Si te acabas de independizar o te has quedado solo en casa y tienes que hacer la colada, seguro que te han asaltado ya las primeras dudas. ¿Cómo pongo la lavadora?¿Qué significan estos signos escritos en clave?¿Por qué nunca aparecen las instrucciones de los electrodomésticos cuando las busco? De momento, te vamos a dar respuesta y apuntes básicos sobre los símbolos de la lavadora, y más adelante resolveremos otras dudas existenciales domésticas.
Prometemos describirte también los programas con los que cuenta el electrodoméstico que te dispones a utilizar y algunos consejos para que tu ropa luzca como nueva. La lavadora nunca más guardará secretos para ti, salvo aquello de a dónde van a parar tus calcetines.
Descubre los símbolos de la lavadora
Son muy sencillos en apariencia, pero no siempre es tan fácil hallarles traducción. Dominarlos te llevará apenas unos minutos y merece la pena porque reducirás las posibilidades de error, desde encoger tu ropa a tamaño gnomo hasta lavar juntos los colores adecuados.
¿Ves una flecha que apunta a una línea vertical? Es la programación diferida, una opción que te permite programar la lavadora para que comience a una hora determinada. Sí, todo un avance que te va a permitir optimizar tu tiempo dentro y fuera de casa.
Una espiral representa el centrifugado. Puedes elegir sus revoluciones para que el lavado sea más efectivo y la ropa salga más seca. Tiene un inconveniente: también acabará más arrugada. Pero ya sabes, secreto de madre, sacúdela bien antes de tenderla y te ahorrarás tiempo de planchado.
El contorno de una flecha que apunta a la izquierda es el símbolo del lavado rápido y ecológico, dado que ahorra energía. En algunas lavadoras también puede venir señalado directamente con la palabra «eco», por lo que no tiene pérdida. Asegúrate de mirar bien los tiempos de lavado para que no se eternice tu espera para tender la ropa o secarla en secadora.
La palabra Menos acompañada del dibujo de una plancha te advierte de que un centrifugado ahuecado reducirá la formación de arrugas. En consecuencia, te costará menos planchar. Puede que al leer esto se te hayan saltado las lágrimas de la emoción: sí, tu lavadora te ayuda a que tu vida sea mejor en varios aspectos.
Lo que parecen dos cubetas con agua indican un nivel de agua más alto y ciclo de aclarado adicional. Una cubeta en solitario y la abreviatura Prelav. quiere decir un prelavado, idóneo para ropa especialmente sucia. Si tienes niños, es más que probable que domines el arte del prelavado a estas alturas; si no, nunca está de más saberlo.
Otros símbolos de la lavadora que puedes encontrarte también incluyen:
– El de antialergias es el recomendado para piel sensible. Lava a temperatura más alta y con más aclarados.
– El dibujo de una camisa es el ideal para lavar hasta dos kilos de estas prendas, con un centrifugado de pocas revoluciones para que no se formen arrugas.
– El de ropa oscura es perfecto para tejidos de color negro o muy oscuros, como pantalones vaqueros. Recuerda que es mejor, para conservar su color original, lavarlos del revés.
– El icono de sport es fácil identificar con las prendas deportivas.
– ¿Ves la imagen de almohadas? Quiere decir que puedes lavar hasta dos kilos de elementos rellenos como, obviamente, las almohadas, cojines, edredones… Otro tanto ocurre con las cortinas, aunque admite hasta tres kilos y medio e incluye un centrifugado suave. Asegúrate de secar bien este tipo de colada para que no guarde olor a humedad.
También el cajetín presenta sus símbolos. Una barra quiere decir detergente si se precisa prelavado; dos barras, el detergente para un lavado normal. Una flor hace referencia al cajetín donde has de echar el suavizante. Un triángulo indica el lugar de la lejía y otros blanqueantes.
Los distintos programas de lavadora
Tan importantes como los símbolos son los programas de lavadora. Los automáticos te ahorrarán quebraderos de cabeza, dado que contemplan un tiempo y una temperatura concreta del agua, aunque lo idóneo es elegir el específico para la ropa que vayas a lavar.
– Delicado: para prendas como las confeccionadas en seda.
– Algodón: específico para este tejido.
– Lana: para evitar que se estropeen tus mejores prendas de tejidos naturales.
– Sintéticos: para el resto de prendas que no precisan de tanto cuidado, lavados más de tu día a día.
– Antialergias: trata de eliminar los ácaros empleando agua muy caliente.
– Lavado rápido: se traduce en cerca de 30 minutos de lavado, aunque encontrarás opciones de 15 y 45 minutos. Se trata de un lavado rápido para refrescar la ropa y eliminar malos olores, como el de comida que con frecuencia permanece adherido a la ropa tras pasar por restaurantes.
– Ropa oscura: para prendas de color negro o similar y vaqueros.
– Limpieza de tambor: es el destinado a lavar la propia lavadora para que se mantenga en perfectas condiciones y alargue su vida. Un sencillo ejercicio de mantenimiento que de vez en cuando es necesario llevar a cabo. Aprovechamos para recordarte que las gomas de la puerta necesitan también pequeñas revisiones porque tienden a acumular pelusa como si fueran los bajos de un sofá.
Consejos para usar la lavadora correctamente
Ahora que ya dominas su lenguaje y eres capaz de programarla con la seguridad de sacarle el máximo partido, llega el momento de aprender una serie de recomendaciones para usar la lavadora correctamente. Tu ropa te lo agradecerá.
Para empezar, separa tus prendas de ropa por colores. Las prendas de color blanco no deben compartir lavado con las de tonos oscuros o aquellas que sospeches que destiñen. Puede que al principio no notes gran diferencia, si tienes suerte, pero progresivamente los blancos van perdiendo luminosidad.
Lee las etiquetas que suelen venir cosidas a cada vestido, camisa, pantalón y el resto de tu ropa. Si bien no es una lectura muy apasionante, ofrecen información precisa y básica sobre cómo tratar las prendas para que te duren más y conserven sus colores y forma. Esas tiras provistas de infinidad de información pueden evitar que tus adquisiciones de moda se estropeen por no darles los cuidados que precisan.
Si vas a introducir en el tambor prendas delicadas, como unas medias o lencería que no quieres que sufra daños, utiliza una bolsa para protegerlas. Puedes encontrarlas en numerosas tiendas y prolongarán notablemente la vida de tu ropa interior, que además podrás tender de manera organizada al sacarla de la lavadora sin que se caiga al suelo al extraer el resto de prendas.
Elige el detergente y el suavizante más adecuados. Algunos productos ayudan a reavivar los colores. Otros hacen que se mantengan suaves y no se apelmacen. Y recuerda que usar más detergente o suavizante de la dosis recomendada no es necesario. Tu ropa no va a estar más limpia ni va a oler mejor, es un gasto adicional para ti y perjudicial para el medio ambiente, sin que sea una mejora manifiesta del lavado.
Usar la lavadora sin miedo
Toma nota de los símbolos de tu lavadora más básicos para evitar que tu vestuario sufra las dramáticas consecuencias de no saber qué botones estás pulsando ni por qué. Hablar su idioma convertirá a tu lavadora en la aliada perfecta. Sigue estos consejos y tus prendas nunca más serán víctimas de un error en el lavado, ¡a no ser que busques una excusa para irte de compras!