Más o menos un tercio de la comida que compramos acaba en la basura. La cocina de aprovechamiento es, a día de hoy, una estrategia esencial en todos nuestros hogares, ya sean estos de familias numerosas o de una persona.
Carnes
La cocina de aprovechamiento de la carne es esencial en la cocina tradicional. La carne suele ser un producto caro y, en las recetas de toda la vida, se procura que nada se desperdicie.
Desde las croquetas de pollo, jamón o prácticamente cualquier cosa que se te ocurra, hasta el aprovechamiento de los huesos para hacer caldos o infusiones, hay cientos de elaboraciones para aprovechar cualquier centímetro de una pieza de carne.
Una solución para las pieles, por ejemplo, es cocinarlas en tempura o tostarlas. De este modo se desecan y se pueden triturar para hacer nuevas texturas, polvos aromáticos u usarlas en rebozados.
Pescados
El mismo caso de las carnes, se puede aprovechar todo, desde las cabezas y las espinas para hacer caldos hasta las pieles. Con las cabezas de marisco también se pueden hacer unos fumets deliciosos.
También puedes picar la carne sobrante para hacer hamburguesas, albóndigas o buñuelos, así también ofrecemos a los más pequeños una nueva manera de comer pescado.
Verduras
Todos tenemos más o menos claras las formas de aprovechar las verduras que se están empezando a poner maduras. Puedes hacer una crema de verduras, un pisto o un sofrito para aprovecharlo en caldos y guisos. También, siempre teniendo en cuenta los tiempos de cocción, puedes hacer una sopa deliciosa.
En el caso de las pieles puedes infusionarlas para hacer un fondo o una salsa pero también puedes freírlas o saltearlas con ajo y perejil hasta que queden doradas y crujientes para hacer un delicioso aperitivo. Esto vale también para algunos tallos.
Una de las maneras más efectivas de aumentar la cantidad de verdura de tu dieta es aprovechar todas sus partes, de este modo tendremos una dieta más saludable para reponernos de los excesos del verano.
Frutas
Una de las mejores maneras de aprovechar la fruta madura es batirla. Batidos, smoothies o zumos pueden darle una buena salida para la fruta que estamos planteándonos tirar. Además nos ayudarán con la hidratación y hará que los pequeños tomen más fruta.
Mermeladas y compotas también pueden usarse en desayuno o como acompañamiento de carnes y de entrantes. También podemos recurrir a los postres, hay un sinfín de recetas de pasteles y tartas de frutas, aunque estas alternativas contienen mucho azúcar, generalmente.
Por último, si las frutas son cítricos, podemos aprovechar su piel para caramelizar el azúcar, dar potencia a las infusiones o incluso aromatizar el aceite de oliva.