Es uno de los electrodomésticos más comunes en los hogares y de los más antiguos como concepto. No es la única forma que tenemos de cocinar pero sí se ha convertido en una de las preferidas y, además, como sinónimo de cocina saludable. Si estás dudando entre adquirir o no este electrodoméstico o incluso renovarlo, hacemos un repaso a los pros y contras de cocinar en el horno para que decidas si es lo tuyo.
Pros de cocinar con el horno
Cada hogar es un mundo y tienes que sopesar el tiempo que pasas en la cocina para estar seguro de que un horno es un electrodoméstico al que vas a sacar partido. No hace falta que lo enciendas todos los días, pero sí que te preguntes por tus necesidades reales a la hora de adquirir uno. Algunos puntos positivos y relevantes de cocinar con horno son:
Cocinado homogéneo
Especialmente sucede en los hornos modernos. Los hornos proporcionan calor arriba, abajo e incluso un ventilador para distribuir el calor de manera que todas las partes de la comida se cocinan a la vez. Esto te ayudará a no dejar la carne medio cruda por dentro y tostada por arriba o abajo, a que el pescado quede con la textura adecuada y, en el caso de la repostería, a un mayor control para que ese bizcocho quede esponjoso y no seco o a medio hacer por dentro. La mayoría de los hornos incluyen funciones ya que garantizan un cocinado uniforme incluso sin tener en cuenta a qué altura coloques la bandeja.
Son muy fáciles de usar
Aunque cada horno cuente con funciones específicas para mejorar sus prestaciones y hacerte la vida más fácil, lo cierto es que suelen ser bastante intuitivos y fáciles de usar. Basta con mirar los iconos de los botones para entender, por ejemplo, cuándo activamos el calor arriba, abajo o ambos, la función grill, cuándo está encendido, cómo controlar el temporizador… En algunos casos, los hornos incluyen hasta recetas de serie detalladas para las que solo hay que pulsar un botón. El propio horno te avisará de cuándo está lista la comida mientras aprovechas ese tiempo para hacer otras cosas, sin necesidad de tener que estar pegada a él para que no se queme el plato.
Mayor control sobre el cocinado
Gracias a las mencionadas funciones específicas es fácil dejar el horno programado según el tipo de alimento y receta. Pero además todos los hornos nos van a permitir tener un control de la temperatura que no siempre es fácil tener cuando cocinamos de otra forma. Por otro lado, los hornos cada vez son energéticamente más eficientes y conservan mejor el calor evitando fugas de energía, por lo que el calor se mantiene constante dentro del horno sin tener toda la cocina a 40 ºC.
Comida más sana
En general, cocinar con el horno nos va a permitir usar mucho menos aceite —o nada de aceite— para preparar la comida. Eso no significa que tengamos que renunciar a los acabados crujientes o que nuestra comida vaya a quedar menos jugosa. Al utilizar técnicas con menos grasa, nos aseguramos de alimentarnos de manera más saludable.
También es posible utilizar otro tipo de métodos aprovechando el horno. Por ejemplo, podemos cocinar al vapor conservando todos los nutrientes.
Ahorro de tiempo
Preparar un plato básico en el horno es rápido y sencillo. Y luego solo hay que introducir los ingredientes en el recipiente adecuado o la bandeja, darle un botón y esperar a que el propio horno nos avise de cuándo está listo. Dependiendo de la receta, puede que de vez en cuando quieras echar un ojo a través del cristal para ver si todo va como debe. Pero no es necesario que estés pegado al electrodoméstico: mientras se cocina la comida, puedes aprovechar tu tiempo de otra manera, con la seguridad de que la receta estará lista según lo planeado.
Limpieza fácil
Normalmente, limpiar después de cocinar nos lleva un buen rato y es una actividad que puntúa alto en el perezómetro, para qué negarlo. El horno nos puede hacer esta tarea mucho más llevadera. Por un lado, lo que realmente se ensucia suele ser el interior, por lo que desde fuera la sensación de que ha pasado un huracán por la cocina es menor y a la hora de abordar la limpieza, también, porque nos sentimos menos abrumados; por otro, si utilizamos papel para horno en la bandeja o recipientes, lo que realmente tenemos que limpiar cada vez es más bien poco. Con pasar una bayeta humedecida y rascar si fuera necesario algo de suciedad, estamos listos.
Y por supuesto está el grial de la limpieza en la cocina: los hornos con autolimpieza. Muchos modelos cuentan ya con esta función que hace el trabajo por ti, y después de una buena pirólisis ahí dentro no queda prueba alguna de crimen. Existen otras posibilidades también muy eficientes de autolimpieza, por ejemplo, con agua.
