La cocina emocional es una de las últimas tendencias en la gastronomía actual. Una de las máximas de la cocina es la libertad que los chefs profesionales han logrado para convertir sus platos en auténticas obras de arte. Algo que puedes transportar a la intimidad de tu cocina dando rienda suelta a tu vertiente más artística ¿te animas?
La cocina emocional contiene parte de esa creatividad, pero también está relacionada con los sentimientos que estos platos quieren evocar en los comensales. ¿Qué sabor te trae recuerdos de la infancia?, ¿qué olor rememora las tardes veraniegas?, ¿cuál tiene la delicadeza de gotas de lluvia? A la imaginativa labor del chef se suma el hecho de que numerosos alimentos contienen múltiples beneficios para la salud psíquica, entre los que destacan: el chocolate negro, la cúrcuma, las frutas rojas, los frutos secos, el salmón o el plátano, entre otros.
¿Te imaginabas esta íntima relación entre el mundo culinario y las emociones? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre este y otros nuevos tipos de cocina.
La cocina emocional
Como hemos visto, gastronomía y emociones están íntimamente unidas, tanto para quien lleva a cabo el plato como para quien lo degusta. Destacadas figuras literarias como Sor Juana Inés de la Cruz y Rosario Ferré tenían muy presente el espacio de la cocina en sus escritos. Sor Juana utilizó su afición por el mundo gastronómico para reivindicar la labor intelectual de la mujer en «Respuesta a sor Filotea de la Cruz» (año 1691). Mientras que Ferré une, metafóricamente, la creación literaria con el proceso de cocinado en «La cocina de la escritura«. Dos ejemplos simbólicos de la influencia de la cocina en otros campos artísticos que han sido capaces de otorgarle un lugar relevante. La cocina ha generado emociones, inspiración y reflexiones desde hace muchísimo tiempo, a pesar de que no nos diéramos cuenta de una forma tan consciente.
En eso consiste esta tendencia culinaria, en dejarnos llevar por las sensaciones en las que nos sumergen los alimentos. El olor a pan calentito por las mañanas hace que nos sintamos felices, más en conexión con nuestro a día a día. De eso trata la cocina, de entrar en contacto con lo que preparamos y comemos, apreciar cada bocado, ir más allá de la simple producción y su posterior consumo.
La cocina creativa
Íntimamente relacionada con la anterior, este tipo de cocina se caracteriza por ser totalmente opuesta a la que la globalización nos ha impuesto. Frente a las comidas preparadas que tanto abundan en nuestro día a día, la cocina creativa pretende alejarnos de lo cotidiano para adentrarnos en el mágico universo de la imaginación. Quienes llevan a cabo esta labor creativa pueden profundizar en los experimentos modernos -trampantojo, espumas, esferas, minimalismo- o mantenerse en la tradición, pero aplicando nuevas formas -por ejemplo, una madre que prepara divertidas figuras con los alimentos para sus hijos-. Cualquiera de las dos maneras de aplicar la imaginación consigue causar una emoción, divertir e impresionar a los comensales, particularizar ese instante ofreciendo una experiencia nueva..
La tecnología en la cocina
Pese a que la cocina creativa y emocional pretende desprenderse de la unificación industrializada, lo cierto es que las últimas tecnologías también contribuyen a mejorar la experiencia culinaria. Dentro de la alta gastronomía encontramos accesorios enfocados a mejorar la experiencia del usuario con la comida, desde la vajilla hasta el emplatado. No solo eso, en los últimos años también se ha conseguido producir comida impresa en 3D, algo revolucionario y por desarrollar detenidamente en el sector de la cocina. Sin duda, gracias a los avances tecnológicos también podemos disfrutar de una variada y, desde luego, muy creativa gastronomía.
Cómo influye la cocina en las emociones
Hemos visto la estrecha relación que existe entre la cocina y las emociones, así como la gran cantidad de alimentos que aportan serotonina, ayudándonos a ser más felices. La cocina puede favorecer la autoestima de una persona, fortalecer sus relaciones sociales e, incluso, contribuir a la mejoría de los pacientes con enfermedades psíquicas ¿No te sientes mejor cuando tomas un trozo de pastel después de un largo día de trabajo?, ¿no apetece un chocolate caliente durante el mal tiempo? No consiste solo en los nutrientes que nuestro cuerpo nos pide, sino en las emociones que nuestros sentidos necesitan experimentar.
Desde un punto de vista más poético o metafórico, los alimentos que cocinamos son expresión de nuestro interior. Cuando guisamos para alguien, le cedemos una parte de nuestro cariño y de los sentimientos que albergamos. Y es muy difícil no dejarse llevar por la pasión de cocinar.
Las nuevas tendencias en cocina permiten dejar volar nuestra imaginación y, además, contribuyen a la expresividad de nuestras emociones. Nos alejamos, así, de la unificada y vacía industrialización, aunque las nuevas tecnologías beneficien la creatividad del cocinado. En nuestra casa, en nuestro hogar, podemos recrear la cocina emocional y convertir cada plato en una pequeña pieza de arte para todos los que queremos. Y la próxima vez que podáis disfrutar de un plato hecho por vuestros padres, no olvidéis la dosis de cariño que han añadido para que todo sepa mucho, mucho mejor.