Cuando soñamos con nuestra primera casa y con tener nuestra propio espacio, además de esa intimidad que se vende cara en la familia, no solo pensamos en un sitio dónde poner esa televisión tamaño pantalla de la Super Bowl; también tratamos de imaginar mirando escaparates cómo vamos a crear un hogar. Cosas distintivas, detalles que hablen de nosotros y que den a nuestra casa la personalidad de quien la habita. Y si bien es cierto que con los años se avanza en una dirección más práctica, es verdad que cada vez es más posible hacer un hogar, y por supuesto una cocina, a tu medida.
Para chalés gigantes, apartamentos de una habitación, lofts de suelo infinito… es posible adaptar los espacios a lo que necesitas y a tu situación. Porque pensar a lo grande es, sobre todo, pensar en lo que a ti te haga sentir mejor.
Organización para espacios pequeños… y grandes
Ninguna sorpresa aquí. La falta de orden empequeñece cualquier espacio y, sobre todo, da imagen de falta de higiene. Así que en el caso de la cocina esto es susceptible de multiplicarse por cien. Naturalmente, si no utilizas la cocina más que para hacerte un café, no hace falta darle muchas vueltas: con que metas la taza en el lavavajillas y pases la bayeta por la encimera, tienes casi todo ganado para mantener la cocina impoluta en el día a día.
Sé realista con lo que necesitas. Si hace un año que no utilizas la batidora de vaso, quizá sea hora de quitarla de la encimera. Lo mismo con otros utensilios de cocina. Otra opción es que empieces a sacarle partido, porque posibilidades tiene. Pero este pequeño ejercicio de honestidad ayuda a un orden visual que se traslada a un orden mental a la hora de entrar a la cocina, optimizar tiempo, ganar espacio de trabajo y también limpieza. No es lo mismo tener que limpiar 20 utensilios de grasa y polvo que 10. En este sentido, la campana puede ser un elemento fundamental para mantener la cocina limpia.
Muebles y electrodomésticos: ¿a medida?
El ejercicio de ver qué necesitas realmente vale para todo y los electrodomésticos y muebles no son una excepción: si te has dado tres veces en la cabeza con la misma balda, quizá sea hora de reubicarla. De la misma forma, si tienes algún electrodoméstico que compraste pero no estás usando, o bien mejor deshazte de él, o bien, ya que has hecho la inversión, aprende a sacarle partido.
Muebles a tu medida
Lo ideal para crear una cocina a tu gusto, sin duda, es hacer muebles a tu medida. Pero como no siempre es una opción a tu alcance, especialmente en viviendas de alquiler o en tu primera vivienda, siempre puedes lanzarte a por otras opciones. Respeta ante todo tu comodidad y ergonomía a la hora de disponer estanterías, armarios y baldas. Trata de optimizar el espacio de almacenaje y de contar con posibilidades como mesas y encimeras extensibles para moverte con mayor comodidad dentro de la cocina y sin obstáculos. Si tienes espacio suficiente, explora la posibilidad de crear una despensa.
En el caso de optar por cocinas modulares, es decir, con muebles más estándar disponibles en el mercado, recuerda que cada vez hay más alternativas con las medidas. Actualmente puedes encontrar muebles de cocina para acoplar a grandes espacios (cajones anchos, puertas de mayor tamaño) o todo lo contrario, con medidas más estrechas de lo habitual para llenar espacios que antes no se podían aprovechar.
Electrodomésticos a tu medida
Existen electrodomésticos con medidas especialmente pensadas para todo tipo de necesidades. Tanto si vives solo como si hablamos de una gran familia, hay un electrodoméstico que se ajusta a los habitantes de la casa. Desde frigoríficos preparados para alimentar a los Von Trapp a esos que a veces están llenos de bebida y medio limón, para cuyos casos hay cajones específicos y el medio limón puede durarte dos vidas, bueno es que lo sepas. Lo mismo sucede con los lavavajillas, preparados para diferentes cubiertos y también programas, por si tienes que salir corriendo pero dejando los platos limpios o prefieres programas centrados en el ahorro energético.
En el caso de las placas, tanto si eres cocinillas, como si no, puedes crear diferentes opciones combinando gas e inducción. E incluso creando espacios más o menos grandes para cocinar, de nuevo, según las necesidades que tengas a la hora de ponerte el delantal. Vamos un poco más allá: si buscas campanas para necesidades específicas de alturas y ubicación, puedes incluso contar con una campana situada no encima, sino junto al área de cocinado de la placa, con potencia suficiente como para que la grasa no abandone la zona de los fuegos. Una combinación de cocina modular y a medida, en definitiva.
En el caso de las lavadoras y secadoras, muchas veces combinan medidas y funciones para todo tipo de huecos en la cocina o terrazas aledañas, de manera que su capacidad vaya creciendo (o disminuyendo, a veces pasa) según evoluciona tu vida. No pongas lavadoras de
Fregaderos y grifos
Otro punto de inflexión en el diseño de tu cocina. Son fundamentales en el día a día pero ahora, además, ayudan siendo un elemento decisivo en la estética global del espacio. Y hay para todos los gustos. Fregaderos y grifos que te van a hacer la vida más fácil y seguramente estén contigo toda la vida, con durabilidad garantizada.
¿Qué pasa si mi cocina no tiene medidas regulares?
En ocasiones no disponemos de espacios regulares. Ángulos, esquinas y elementos estructurales pueden ser un quebradero de cabeza a la hora de instalar muebles y electrodomésticos esenciales. Las cocinas modulares, es decir, aquellas fabricadas de manera más estándar, como comentábamos, pueden no encajar en este tipo de situaciones.
Las cocinas a medida son una excelente opción, aunque sea para determinadas partes del espacio, para aprovechar a nivel práctico la arquitectura de la cocina y lograr un resultado estético que nos haga sentir cómodos.
Grandes obras y pequeños detalles
Las obras para reestructurar de arriba a abajo una cocina siempre son una opción. Tómate tu tiempo para planificarlo, mejor si cuentas con alguien que pueda ayudarte a poner sobre el papel los elementos esenciales de diseño. Piensa que esta cocina va a estar contigo muchos años, así que merece la pena volcar algo de tiempo para planificar y visualizar el espacio que tienes. Y siempre ten en cuenta dónde se encuentran las tomas de agua y corriente.
Si no dispones de tiempo, presupuesto, o ambas cosas, decídete por otras formas de crear una cocina a tu medida. Desde remodelaciones que no impliquen obras a detalles que definen tu personalidad: plantas, objetos, colores, utensilios, libros… ligados a ti y que te hagan sentir cómodo. Y no te olvides de los suelos y la luz: dos elementos que no tienen por qué suponer obras y pueden dar un aire completamente nuevo a tu cocina.
Tómate tu tiempo para ponerte manos a la obra y recuerda que no hace falta embarcarte en crear tu cocina en un fin de semana. Evidentemente, no todo va a salir a la primera y nos va a llevar más de un día y dos construir la cocina que queremos, pero por un lado, va a merecer la pena y lo sabes; y por otro, paso a paso se hace el camino.