Varios platos a la vez
Los diferentes niveles del horno permiten aprovechar al máximo el calor del interior y hacer varios platos a la vez. Esto no significa que se mezclen olores o sabores, los recipientes específicos pueden ayudarte en esta tarea. Al variar los tiempos de cocción, sí que necesitarás estar un poco más pendiente de los alimentos para retirar alguno si es necesario mientras el resto terminan de hacerse.
Contras de cocinar en el horno
No a todo el mundo ha de encajarle el horno. Si bien en muchas ocasiones desconocemos el electrodoméstico y por eso no sabemos sacarle partido, también es bueno tener en cuenta que quizá para según qué hogares, otras opciones pueden ajustarse mejor. Como argumentos en contra a tener en cuenta a la hora de hacernos con un horno, están:
Tienes que conocer tu horno
Es decir, cuando muchas veces preparamos recetas sacadas de un libro o de internet, medimos primorosamente los ingredientes, respetamos temperatura y tiempo de cocción… y nos sale un churro que no veas. ¿Qué ha fallado? Bueno, pues aunque el control de temperatura cada vez deja menos lugar a este tipo de inconvenientes, lo cierto es que cada horno es un mundo, así que conviene conocer el nuestro lo mejor que podamos para hacer recetas de quitar el hipo.
Puedes empezar practicando con las recetas específicas que suelen acompañar a tu modelo de horno. Así, cogerás práctica sin errar con la temperatura, altura de cocinado, tipo de alimento, etc. y podrás lanzarte luego con más confianza a por otras recetas.
Utilizar el horno en verano
Esto más que un contra ya es un poco mito. Asociamos tener 35ºC fuera de casa con que el horno, al producir calor, va a convertir la cocina y la casa en una sauna. Cuando abras el horno para manipular o sacar la comida, una pequeña bofetada de calorcito te va a llegar, eso fijo. Y también es muy posible que no apetezca preparar un pavo relleno bien calentito y calórico para comer un domingo. Pero también es cierto que son muchas las cosas que se pueden preparar en el horno más allá de cenas de Acción de Gracias (verduras al vapor, pizza, nuggets, un chuletón y carne a la barbacoa, etc.).
La ya comentada eficiencia energética de los hornos actuales, que no deja que escape el calor, hace que nos topemos con modelos de hasta cuatro cristales de grosor en las puertas. Así que es difícil que el horno emane el calor que se cuece en el interior.
Espacio en la cocina
Si tu cocina es más bien pequeña y a duras penas puedes meter ya el frigorífico, o si los huecos libres son de medidas imposibles, puede que un horno no encaje contigo. No obstante, es bueno tener en cuenta que existen hornos de numerosas medidas y también compactos, para adaptarse a todos los espacios.
De igual forma, si no puedes vivir sin un buen gratinado, puedes pensar en la opción de horno multifunción con microondas. Son hornos compactos que conjugan lo mejor de cada electrodoméstico en menor tamaño, así que son todo un apaño para muchos hogares o segundas viviendas.
La limpieza del horno
Así es, la limpieza puede ser un pro pero también un contra. Si sabes que no vas a ser de los que limpien a menudo el horno por pereza mortal, falta de tiempo o una combinación de ambas, hay que tener en cuenta que la suciedad incrustada en el horno puede llegar a ser un poco frustrante y difícil de extraer con el tiempo. Si no vas a comprar un horno con autolimpieza o sabes que no vas a hacer una limpieza periódica, quizá debas pensar si comprar uno o no.
Técnicas de cocina
Puedes cocinar una serie de técnicas en el horno pero quizá no todas las que tienes en mente o tus habituales. Es un electrodoméstico muy versátil, ya sea para pan, dulces, primeros platos, platos principales… pero si tú eres más bien fan de lo crudi-vegano o te pasas el día haciendo purés y estofados y vas a usar el horno una vez al mes, quizá no lo necesites. De nuevo, las opciones de hacerte con un microondas o una buena placa con funciones adaptadas a tus necesidades parece cobrar más sentido.
Una vez expuestos los pros y contras de cocinar en el horno solo queda que des una vuelta a aquellos con los que te identificas, valores y, si finalmente vas a hacerte con un modelo, te pares a mirar las prestaciones específicas. Hasta el modelo más básico puede ayudar a que ahorres tiempo y dinero sin dejar de comer de manera saludable y con platos sabrosos para ti y para todos.