El verano y el aumento de temperaturas traen consigo otros efectos paralelos aparte de pasear al fresquito o no pegar ojo por las noches, depende de lo que te toque. Es inevitable buscar remedios y alterar nuestra rutina para huir de los efectos del calor extremo. Uno de esos trabajos extra es prestar atención a cómo conservar los alimentos en verano, porque las altas temperaturas pueden afectar mucho a su calidad y vida útil.
Te contamos algunos trucos para que puedas mantener tus alimentos en las mejores condiciones en el mes más caluroso del año, según dónde te pille del globo terráqueo.
Conservación de alimentos: no eres tú, en verano es más difícil
Mantener guardados los alimentos que compramos requiere tener en cuenta distintos aspectos. Esto es aún más complicado en verano, pues el incremento de temperaturas y la presencia de mayor humedad – o sequedad extrema, depende de tu zona geográfica- provoca la pérdida de numerosos productos.
No solo se trata de un problema de economía doméstica, sino que es un desperdicio de comida intolerable en un mundo donde millones de personas sufren otra pandemia, el hambre. Diversos estudios indican que sólo en España se tiran casi ocho mil millones de kilos de comida cada año, de los que casi la mitad son frutas y verduras.
Por otro lado, muchos alimentos frescos son frecuentemente desechados por lo poco que duran. En este sentido, una mala planificación puede hacer que no acabemos cocinando un producto que hayamos comprado y, para el día siguiente, deje de ser comestible.
Cómo comprar en época estival
A la hora de ir al supermercado (o al comercio local), debemos tener en cuenta distintos consejos para que nuestra compra no sucumba al calor del verano. En primer término, te aconsejamos hacer una lista de lo que vas a adquirir, para así evitar llevarnos a casa más cosas de la cuenta y que no tengamos tiempo de cocinarlas todas.
Cuando vayas a hacer la compra, intenta llevar siempre una bolsa térmica para los productos que necesitan frío y minimizar así el impacto hasta que lleguen a tu frigorífico o congelador. Puedes comprar estas bolsas muchas veces en los mismos establecimientos y son duraderas. Si tienes una clásica nevera de picnic, también puedes aprovecharla para esta función.
Cuando vayas a elegir la fruta y la verdura, observa bien que el producto está fresco y no ha empezado a deteriorarse. Si no vas a consumirlo en el día, en cuyo caso puedes llevártelo maduro, esto te ayudará a prolongar su vida en el frigorífico.
A su vez, te aconsejamos llevarte productos en conserva o enlatados, ya que tendrán una duración mucho mayor y resistirán el calor mejor. Sin embargo, ten cuidado con las latas abolladas, hinchadas u oxidadas, que estarán defectuosas y, una vez compradas, no podrás devolverlas. Lo mismo sucede en el caso de los yogures y otros lácteos: si ves la tapa de alguno de los envases inflada, es más que probable que esté malo.
6 consejos para conservar bien los alimentos en verano
Te damos una serie de recomendaciones básicas y fáciles de seguir para conservar tus alimentos en verano:
Congela carnes y pescados
Si bien lo ideal es comprarlos y cocinarlos en el mismo día, puede que tu rutina diaria no te permita llevar esto a cabo. Además, las medidas actuales aconsejan optimizar los viajes al mercado y grandes superficies.Pero siempre puedes congelar la carne y el pescado. Aprovechamos la ocasión para recordar nuestro consejo de madre: no descongeles fuera del frigorífico.
En el caso además de los pescados, procura elegir aquellos que estén más frescos. O bien por consejo del profesional que te atienda, o bien porque el aspecto de la pieza sugiera que está fresco – agallas rojas, ojos brillantes, textura firme.
Frutas y verduras
No todas las frutas y verduras necesitan estar dentro del frigorífico, aunque sea verano. Las cebollas y las patatas siguen resistiendo bien en el exterior, así como los ajos. Para el resto, aprovecha el espacio correcto en las baldas del frigorífico ideadas mantener estos productos, incluyendo el cajón de las verduras.
Si adquieres frutas y verduras envueltos en papel film o en bolsa de plástico, la acumulación de humedad puede hacer que se pudran antes, al no transpirar, cuidado.
Almacena correctamente
Igual que hay baldas específicas en el frigorífico para frutas y verduras, donde la temperatura es más fría, también las hay para el resto de alimentos. En cualquier caso, mantener los productos que introduzcamos en la nevera en recipientes adecuados nos va a ayudar a que permanezcan en buenas condiciones más tiempo. Si no puedes usar recipientes de plástico, o tienes el recipiente pero vete tú a saber dónde está su tapa, utiliza bolsas de conservación. Si ya cuentas con la posibilidad de envasar al vacío, nuestra más sincera enhorabuena.
Ten a punto el frigorífico
Los frigoríficos viven su temporada alta en verano, así que es importante prepararlos para que cumplan su trabajo lo mejor que puedan. Asegúrate de que las gomas, las superficies y el interior del frigorífico en general están perfectamente limpios.
Aunque es un electrodoméstico preparado para tener una vida larga, inevitablemente van perdiendo eficacia. Tus alimentos no se conservan igual en un frigorífico de hace veinte años que en uno recién comprado de cierta calidad. Además, no se trata sólo de que tengas el agua bien fresquita cuando llegues a casa: un buen frigorífico con etiqueta energética A en adelante, optimiza notablemente el consumo energético en tu casa y eso se nota al pagar la factura.
Platos cocinados
Es habitual que empecemos haciendo arroz para dos personas y acabemos con una olla para más de la mitad de la región. Para evitar este desperdicio de comida, lo ideal es envasar aquello que cocinemos correctamente, anotando la fecha de cocinado, y congelarlo. Por el contrario, si crees que la consumirás en los próximos dos o tres días, guárdala en la nevera, pero siempre en un recipiente adecuado y tapado, para evitar contaminar el resto de alimentos.
No debes mezclar alimentos crudos con alimentos cocinados, trata de mantenerlos en baldas separadas y con espacio suficiente para.
Recoger la mesa
Es verdad que es una tarea que siempre nos da cierta pereza. Acabamos de comer, nos liamos a hablar en la sobremesa, nos puede el sopor… pero es importante que recojamos. No podemos dejar los restos de alimentos en la mesa en pleno verano porque es probable que se pongan malos con mayor facilidad. Esto no incluye sólo las sobras de comida, también las salsas, frutas y postres en general. Venga, que son sólo 5 minutos de la mesa al frigorífico.
Te rogamos encarecidamente que tampoco dejes nada fuera del frigorífico en verano durante la noche. Al no ser que pases la época estival en un pueblo en medio de las montañas, es más que probable que al día siguiente se haya puesto mala.
Ahora que ya sabes cómo conservar alimentos en verano, es hora de hacer la lista de la compra y, posteriormente, guardar los productos en tu hogar adoptando los consejos que te hemos propuesto. Recuerda la importancia de no tirar comida, pues es un acto de responsabilidad que todos debemos practicar en nuestra vida diaria.