¿Te has preguntado alguna vez por qué hay ciertos alimentos que solo tomamos en verano? ¿O por qué el cuerpo te pide melón o sandía y no un guiso de lentejas cuando hay cuarenta grados? Igual que algunos alimentos nos ayudan a pasar mejor el verano, otros alimentos nos vienen genial para combatir el frío invernal.
El cuerpo modifica sus necesidades alimentarias en un intento de adaptarse a su entorno. La capacidad hidratante de determinados alimentos es lo que nos lleva a consumirlos más en verano, donde el organismo pierde más líquido debido al calor.
La llegada del otoño y el invierno también tiene efectos en nuestro organismo y nos preparamos para la bajada de temperatura. El cuerpo necesita conservar y mantener su calor, especialmente a la intemperie. Para esto, utiliza los nutrientes disponibles que, después de ser metabolizados, dan un aporte energético al cuerpo subiendo o manteniendo la temperatura. Cuando el frío arrecia, nuestro cuerpo también nos pide el consumo de alimentos calientes. Por ejemplo, tomar un plato de legumbres bien calentito es de lo más agradable durante los meses invernales, pero sería un deporte de riesgo en los meses de verano, salvo que tengáis la opción de juntar la siesta con el sueño nocturno.
Alimentos para combatir el frío
En estos días donde estamos alcanzando temperaturas bajo cero, os contamos qué alimentos os pueden ayudar a mantener mejor el calorcito, porque ¡no siempre es suficiente con poneros doble calcetín! Existen muchos productos saludables cuyo aporte nutricional favorece la producción de calor.
Pescado. Su consumo aporta grasas, como el Omega 3, que son beneficiosas para la salud y que consiguen alzar tu temperatura corporal. Así que un buen pescado al horno te puede ayudar a mantenerte calentito el resto de la tarde.
Legumbres. Su rico contenido en proteínas e hidratos permite un extra de energía. Además, su aporte de fibra reduce el colesterol y garantiza una mejora del funcionamiento intestinal. En el caso de las lentejas, en apenas unos minutos sobre la placa de inducción puedes hacer un guiso clásico y tradicional para continuar tu jornada.
Manzanilla y otras infusiones. Este alimento se utiliza como remedio para muchas enfermedades. Como se sabe, ante el dolor de tripa, la manzanilla es muy útil, pero quizá es menos conocida su eficacia ante el catarro. Además de prevenirlo, puede aliviar sus síntomas respiratorios. Ante un resfriado te aconsejamos que, además de la medicación oportuna para sobrellevar la semana de rigor, bebas manzanilla. Pero las infusiones y los tés en general poseen múltiples propiedades de las que te puedes beneficiar en cualquier momento como una bebida saludable. No nos olvidemos de la hidratación en invierno.
Frutos secos. Estos alimentos procuran al organismo un buen aporte de vitamina E, que sirve para la prevención de algunas enfermedades degenerativas (como el Parkinson) y estimula el crecimiento del pelo como si fueran una clínica en Turquía. Bastan unos pocos cacahuetes o unas pocas almendras para aumentar el calor corporal, gracias a su gran aporte energético.
Jengibre. Esta planta se utiliza en infusiones, pero también ayuda a enriquecer los guisos o incluso los postres. Entre sus propiedades está la de favorecer la expectoración, así que es de gran ayuda en la gripe o en el catarro común. Además, es un sabor perfecto para combinar con muchos platos.
Arroz. Tanto si se utiliza en caldos como si se sirve en un plato después de haber sido hervido, es de gran utilidad para combatir el frío. Además, es uno de esos productos que -aunque es mejor tomarlo recién hecho- también está rico al día siguiente con un empujón de calor.
Pasta. Los hidratos de carbono procedente de la pasta y de las patatas, por ejemplo, nos aportarán energía para sobrellevar el frío. No sólo tienes innumerables recetas deliciosas: también muy saludables y para todos los gustos.
Platos de cuchara en invierno
Guisos y cremas de verduras son algunos de los alimentos contra el frío que tu cuerpo te reclama cuando bajan las temperaturas. Especialmente en los días en los que sientes frío, un caldo de pollo puede ser una buena solución para entrar en calor y, además, posee propiedades anticatarrales. Una de las claves para obtener un buen caldo es usar productos de calidad, además de la paciencia.
La crema de verduras es de esas comidas que nos reconforta en invierno, tanto para comida como para cena. Cuando está caliente, se convierte en un plato idóneo para la temporada invernal y, además, evita el aumento de peso, otro de los retos en enero, a la vez que aporta nutrientes muy saludables al organismo.
Cocina tradicional ante las bajas temperaturas
Un remedio ante el frío es la comida para el invierno de sabor tradicional. La comida preparada en casa, a diferencia de la que puedes tomar en otros sitios, destaca por ser una comida realizada, sobre todo, con productos naturales y, lo que es más importante, por llegar caliente al plato.
La otra gran opción son las sopas. Puedes elaborar sopa con prácticamente cualquier ingrediente que tengas en la nevera y siempre te van a hacer entrar en calor, con un tiempo breve de cocinado.
Y te recordamos que el alcohol, lejos de ayudarnos a entrar en calor a pesar de lo que comúnmente se cree, nos hará pasar más frío provocando la pérdida de temperatura.
Así que estos días de invierno no te olvides de incluir en tu lista de imprescindibles, junto a la mantita y tu catálogo de series o películas infantiles, un buen menú para entrar en calor de la forma más rápida.