Por estética o cuestiones prácticas, el mantenimiento de la cocina es una necesidad que surge cada cierto tiempo. Y no solo hablamos de electrodomésticos y menaje. El aspecto de la cocina también adolece de su uso, lógicamente, y es necesario hacer cambios. Pero renovar la cocina sin obras, es posible.
Como a veces la falta de tiempo y presupuesto juega en nuestra contra, también hay opciones para hacer un lavado de cara a tu cocina y con resultados dignos de programa de decoración televisivo. Así que, si crees que no es necesario recurrir a una reforma que implique obras en la cocina, te damos algunas ideas para que llevar un nuevo aire a la estancia más transitada de la casa, con permiso del cuarto de baño.
¿Qué errores y qué aciertos puedes cometer al renovar una cocina sin obras?
El presupuesto y la elección de materiales y acabados son la diferencia básica. Naturalmente, sabrás cuándo necesitas la mano de un profesional para reformas más profundas y cuándo puedes embarcarte tú en dar otro aire a la cocina.
Plantear sobre el papel qué quieres cambiar, posibles costes y las horas de las que dispones, te ahorrará tiempo y dinero. Es importante tener claro qué quieres conseguir desde un principio, no hay prisa para esto. Porque una planificación previa, te ahorrará disgustos.
Por ejemplo, tienes que asegurarte de que eliges la pintura correcta según el tipo de muebles que tienes y para los azulejos, en el caso de querer modificar paredes y mobiliario general. También es muy importante que midas bien las cortinas, el espacio para los muebles auxiliares, localización de estanterías, cómo no obstaculizar luz y ventilación…
Ideas para renovar la cocina sin obras
Modificar pequeños detalles o las superficies más amplias de la cocina, como paredes y suelos, son un cambio significativo que no tiene por qué conllevar obras. Incluso modificar los textiles y colores de la cocina puede ser algo accesible que no te lleve más de un fin de semana y con un resultado inmediato y económico.
Cómo renovar el suelo sin obras
El suelo es fundamental para cambiar el aspecto de una cocina. Entre las opciones, el suelo vinílico ofrece muy buenas prestaciones. Un punto diferente te lo puede dar el pavimento cerámico o el microcemento. Se colocan sobre tu suelo de siempre y ofrecen un resultado muy bueno y resistente para esta zona de la casa.
Cómo cambiar el aspecto de las paredes
Si quieres cambiar el aspecto de las paredes pero no deseas modificar los azulejos, puedes pintarlos con pintura específica. Es ideal si no te gusta limpiar los azulejos cada cierto tiempo. También puedes pintar solamente una de las paredes o intercalar diferentes colores afines.
Opta también por los vinilos o por empapelar con papel para pared de cocina. Si tienes colores lisos, a veces es suficiente con añadir una pequeña cenefa o tira vinilíca imitando azulejos.
Cómo otorgarles un aspecto nuevo a los muebles de siempre
Cambiar los muebles por unos nuevos puede resultar un gasto inasumible para muchos. Pero con algo de creatividad, ganarán un aspecto totalmente renovado sin necesidad de sustituirlos. Trata de pintar las puertas de los muebles con una pintura adecuada al tipo de material y cambia los pomos y tiradores.
Decapar y pintar los muebles dotándolos de un estilo determinado en comunión con otros elementos decorativos, puede dar una imagen renovada y uniformidad a una cocina de colores y mobiliario dispar.
También puedes hacerte con algún mueble auxiliar, como una pequeña estantería, unas sillas o algún taburete con estilo. Otra opción es colocar algunas baldas sobre la pared, no solo con pretensiones decorativas, sino también prácticas.
Textiles y plantas
Los textiles cambian mucho el aspecto de tu cocina. Sustituye las viejas cortinas por unas nuevas o considera añadirlas si no tienes; los estores son una buena opción. Puedes incluir alguna pequeña alfombra con un diseño original para debajo de la mesa.
Si se te hace un poco cuesta arriba lo que hemos visto hasta ahora, otra opción es centrarte en los pequeños detalles. Las plantas en las cocinas son una de las mejores herramientas para crear un ambiente acogedor y diferente. Considera factores como la luz y la temperatura para elegir qué tipo de plantas son las adecuadas para tu cocina.
Detalles de decoración
Elementos decorativos como el mimbre, velas u objetos de cobre funcionan muy bien en cocinas que buscan contrastes o aires retro, como en las casas de campo. Elementos rústicos como pequeñas pinceladas que mejoran el aspecto general de la cocina a nivel visual.
Los utensilio de cocina colgados y a la vista también ayudan a crear esa imagen de uniformidad de la que hablábamos. Los clásicos tarros de vidrio con pasta o legumbres, por ejemplo, otorgan un punto de calidez a la habitación. Y si quieres que tu cocina parezca más grande, puedes atreverte incluso a añadir espejos que ayudarán a reflejar la luz.
La importancia de la luz
La luz en la cocina no tiene por qué ser aburrida o limitarse a los fluorescentes. Cambia la iluminación general de tu cocina y los puntos de luz. Una lámpara de techo con un diseño adecuado, como elemento central, es un cambio sustancial para el diseño de muchas cocinas.
Las luces LED son una buena opción también para crear un ambiente agradable y acogedor, cumpliendo además con una labor funcional a la hora de cocinar.
Fregaderos y grifería
Los fregaderos y la grifería se han convertido en un centro de atención en la cocina. Han desarrollado notablemente las prestaciones funcionales para su uso diario. Pero también han incorporado mejoras en el diseño que lo convierten en un elemento estético que copa la atención.
Los nuevos materiales y colores no solo ofrecen un mejor rendimiento y durabilidad; también aportan contornos elegantes de vanguardia para dar imagen de cambio significativo en la decoración de la cocina.
El área del fregadero se ha convertido en una auténtica estación de trabajo con espacio para fregadero y grifería pero también para preparar los ingredientes de cara a cocinar.
Los electrodomésticos con diseño
Cambiar los electrodomésticos supone también un cambio importante para el diseño de tu cocina. No solo es un ahorro a nivel práctico, también puedes buscar las opciones que se adapten a tus espacios, por color, tamaño o integración.
Imaginación y algo de tiempo son las bases reales para efectuar cambios en tu hogar y, como en este caso, renovar una cocina sin obras. El objetivo es un espacio hecho a tu medida que vaya cambiando y evolucionando de la misma forma que lo haces tú, impulsando tu creatividad incluso en los detalles más cotidianos.