cubiertos y secarlos con papel de cocina antes de emplatar e intentar mantener las normas básicas de higiene, como manipular los cubiertos por el mango o los vasos por la parte exterior.

Puntos críticos para evitar la contaminación de alimentos

Uno de los puntos críticos para evitar la transmisión de gérmenes y la contaminación de alimentos son las manos. Las manos tienen que estar perfectamente limpias antes de manipular alimentos, pelarlos o cortarlos.

De la misma manera, para evitar manipular los alimentos todo lo posible, debemos usar instrumentos para mezclar los alimentos, moverlos y para emplatar. Los instrumentos tienen que estar perfectamente limpios, una base de higiene en la cocina, y sin óxido ni otras formas de deterioro.

cocinero emplatando un plato de comida

Los alimentos crudos tienen que estar lavados y desinfectados y las superficies sobre las que se van a depositar, también. Muchas veces, no tenemos la posibilidad de calcular la temperatura a la que cocinamos y, algunos microorganismos pueden sobrevivir a temperaturas medias.

La temperatura a la que se deben cocinar los alimentos debe ser superior a los 65º para asegurarnos la completa eliminación de bacterias y virus y, del mismo modo, deben estar conservados correctamente, a la temperatura que cada uno necesita.

Además de la limpieza de las superficies, también puedes aprovechar para limpiar aquellos electrodomésticos que requieren un mantenimiento ocasional como la campana extractora o el horno, que te será más fácil si tiene algún sistema de autolimpieza

Normas generales para el tratamiento de alimentos

En resumen, lo que hay que intentar es ser tan escrupulosos en el tratamiento de la comida como los restaurantes. De este modo minimizas la posibilidad de contagio en estos días y es una costumbre sana para evitar imprevistos en el futuro.

Todas las materias primas que uses en tu cocinado deben venir de proveedores fiables, en especial la carne y el pescado pero, también, las verduras, la fruta y el agua que uses para cocinar.

Los alimentos hay que cocinarlos completamente, los que hagas en el horno, en la vitro e incluso los guisos. Asegúrate de que las piezas alcanzan una temperatura superior a los 65º. En los guisos consigues esto haciendo que el caldo llegue a ebullición.

Estofado de ternera recién hecho en una olla

Si tienes que recalentar comida, asegúrate de que se caliente completamente por si se ha contaminado en algún momento intermedio.

Otra norma base de higiene en la cocina: no juntes alimentos crudos con otros cocidos para evitar la contaminación cruzada y lo mismo con las carnes y los pescados. Es conveniente usar utensilios distintos para manipularlos o limpiar a conciencia los que estemos usando.

Por último, conserva los alimentos a temperaturas adecuada, no los dejes más de 2 horas a temperatura ambiente, congélalos y descongélalos correctamente y siguiendo los tiempos indicados. 

Unas correctas normas de higiene en la cocina van a salvarnos de muchas complicaciones en estos días. Pero también en los siguientes porque de cara al futuro nunca están de más para evitar enfermedades.

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