¿Tu lavadora pierde agua? No te preocupes, paso número uno del manual del buen amo de casa: mantén la calma. Que a veces ponemos el grito en el cielo por algo que tiene una solución más fácil de lo que creemos. Porque antes de pensar en que igual son los últimos días de nuestra lavadora, hay que comprobar dónde puede estar el problema y, lo más probable, es que podamos solucionarlo por nuestra cuenta.
Lo primero, comprobar el problema
Hay que ver si la lavadora pierde agua de manera puntual o se trata de una pérdida reiterada cada vez que iniciemos un ciclo de lavado. La lavadora puede perder agua porque no hemos cerrado bien la puerta o porque hemos sobrecargado el tambor, problemas puntuales que no van a repetirse en siguientes lavados.
También hay que comprobar por dónde pierde agua. No es lo mismo que pierda por el tambor, por el cajetín, por la parte de atrás o por la parte inferior. Son problemas distintos y, como tal, con distintas soluciones.
Para evitar las pérdidas puntuales lo mejor es apagar la lavadora y limpiarla a conciencia —con eso no queremos decir que la desarmes. Luego haz un ciclo rápido sin ropa en el tambor y comprueba que no pierde agua. Si no pierde nada, has solucionado el problema.
Nivelar la lavadora
Es un problema poco común porque la mayoría de las lavadoras están dentro de las casas pero, en ocasiones, tenemos la lavadora en el sótano o directamente en el garaje o en la sala de lavado.
Hay que comprobar que el suelo está a nivel o que la propia lavadora esté nivelada. Puedes comprobarlo utilizando un nivel, incluso te puedes descargar una aplicación que te haga el apaño en el móvil. Si ves que no lo está, cerciórate de si hay algo en el suelo que provoque el desnivel y, si es la lavadora, utiliza las patas enroscables para ponerla a nivel.
Si pierde por la puerta
Ya has comprobado que la pérdida de agua no es ocasional y que la lavadora está a nivel y aún así sigue perdiendo agua por la zona de la puerta. Bien, aquí existen una serie de problemas que pueden ir de más leve a más grave. Puede ser que la puerta pierda agua porque está algo sucia y ha acumulado moho o un exceso de detergente. En ese caso, la solución es sencilla, comprueba que las gomas están limpias y, si no lo están, límpialas con detergente o con agua y bicarbonato.
También puede ser que la fuga esté ocasionada porque se haya roto la goma. Las gomas, con el uso, pueden deteriorarse y no cerrar completamente la puerta. La solución en ese caso es cambiarlas, no es nada difícil si tienes claro cómo.
Otra opción puede ser que pierda agua porque esta entra con una presión excesiva al tambor y la puerta no puede resistirla. En este caso, lo mejor es bajar la presión de entrada pero, para solucionarlo, hay que llamar a un profesional.
Otro problema grave es una rotura de la puerta causada por sobrecarga en el tambor. Muchas veces sobrecargamos la lavadora y, un golpe o la propia rotación, pueden hacer que se salga o se rompa. En este caso también hay que recurrir a un profesional.
El cajetín
Si la pérdida de agua se da por el cajetín, estás de suerte, este problema suele ser temporal y tener una solución muy fácil. Si el agua sale por el cajetín significa que has añadido demasiado jabón, esto hace que se genere mucha espuma y el agua busque salida por la parte superior. La solución es sencilla, espera a que el ciclo acabe y haz un ciclo sin jabón y sin ropa para que se elimine todo el jabón.
El filtro
Otro problema sencillo es que pierda agua porque el filtro de la lavadora se haya atascado o la bomba se haya deteriorado. Si el problema es el filtro, no te preocupes, limpiar el filtro de la lavadora es un problema de fácil solución. De hecho, el filtro es algo que debes limpiar con cierta frecuencia porque ahí no encontrarás los calcetines desemparejados, pero por lo demás, cualquier cosa que te esperes. Pero si lo que se ha roto es la bomba, es hora de llamar a un reparador profesional, ahí no hay tu tía.
Las mangueras
Tu lavadora tiene dos mangueras: una de entrada y otra de salida. Hasta aquí, todo entendido. Cualquiera de ellas puede dar problemas ocasionalmente, así que, si tu lavadora pierde agua, es hora de echarles un ojo. Es muy fácil de identificar si viene de las mangueras porque la pérdida de agua se realizará por la parte de atrás de la lavadora.
Lo primero que hay que hacer es comprobar las mangueras. Es más normal que se deteriore la manguera de entrada,, porque soporta la presión de entrada del agua, pero lo más inteligente es comprobar las dos. Si una de ellas está rota, hay que comprar una igual y sustituirla. Si no están rotas, es posible que estén atascadas. En este caso, es más normal que sea la de salida, por acumulación de cal o jabón. Aquí puedes sustituirlas o usar un líquido desatascador para eliminar el atasco. Si no está rota o atascada el problema es más grave, pueden ser las juntas o la presión del agua y, en este punto, efectivamente, necesitas ayuda de un reparador profesional.
Como ves, la variedad de problemas es grande, así como su solución así que, antes de cambiar de lavadora, intenta echar un ojo para averiguar cuál puede ser el problema porque hay muchas probabilidades de que la solución esté al alcance de tu mano. Además, siempre te sientes muy bien cuando logras reparar el más mínimo problema en casa, como si fueras un manitas de primera división. Por último y no menos importante, recuerda que en las instrucciones y manuales de los electrodomésticos —esos libros que vienen con ellos y que nunca leemos— también vienen los problemas más habituales y cómo solucionarlos.