Todos estamos de acuerdo en que el agua es salud. Pero todavía se nos escapan muchos de los beneficios que tiene para nuestro cuerpo, y también los problemas que podemos sufrir si no la consumimos en cantidades suficientes. Te vamos a contar la importancia de tomar agua pero también algunos trucos para incrementar su consumo diario aumentando tu bienestar.
El agua es fuente de salud
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es indispensable tomar entre 1,5 y 2,5 litros de agua al día. Se trata de una estimación general, por supuesto, y cada persona tiene unas necesidades circunstanciales, pero nos puede dar una idea de que beber un vaso de agua al día no es suficiente ni de lejos. También tenemos el caso opuesto: los expertos advierten de que ingerir una cantidad desmesurada de agua provocará que los riñones funcionen más de lo que deberían.
Uno de los principales beneficios del agua en el organismo tiene que ver con sus propiedades térmicas. Ayuda a liberar el calor del cuerpo por medio de la evaporación del sudor. También nos aporta más energía y lubrica los músculos y articulaciones, reduciendo la probabilidad de padecer esguinces o calambres.
El agua potencia el sistema inmunológico, lo que se traduce en un menor riesgo de sufrir gripe u otras enfermedades similares. De igual manera, ayuda a prevenir la artritis o los cálculos renales, suciedad que se queda retenida en nuestro riñones y que podemos ayudar a disolver gracias a beber agua. La correcta hidratación de los riñones y del sistema digestivo puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir cáncer, especialmente el de colon y el de vejiga. Tomando consciencia de la importancia que tiene para nuestro organismo estar correctamente hidratados podemos prevenir muchos desórdenes y enfermedades.
¿Por qué debes beber mucha agua?
El agua no debe ser considerada un complemento a nuestra alimentación, sino la base de todo un estilo de vida saludable. Gran parte de los problemas que podemos sufrir en nuestro cuerpo, más de los que habitualmente pensamos, están relacionados con la deshidratación, por lo que te recomendamos consultar a tu médico ante el menor síntoma de esto.
Dejar de tomar agua provoca la interrupción del equilibrio del organismo. En consecuencia, somos más propensos a sufrir enfermedades como la diabetes o el colesterol alto. De igual modo, el cuerpo no digerirá los alimentos como debería, lo que se traduce en un aumento de peso. A su vez, es muy común la aparición de estreñimiento, fatiga (el cuerpo no tiene la energía que debería) y problemas digestivos. De la misma manera, disminuirá la presión arterial y la orina se volverá de color oscuro, indicando un exceso de sedimento.
El mejor cosmético
La piel es uno de los órganos que más hace notar la falta de agua, ya que rápidamente perderemos elasticidad e hidratación. Un consumo de agua diario debido, nos ayuda a mantener una piel sana y a mejorar visiblemente su aspecto. En muchas ocasiones nos preocupamos de obtener hidratación y tratamientos por vías externas cuando el mejor resultado de belleza, independientemente de nuestra edad, lo podemos obtener de forma fácil y barata bebiendo agua.
Trucos para beber más agua
No siempre bebemos conscientemente todo el agua que necesitamos. A medida que nos hacemos mayores, la necesidad de sed disminuye, a pesar de que nuestro cuerpo necesite ese agua. Por eso, hemos de estar especialmente atentos e incluso idear formas de recordarnos que hemos de beber agua. Si quieres aumentar la ingesta diaria, debes hacer cambios en tu rutina que te permitan parar cada cierto tiempo para tomar un vaso.
Intenta tener agua siempre a mano. En el momento en que tengas que desplazarte o romper la dinámica de lo que estés haciendo con pausas para levantarte a beber agua, es probable que te de pereza y acabes por no hacerlo. En el trabajo, puedes usar la clásica botella en tu escritorio, mejor de vidrio. También en muchas oficinas existen dispensadores de agua mineral en pasillos y zonas comunes, con agua de calidad. Aprovecha tus pausas cada hora para estirar las piernas y beber.
Otro consejo que puedes poner en práctica es añadir alarmas a ciertas horas del día para recordarte beber agua. Además, una opción fenomenal consiste en asignar momentos en los que bebas, al menos, un vaso. Por ejemplo, antes y después de comer, a la hora de acostarte a dormir, nada más despertar, etc.
Hay muchas personas que no consumen agua porque no les gusta el sabor que tiene el agua del grifo en su zona, y con razón. Si este es tu caso, aparte de comprar agua mineral, considera prepararte infusiones o comprar preparados que le agreguen sabor, pero siempre sin azúcar. También puedes hacer zumos diluidos o limonadas.
Ancianos y niños: el agua es aún más importante
Según los expertos, los niños (especialmente los que están en edad escolar) y los ancianos son los grupos poblacionales que más probabilidades tienen de sufrir deshidratación. Por ello, constantemente se anima a las familias a vigilar los hábitos alimenticios de los más pequeños y los más mayores del hogar, pues en caso de enfermedad, el cuerpo debe haber estado bien hidratado.
En el caso de los niños, que son más propensos a sufrir infecciones gastrointestinales, los vómitos y las diarreas hacen que pierdan una cantidad excesivamente alta de agua y electrolitos. Puedes tratar de convertirlo en un juego, apuntando el consumo de agua diario, hasta acabar instaurando ese hábito en su alimentación. O añadiendo otros alimentos y convirtiendo el agua en una bebida refrescante saludable.
La tercera edad, por su parte, tiene un organismo que comienza a perder algunas de sus capacidades. En este sentido, como comentábamos, pueden sufrir una pérdida en la percepción de la sed, por lo que a menudo dejan de tomar agua. Los médicos advierten de esta situación, indicando que, en caso de que no la tomen, una alternativa pueden ser las bebidas isotónicas, aunque con moderación.
El agua es salud y la base del adecuado funcionamiento de nuestros sistemas, y una alimentación y dieta equilibrada no tiene cabida si no es acompañada de agua, algo que no puede ser sustituido por otras bebidas. Recuerda la importancia de tomar una cantidad suficiente al día y de animar a que los miembros de tu familia hagan lo mismo.