Sin duda es necesario lavar la ropa pero muchas veces la solución se convierte en el problema y cuando nos la vamos a poner huele tremendamente a humedad: hoy vamos a ver cómo quitar ese olor a humedad de la ropa.
Prevenir antes de curar
Lo más importante es asegurarte que la ropa pasa el menor tiempo posible húmeda. Si se ha mojado antes de lavarla hay que meterla en la lavadora lo antes posible y no echarla al cesto de la ropa sucia porque, si lo haces, puede coger olor a humedad y hacer que este sea persistente.
Si, por el contrario, has lavado la ropa y está húmeda, hay que tenderla lo antes posible. Lo más recomendable es tenderla al aire libre pues el sol y el aire son mágicos a la hora de quitar el olor a humedad de la ropa.
Si no puedes secarlas al sol, intenta al menos que la habitación en la que tiendes la ropa esté lo más ventilada posible y que haya un mínimo de corriente, de esta manera evitarás los malos olores. También puedes ponerla en la habitación más amplia de la casa.
Localiza la fuente
Muchas veces el mal olor no proviene de la humedad de la ropa, en estas ocasiones, para quitar el olor, hay que ir a la fuente.
Uno de los focos puede ser el armario. En determinadas épocas del año o si has metido ropa que no estaba seca, el armario puede coger humedad e impregnar ese olor en tu ropa. Para eliminarlo hay que volver a lavar todo y limpiar el armario con lejía o con carbón activo que absorbe los olores.
La causa también puede ser que hayas dejado cerrada la lavadora y se haya acumulado humedad en su interior. En ese caso, lo mejor es sacar la ropa y hacer un ciclo con la lavadora vacía y dos vasos de vinagre en el tambor. De esta manera se eliminarán todos los olores.
Olor persistente
Si el olor es persistente está claro que el problema está en la ropa así que no nos quedará más remedio que usar esa gran ayuda para cualquier tipo de olor o mancha difícil que es el bicarbonato.
Haz un ciclo de lavadora acorde a las prendas que vas a lavar pero, en lugar de poner detergente en el cajón, pon bicarbonato y un poco de suavizante. Luego sólo tienes que dejar que la lavadora y el bicarbonato hagan su trabajo.
Una vez que saques la ropa, asegúrate de que puedes tenderla al sol o en una habitación ventilada y de que el armario no huela a humedad, no vayas a deshacer el trabajo hecho.