La cocina es uno de tus mejores aliados en estos días en los que no se puede salir de casa: eso ya lo sabes. Hacer pan es una actividad muy gratificante y accesible para todo el mundo, pero puedes ir un paso más allá y convertirte en un profesional del amasado y del pan casero.
Los elementos comunes
Hagas el tipo de pan que hagas vas a necesitar agua, harina, levadura y sal. El agua es la clave para la textura de la masa y tienes que procurar que esté lo más filtrada posible y a temperatura ambiente. El resto ya depende de tu creatividad.
La harina más común es la de trigo aunque puedes usar cebada, espelta, maíz, centeno, etc. dependiendo del tipo de pan que quieras hacer. En cuanto a la levadura puedes usar perfectamente la de venta en supermercado o ir más allá y hacer masa madre, que no es más que agua y trigo fermentados en condiciones determinadas.
El amasado también es importante. Da igual el pan que vayas a hacer, lo conveniente es amasar un par de veces, la primera para integrar los ingredientes y la segunda para darle elasticidad a la masa.
Aquí es importante no poner los ingredientes añadidos (semillas, esencias, frutos secos…) hasta que no esté hecha la masa para que no se rompan los alveolos que van a dejar la miga esponjosa.
A la hora de fermentar la masa hay que tener en cuenta si se ha usado levadura o masa madre pero sólo por una cuestión de tiempo. Para saber cuándo la masa está fermentada tienes que comprobar que haya doblado su tamaño y que no salgan líquidos de la base.
Por último, la temperatura de tu horno debe ser entre 180º y 200º. Si quieres que tenga una costra bien dura puedes poner un recipiente con agua en el fondo y retirarlo mas o menos a mitad de la cocción.
Pan de pueblo
La clave de este pan casero caes preparar la masa madre el día anterior con levadura, harina y agua. Una vez amasada la dejamos toda la noche en el frigorífico tapada con film.
Cuando esté lista la masa madre hacemos la masa del pan poniendo también levadura y dejamos que doble su tamaño unos 30 min. Cuando lo haya hecho, volvemos a amasar para sacar el aire y dejamos reposar otra media hora.
Después de esto, horneamos unos 10 min a 250º y luego bajamos a 200º y horneamos unos 40 min más. Después de esto, ya sólo nos quedaría dejar enfriar el pan.
Pan sin amasado
El secreto de este pan es la fermentación de la masa, que va a suplir el amasado. Lo primero, se hace la masa con levadura, agua y harina y se mezcla sin amasar, una vez hecho esto, metemos la masa en la nevera y dejamos que repose unas 12 horas.
Enharinamos la mesa de trabajo y ponemos encima la masa, estirándola hasta hacer un cuadrado. Cogemos dos bordes opuestos y los doblamos hacia el centro y hacemos lo mismo con los otros dos y dejamos que se fermente hasta doblar su tamaño.
Mientras el pan fermenta, calentamos el horno a unos 250º durante 10 minutos. Bajamos a 200º y volcamos la masa dada la vuelta y horneamos durante 30 min. Este pan queda genial con semillas o pequeños frutos secos.
Pan irlandés
La ventaja de este pan casero es que no necesitas levadura y se tarda muy poco en hacer, en 30 min ya lo tienes. Lo primero que hay que hacer es mezclar 375 ml de leche con el zumo de medio limón.
A esta mezcla le añadimos 500 gr de harina y una cucharadita de bicarbonato y mezclamos hasta conseguir una masa homogénea. Después lo movemos a una superficie enharinada y amasamos durante un par de minutos.
Una vez hecha la masa ya sólo queda darle forma y meterla en el horno 30 min a unos 200º. Una vez horneado, lo sacamos y lo dejamos enfriar.
Pan de quinoa
Para este pan vas a necesitar algún tipo de amasadora porque la masa es muy pringosa y es difícil conseguir una textura idónea a mano. Lo primero es hacer la masa madre incorporándole un poco de leche y dejando fermentar.
Una vez hecho esto hay que hervir 200 gr de quinoa en el doble de agua hasta que la incorpore toda. Por otro lado hervimos 60 gr de avena en la misma cantidad de agua y leche.
Metemos todos los elementos en una amasadora con 600 gr de harina, 180 gr de agua y un poco de levadura y amasamos hasta que nos quede una mezcla homogénea. Una vez hecho esto, horneamos nuestro pan casero de quinoa durante 45 min a 200º.
Pan de hamburguesa
Aquí la clave es usar leche y huevo en la masa. Cogemos 150 ml de leche y echamos un poco en un bol con 3 gr de levadura. En otro bol ponemos, un huevo, 125 ml de agua tibia, el resto de la leche, un chorro de aceite y una pizca de sal.
Ahora ponemos en un bol más grande la harina con un poco de azúcar y hacemos un agujero en el que vamos a echar las dos mezclas anteriores y amasamos durante unos minutos.
Cuando haya doblado el tamaño volvemos a amasar y dejamos reposar otra hora. Una vez lista la masa hacemos bolas con ella de unos 100 gr y las pincelamos con un poco de agua o de huevo batido antes de hornearlas una media hora a 200º. Dejamos enfriar y ya tenemos un increíble pan casero que da un sabor espectacular a nuestras hamburguesas.
Pan bao
La base de este pan asiático tan de moda es la misma que la del resto de panes que hemos visto hasta ahora. Para hacerlo ponemos 140 gr de harina, 5 de levadura, azúcar y sal y lo mezclamos con 4 cucharadas de leche y 2 de agua.
Amasamos unos minutos y dejamos que la masa fermente hasta doblar su volumen, tardará una hora más o menos. Después volvemos a amasar para quitar el gas y dividimos la masa en 4 partes que esturaremos hasta que tengan una forma ovalada.
Después de esto se cocina el pan pero, en lugar de hacerlo en el horno, lo hacemos al vapor calentando agua hasta que hierva y colocando una vaporera encima con la masa. En 10 min tu pan bao estará listo.
Con estas recetas puedes sacarle un buen partido a tu horno y complementar tu menú con pasteles, bizcochos y todo lo que se te ocurra. Ya estás listo para empezar a amasar y complementar tu menú, atrévete.
