Errores terroríficos que cometes en la cocina

Aprovechando las jornadas de Halloween no podemos dejar pasar el horror que se desata muchas veces sin salir de casa. Y no nos referimos solo a esos desastres culinarios que todos tenemos y padecemos (no, ni a tus chef-fluencers preferidos les salen las cosas a la primera como ves en redes. Sorpresa). Sino a los pequeños errores que cometemos en la cocina y que hacen nuestra vida peor. Hábitos adquiridos, dejadez, procastinación… errores de los que en realidad lo mismo ni eres consciente y a los que es muy fácil (y ventajoso) ponerles fin.

No probar la comida

No probar la comida es ir a ciegas completamente a lo largo de la receta y, lo peor, no poder ponerle remedio si la probamos al final y nos damos cuenta de que algo ha fallado. Ir probando la comida de principio a fin te da pistas de qué le falta, qué le sobra o qué le puede pasar a tu receta. Y cuando vas por el buen camino, también es la mar de reconfortante y te engorda el ego. Salvo que sean unos noodles de sobre, José Luis, no te vengas arriba con el glutamato.

olla blanca con comida y ajos

Cocinar sin que la sartén esté caliente

Y sin que el aceite esté caliente, cuando corresponda. No ahorras tiempo, es más un indicio de impaciencia que repercute directamente en tu receta y en su sabor. Cuidado: ni tanto, ni tan calvo. Si esperas a que una sartén esté demasiado caliente, es fácil que se tueste el exterior de los alimentos y el interior no se cocine como debe. En el caso del aceite, no es muy saludable superar la temperatura que corresponde a cada tipología (oliva, girasol…).

“¿Qué cuchillo? El que corta”

Es, probablemente, una de las frases más repetidas en todos los hogares y de los errores en la cocina más extendidos. Es fácil que tengas como diez cuchillos y solo corte bien uno. De hecho, en vez de afilarlos, prefieres comprar uno nuevo. Esto es un horror para la vida diaria. Los cuchillos que cortan te hacen descubrir un universo nuevo en la cocina y te ahorran muchos accidentes. Lo cierto es que la solución para renovar tus cuchillos no pasa necesariamente por comprarte uno o varios nuevos. Basta con que:

  • Los afiles tú mismo en casa con una piedra. Hay sistemas más sofisticados pero con esto nos podemos apañar de sobra.
  • Que afiles los cuchillos con un profesional. Una pequeña inversión que amortizas en el tiempo y no te imaginas cómo corta un cuchillo recién afilado por un pro. Te sientes como si pudieras cortar una secuoya de un cuchillazo. Hasta puedes cortar cebolla como en las series de restaurantes.

cuchillos cocina

No leer la receta entera antes de ponerte con ella

Otro de los errores clásicos en la cocina. Es conveniente leer la receta que quieres elaborar de arriba abajo por sencilla que sea. No solo para proveerte a la vez de los ingredientes y no volverte majareta en pleno cocinado buscándolos más tarde. También porque así puedes calcular el tiempo real que a ti en tu cocina te va a llevar y puedes evitar posibles sorpresas de última hora que te van a mosquear y mucho cuando lleves toda la mañana cocinando y de repente te pidan algo que ni existe en tu país desde 1912 (ejemplo casi basado en hechos reales).

recetas batch cooking vegano

Abrir la puerta del horno cada dos por tres

Que levante la mano el que no cometa este clásico de errores de cocina. En el caso de cualquier plato, provocamos una pérdida de calor instantánea interrumpiendo la temperatura de cocinado y desperdiciando energía. Pero la cosa se pone dramática en el caso de los bizcochos y repostería: se baja todo el mojo. Si sueñas con un bizcocho esponjoso y que no se baje, no abras la puerta del horno. Respeta los tiempos de cocción y la temperatura indicada en la receta, practica con tu horno para pillarle el punto y aprovecha la luz interna del electrodoméstico para ver cómo va el proceso.

receta-bizcocho-limón

No ponerte el delantal

Pereza, pereza… ¡si es que nos da pereza todo! Ponerte el delantal apenas te va a llevar dos minutos y te va a ahorrar manchas en la ropa que luego son realmente difíciles de eliminar. Tomate, aceite, el caldo radiactivo de los mejillones y salpicaduras en general varias irán a parar al delantal, que para eso está. Se conocen indicios del delantal en la cocina desde la época medieval y tiene tantas vertientes… pero para lo que nos ocupa, quédate con que protege tu ropa y te puedes limpiar en él las manos como acto reflejo típico de quien cocina. No cocines con ropa de calle a las bravas, ni siquiera con un chándal de estar por casa, sin llevar delantal.

No atemperar la carne

Suele haber bastante unanimidad en el mundo gastronómico con este aspecto ¿por qúe seguimos no haciéndolo?. Las barbacoas son un punto de inflexión clave para llevar esta máxima a la práctica, pero no solo. Sacar la carne del frigorífico minutos antes de cocinarla para que quede a temperatura ambiente ayuda a lograr un resultado más sabroso, más tierno y más jugoso. Y mira, es uno de esos consejos que merece la pena que pruebes al menos una vez, no tienes nada que perder. No como los trucos estos extraños que te saltan en TikTok que luego la lías muchísimo en la cocina (spoiler: son mentira).

Atemperar la carne

Oler a comida porque sí

Es importante utilizar la campana extractora y la ventilación que tengas a tu alcance cuando cocinas. El objetivo es que tu ropa, tu ser y el resto de tu hogar no huelan a comida las 24 horas del día ni se ahumen. Por otro lado, respirar un aire lleno de partículas en suspensión procedentes de lo que cocinamos no es saludable un día tras otro.

Si tu cocina no tiene ventanas, ni campana extractora y eres fan de los pimientos y las sardinas, pues bueno, basta con que te cambies de ropa y te duches después de tan magno menú, qué le vamos a hacer. Pero considera la instalación de una campana como un beneficio para tu cocina, tu hogar, para respirar un aire menos viciado e incluso para limpiar menos churretones de grasa y polvo. Otra opción, en el caso de los fans de los fritos, es utilizar un horno tipo AirFry, un paso hacia una dieta más saludable sin renunciar a lo crujiente.

limpiar filtros campana

Importante evitar los excesos

Pero así, en general, en la vida. No compres comida sin ton ni son, especialmente, productos perecederos. Desperdiciar comida es un horror digno de Halloween y uno de los que más encontramos en la cocina. Intenta ser realista con las cantidades de comida y no dejarte llevar por lo de “hacer la compra para un mes”. Mide tus necesidades, organiza bien tu despensa para no descubrir cuando limpies productos caducados que ni sabías que tenías y trata de cocinar y consumir el producto fresco lo antes posible. O congelarlo una vez cocinado. Ahorrarás en muchos sentidos.

comer acompañado

Los buenos accesorios alargan la vida del chef

Está demostrado científicamente que tener el instrumental y las herramientas adecuadas disminuyen considerablemente el estrés de quien cocina. Empezando por los mencionados cuchillos afilados, siguiendo por un fregadero que traga en condiciones y un grifo plenamente funcional, y continuando con electrodomésticos buenos, bonitos y hasta fenomenal de precio si te paras a buscarlos.

Es cierto que no siempre podemos cocinar como y cuando queremos, pero seguir estas pautas básicas e integrarlas puede mejorar mucho nuestra experiencia en la cocina. Y quitarnos algunos vicios adquiridos en familia o a lo largo de los años que nos impiden disfrutar todo lo que podemos de un lugar tan creativo y acogedor como nuestra cocina.