Seguramente hayas tenido que pasar algunas vacaciones de verano en casa por motivos, generalmente, ajenos a tu voluntad. O como se ha popularizado: staycation. Podemos encontrar definiciones del término como una opción de vacaciones diferente en la que optas por quedarte en casa en vez de turistear cuando tienes días libres. La realidad es que puede tratarse de romantizar una situación que se da porque realmente no te queda otra, ya sean razones económicas, laborales o familiares.
A lo que sí nos unimos es a apoyar eso de disfrutar de tu casa a lo grande, porque en el club de las staycation la única regla es no causar desperfectos porque luego tienes que limpiar tú. Y no hacer balconing, esa regla también nos consta. Así que para apoyar la causa hemos diseñado algunos planes de staycation para que te entren ganas de tatuarte en el omóplato derecho eso de “como en casa, en ningún sitio”.
Barbacoa neoyorquina en jardín o en la cocina
El homo barbaconiensis necesita su dosis de barbacoa, aunque sea en plena ola de calor. Si tienes un jardín para disfrutar del aire libre, el tema staycation se eleva a una nueva dimensión y las opciones se multiplican. Puedes pasarte el resto del verano comiendo de barbacoa porque es una herramienta mucho más versátil de lo que parece, por ejemplo, para marcarte una pizza de las buenas. Y si lo tuyo es más bien vegano, te proponemos algunas ideas para que no renuncies al sabor único de esas brasillas que convierten un miércoles cualquiera en un miércoles de verano, aunque sea en casa. Si no, siempre te van a quedar los clásicos, por supuesto.
Si no tienes jardín, poner la barbacoa al lado del sofá no es una opción. Pero eso no significa que no puedas tomar atajos para conseguir un plan muy parecido e igual de bueno. Un buen grill puede ayudarte a conseguir esas rayas tan ansiadas en verano para hamburguesas, perritos y lo que surja.
Brunch de resort cinco estrellas
Las staycation te permiten vivir en un domingo por la mañana durante una semana entera. Por eso, montarte tus brunch en soledad o compañía es un placer de levantarte tarde y juntar el desayuno con la comida y hasta con la cena. Márcate un menú brunch a tu medida o varios para disfrutar de la cocina y la tranquilidad de vivir, por fin, un día sin prisas, y sujeto a lo que surja. Si te faltan ideas, te damos unas cuantas, y te chivamos que un grill portátil y un horno de encimera pueden ser tus mejores amigos.
Paella sin albufera pero con amigos
Que el agua de Valencia no se exporta, es verdad. Que puedes hacer una paella para hasta 12 personas en casa y que te salga buena, eso también es verdad. Pasar tiempo libre en casa también significa dejar hueco para ver a toda la gente que echas de menos y te enriquece la vida. Una paella con amigos o familia sabe siempre bien y puede ser la oportunidad perfecta para poneros al día y comer un buen arroz hecho en paella grande, como las auténticas. Eso sí, asegúrate de tener una buena placa y grande para que distribuya el calor de manera uniforme, que así puedes hacer hasta socarrat del bueno.
Noches temáticas
Investigar en la cocina es una de las cosas más divertidas que existen. Es como tener un laboratorio lleno de fórmulas que practicar y descubrir a tu alcance. Lo que suele suceder es que no tenemos tiempo suficiente para ponernos a ello. Las jornadas de staycation nos dejan tiempo para seleccionar recetas, ingredientes y preparar cenas como un profesional de la cocina—si no del DiverXO, al menos de TikTok.
Noche del morro fino
Los platos de calidad e incluso los que puedan parecer más sofisticados no siempre tienen que implicar grandes dosis de tiempo y dificultad. Emociones implican, sí, eso siempre, y aunque no vas a convertir tu cocina en The Bear sí que puedes ir un poquito más allá del huevo frito. Anímate con técnicas diferentes y algo más avanzadas. Puede ser un buen momento para hacer tus primeras conservas ohlalá, probar esa plancha que te regalaron en navidades y que ni siquiera has enchufado o empezar a sacarle partido a las comidas al vapor más allá de porque sea bueno para tu salud, que lo es.
Si tienes un horno con función vapor, puedes iniciarte en el arte de hacer pan o puedes probar técnicas como el sous-vide. Se obtienen muy buenos resultados y crujientes también con carnes y pescados, nivel restaurante de comer con servilleta, y es una manera de conocer mejor las posibilidades de tus electrodomésticos, que ofrecen más de lo pensamos. Además ¿sabes esa botella de vino que guardabas para una ocasión especial? Pues ya ha llegado esa ocasión. Eso sí, a su debida temperatura, por favor.
Barras y estrellas
Una noche temática de patatas fritas, nuggets y aros de cebolla sin indigestión es posible. Gracias a la llegada del air frying puedes montarte toda una noche de platos clásicos norteamericanos sin que te pasen factura por la noche. Los resultados de un horno AirFry son dignos de la mejor freidora pero con apenas unas gotas de aceite. Y si además quieres usar el horno para unas verduras diferentes, hacen una excelente tempura con un resultado extra crujiente, sin humos ni salpicaduras que valgan.
Breve decálogo de las staycation
Da igual lo que decidas hacer en tus vacaciones en casa. Para cumplir con lo que consideramos staycation es importante que cumplas al menos la mitad de los siguientes requisitos, si no, no son vacaciones:
- Desconecta del trabajo completamente, como si estuvieras en el último rincón de Mongolia. Ni ordenador, ni móvil de trabajo ni nada.
- Intenta ilusionarte planeando lo que harás esos días igual que si te fueras al otro lado del mundo: prepara algunas salidas fuera de casa.
- Las escapadas y excursiones de un día también valen y siempre puedes llevarte un buen picnic.
- Aprovecha para ir a conocer museos, monumentos y lugares que nunca puedes ver el resto del año. Además, suele haber menos gente.
- ¿Tienes amigos o familia con piscina? Es el momento de visitarles, puedes llevar tú la comida.
- Bueno, y si no tienen piscina, también está bien aprovechar para veros, aunque sea para hablar del calor que hace.
- Haz cosas de turista en tu propia ciudad, que de eso se trata: tour de azoteas, selfies en monumentos y lugares míticos, visitas guiadas por el centro histórico…
- Hazte un presupuesto de cuánto de puedes gastar, igual que en vacaciones fuera de casa, y gástalo, que bien te lo has ganado.
- No aproveches esos días para hacer limpieza en casa. Estás de vacaciones y eso no son vacaciones.
- Intenta hacer cosas diferentes. Si tus cenas transcurren viendo series, organiza cenas con amigos o en tu mini balcón mirando hacia el barrio; si hace meses que no vas al cine, aprovecha para escaparte; si nunca has probado las gallinejas y los entresijos… bueno, eso igual te lo puedes ahorrar, pero prueba cosas distintas, en definitiva. Y, sobre todo, y ante todo, disfruta de hacer… nada.
Días libres y actitud ya hacen mucho de la experiencia vacacional así que, si este año toca casa como destino, intenta echarle ilusión, ganas y humor para disfrutar de unos días de descanso bien merecidos. Muchas veces corremos tanto en vacaciones para estar en todas partes que nos olvidamos de lo principal: desconectar y descansar.