Las necesidades de cada hogar son diferentes: algunas veces disponemos de grandes espacios, otras de viviendas más reducidas; a veces vivimos solos, a veces en familia. También podemos vivir de alquiler, en propiedad o incluso tenemos más de una casa. Así que los electrodomésticos se van adaptando a cada hogar y a cada espacio del que formar parte. Seguramente, habrás visto algún horno de sobremesa o incluso quizá ya tengas uno, es ese pequeño hornito eléctrico que da muchas más prestaciones de las que puede parecer en un principio. Os contamos algunas ventajas de este tipo de hornos para que sepáis si puede ser una solución en vuestra cocina.
¿Dónde colocar un horno de sobremesa?
La respuesta: en cualquier sitio. Son manejables, pesan poco, y sus medidas varían según el modelo, pero siempre son más pequeños que un horno convencional y portátiles. Solo necesitas un enchufe algo cerca para que empiece a funcionar y puedes llevártelo donde quieras. En muchas ocasiones este tipo de hornos han sido una buena solución para casas de vacaciones y segundas viviendas en general. Pero desde hace tiempo son una solución perfecta también para cocinar en casa varias veces a la semana.
Puedes colocar el horno dentro de tu cocina en la pared, gracias a soportes específicos (por ejemplo, tipo escuadra), porque su peso a veces es incluso menor que un microondas. También en una encimera o incluso en un mueble o mesa auxiliar. Generalmente, por comodidad, su habitación natural va a ser la cocina, pero si es necesario puede serlo un salón-comedor. También es posible colocarlo encima de una barra si tus espacios están conectados. Normalmente, el diseño compacto de estos hornos hace que sea fácil encontrarles hueco.
¿Qué cocinar en un horno de sobremesa?
La respuesta natural que viene a la cabeza suele ser pizzas. Si bien es cierto que los resultados en masa casera no son los más profesionales, sí que es capaz de hacer una cocción adecuada y lograr una masa crujiente, dependiendo de las características concretas de cada horno.
Busca un horno de sobremesa que tenga grill incorporado: creará recetas más versátiles porque te dará más juego cocinando. También te servirá para gratinar (lasañas, pastas, verdura con un toque diferente) y, por qué no, para calentar de manera uniforme otros platos. Puedes hacer carne, pescados, verduras… hay muchas recetas posibles. En cualquier caso, antes de embarcarte en una receta compleja, siempre es aconsejable tener cierta práctica con tu electrodoméstico, con este y con todos. Conoce tu horno para controlar mejor tiempos y potencias, ya sea un mini horno o el modelo con más prestaciones que te encuentres delante. Y recuerda, pre-ca-lien-ta.
Sí, puedes cocinar repostería en este tipo de hornos. Cuanto mejor sea el aislamiento y el acabado, mejor contendrá dentro el calor y mejor será el resultado para que te suban las magdalenas. Si tienes pensado hacer un bizcocho para doce personas, quizá esta no sea la mejor opción, eso también es verdad.
En qué fijarte si quieres comprar un horno de sobremesa
Este tipo de hornos comparten más funciones de las que pensamos con los hornos convencionales. Si te estás planteando comprarte un horno, incluso si para ti es un imprescindible y ahora mismo has llegado a una casa que adoras pero que carece de este electrodoméstico, estos son los detalles fundamentales a tener en cuenta para comprarte un horno de sobremesa:
Potencia del horno
Suele ser la duda más común. ¿Tiene un horno de sobremesa potencia suficiente para cocinar lo que quiero? Normalmente, sí. Además, la mayoría viene con un manual de temperaturas para guiarte dependiendo de tus recetas. El tamaño y grosor de lo que vayamos a cocinar es un factor a tener en cuenta. Pero en general un buen mini horno con calor arriba y abajo y que garantice un buen acabado para mantener el calor dentro, puede ser un gran aliado en la cocina.
Pueden incluir varias funciones de cocinado, así como un rango de temperatura que alcanza un máximo como un horno convencional (220-250° C). Insistimos: si puedes, fíjate también en el acabado interno del horno, porque cuanto mejor sea su acabado y el cristal de la puerta, por ejemplo, doble, mayor seguridad y mayores posibilidades de que el calor se aproveche en el interior del electrodoméstico. Y ya de paso, si el horno estéticamente tiene un buen diseño, mucho mejor.
Muchas veces no encendemos el horno en casa por miedo a la factura de la luz. Quizá para porciones pequeñas no lo vemos necesario y nos quedamos con las ganas. Pues un horno de sobremesa es más eficiente que un horno convencional, así que quizá te animes a utilizarlo muchas más veces que hasta ahora, propiciando recetas en general más sanas.
Capacidad de un horno de sobremesa
En el mercado hay un poco de todo pero los modelos cada vez tienen mayor capacidad. Existen hornos con un volumen de hasta 46 litros, un auténtico XXL dentro de su gama para que no tenga nada que envidiar a un horno convencional. Esto posibilita cocinar para varias personas.
Accesorios
Lo habitual es que traigan accesorios específicos que también esperas encontrar en un horno convencional. Deben contar con rejilla y bandeja para colocar a diferentes alturas, un punto extra para aquellos que ya estáis acostumbrados a los usos de un horno en casa. Es necesario que incluyan luz interior, porque facilita mucho la tarea de control de cocinado. Lo de abrir la puerta del horno para ver si está hecha la comida, mejor no, pero ni en este ni en ninguno, haz el favor.
Otras ventajas de un horno de sobremesa
- La ventaja primordial que mucha gente ve en los hornos de sobremesa, además de su tamaño, es el precio. Suelen ser una buena inversión y asequible.
- Como hemos visto, la instalación no puede ser más fácil en estos pequeños hornos portátiles. Lo desembalas y lo pones cerca de un enchufe. Fin de la instalación.
- Su uso es intuitivo y fácil. Los hornos de sobremesa suelen tener una tabla de cocinado orientativa, para que te arranques ya con los tiempos y temperaturas adecuadas. Algunos cuentan con prestaciones específicas como descongelar o hacer yogur, extras más allá que siempre vienen bien según tu actividad culinaria.
Un horno convencional es una excelente opción para cualquier cocina y un horno de sobremesa no lo es menos. Tener un espacio más reducido no significa renunciar al olorcillo de las galletas un domingo de otoño o a practicar nuestras dotes de cocinillas entre semana. Estudia las posibilidades de este tipo de hornos para aprovecharlos al máximo.