Practica la alimentación mindfulness y siente sus beneficios

5 febrero, 2020

¿Has oído hablar de la alimentación mindfulness? ¿Quieres saber por qué cada vez tiene más adeptos en nuestra sociedad? Te introducimos en esta forma de alimentación consciente a través de este artículo.


Alimentación mindfulness

La alimentación consciente parte de la filosofía mindfulness. Está enfocada al ámbito de la nutrición y se entiende como el arte de poner nuestros cinco sentidos durante el proceso de ingesta de los alimentos. Se trata de comer despacio, disfrutando de cada olor, sabor y textura de manera plenamente consciente.

Seguramente tu ritmo de vida te ha hecho enfrentar la hora de la comida con prisas y despreocupación. Buscas comer rápido y sin complicaciones, recurriendo a lo primero que tienes a mano para poder continuar con lo que estabas haciendo antes de parar. No obstante, se ha demostrado que esta alimentación «inconsciente» perjudica tanto a la salud física como a la mental


La filosofía mindfulness

Cuando hablamos de filosofía mindfulness hacemos referencia a la concentración en el aquí y el ahora; es decir, ser plenamente conscientes de lo que hacemos y sentimos. El mindfulness nace de la necesidad de dedicarnos tiempo, de disfrutar lo que nos rodea e identificar los sentimientos que nos provoca. Vivimos inmersos en una sociedad frenética y estresante que hace que nos olvidemos de quiénes somos y qué necesitamos.

A través de la filosofía mindfulness, se logra recuperar la concentración sobre lo que hacemos y sentimos, haciéndonos conscientes de la vida y los pequeños placeres. Es una manera de respetarnos a nosotros y también lograr cierta armonía con el entorno a través de ese respeto, así como de disfrutar de lo que tenemos en ese preciso instante.


Consejos para comer de forma consciente

Puede que al principio te resulte complicado engancharte a esta filosofía, ya que implica compromiso y atención plena. Por eso, queremos darte algunos consejos para hacer el proceso de adaptación más sencillo: 


1. Come por necesidad

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Es muy habitual picotear durante el día por aburrimiento, ansiedad o puro capricho. Antes de caer en la tentación, pregúntate si tienes hambre física, emocional o simplemente ganas de comer. En estos dos últimos casos, lo habitual es recurrir a alimentos con exceso de grasa, azúcar y sal.

Ten en cuenta que, excepto las comidas necesarias en el día, lo demás es fruto de tu cabeza y de los malos hábitos. ¿Un consejo para erradicarlos? Sustituye los asaltos a la nevera por paseos cortos, beber un vaso de agua o realizar actividades que te distraigan de una ingesta de alimentos innecesaria. 


2. Respeta la hora de la comida

Aunque sea el único rato libre en tu jornada laboral, procura no distraer la mente consultando las noticias o las redes sociales. Es el momento de comer y poner atención en lo que saboreas y experimentas durante el proceso. Pon en silencio tu móvil y disfruta de un verdadero momento de relax. 


3. Eres tu propio invitado

Muchas veces, cuando tienes invitados en casa, pones tus mayores esfuerzos en mostrar una mesa bonita y elaborar un menú delicioso para hacerlos sentir cómodos. Pues bien, no hay mejor invitado que tú mismo. Prepara una mesa a tu gusto y dispón los platos como si estuvieras siendo atendido en un restaurante. Almorzar en un ambiente agradable refuerza la sensación positiva del acto de comer


4. Sin prisas

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Cuando ya tengas todo preparado, lo fundamental es que comas despacio. Emplea un mínimo de 20 minutos para degustar tu almuerzo, masticando tranquilamente y saboreando cada alimento. Descansa entre un plato y otro; no hay nada más importante en este momento.

El hecho de comer de esta forma y no engullir, como acabamos haciendo muchas veces, también tiene beneficios inmediatos sobre nuestra salud. Tus digestiones mejorarán al masticar mejor y comer despacio, y tu estómago te lo agradecerá.


5. Andar antes que correr

Como ocurre con todos los buenos hábitos, incorporarlos al día a día puede resultar una tarea complicada. La alimentación mindfulness es un estilo de vida y, como tal, requiere que vayas modificando los patrones habituales de conducta poco a poco. Empieza introduciendo comidas conscientes una vez por semana y ve subiendo el ritmo progresivamente. Así, de manera escalonada, conseguirás crear un hábito saludable y necesario sin tener que hacer grandes esfuerzos. 


6. Pon a prueba tu capacidad

batch cooking recetas

Mientras comes, prueba a identificar los sabores y texturas presentes en el plato. ¿Es un bocado ácido o amargo?¿Cremoso o crujiente? Prueba recetas nuevas, con nuevos ingredientes, cocinando de manera diferente y incluso preparando el menú de toda la semana para aprovechar al máximo tu tiempo sin perder un ápice de calidad.

Beneficios de la alimentación mindfulnesss

Comer de manera consciente no solo repercutirá de forma positiva en tu organismo, sino que, además, te ayudará mentalmente a mejorar en diferentes ámbitos:

– Serás capaz de reconocer e interpretar tus necesidades de hambre y saciedad.

– Escuchando las señales de tu cuerpo conseguirás reducir los impulsos y posteriores arrepentimientos.

– Serás capaz de decidir cuándo necesitas comer y cuándo parar, lo que a la larga ayuda a controlar el peso.

– Te será más sencillo apostar por una cocina de calidad en la que no hay alimentos prohibidos, sino cantidades y tiempos correctos.

– Verás incrementada la sensación de relajación durante la comida.

Con la alimentación mindfulness conseguimos recuperar la atención y la conexión con las señales de nuestro propio cuerpo. Por nuestra parte, te damos algunas ideas para arrancar el año con plenitud y recetas fáciles para hacer más sencilla la transición hacia tu nuevo estilo de vida. 

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