Evitar la obesidad infantil, cuyas tasas se han disparado en los últimos años, es más fácil recurriendo a almuerzos saludables. Son la alternativa ideal a la comida basura y los alimentos procesados que a la larga, resultan perjudiciales para el organismo.
Solo con una alimentación adecuada tus hijos dispondrán de la energía necesaria para afrontar una jornada llena de clases, actividades extraescolares y juegos, especialmente este año. Comienza a cambiar sus hábitos alimentarios.
Ya está aquí la vuelta al cole
Septiembre vuelve para todos con el curso escolar y es hora de prepararse, este año, más que nunca si cabe. Para tus hijos, comienza una nueva etapa con el estreno del curso lectivo y el reencuentro de los compañeros de aula tras las vacaciones de verano. Una mezcla de ilusión y novedad para la que van a necesitar un extra de energía no sólo para las horas lectivas habituales, sino porque también volverán a hacer deporte de manera más asidua.
Todo es nuevo: las asignaturas, los libros, sus obligaciones escolares, etc. y unas nuevas normas a las que adaptarse. Aprovecha la vuelta al cole, sus ganas de iniciar las clases y sentirse un poco más mayores para establecer también rutinas que les beneficien. Es el momento idóneo de cambiar su alimentación.
Enseñando nuevos hábitos desde el primer día
Los expertos aseguran que es en la franja de edad que va de los 5 a los 7 años cuando es más fácil establecer nuevos hábitos en los niños, con menos luchas a la hora de adaptarse. Si es el caso de tus hijos, comienza a enseñarles estos desde el primer día que reanuden las clases.
Asimilarán dichos hábitos como parte de la etapa a la que dan inicio, en la que, tras el verano, cambian los horarios, las responsabilidades y el modo de disfrutar del tiempo de ocio. En pocas semanas, formarán parte de su día a día sin necesidad de realizar grandes esfuerzos.
Una alimentación sana es la base para disfrutar de una buena salud a lo largo de toda la vida. En las últimas décadas, la ingesta de bollería industrial, aperitivos salados y todo tipo de comida ultra procesada ha aumentado considerablemente en la población infantil, haciendo que se incremente el riesgo de que los pequeños puedan llegar a sufrir en el futuro obesidad y enfermedades como la diabetes. Prepararles almuerzos saludables para tomar fuera de casa es un pequeño paso para que asimilen la necesidad de cuidar lo que comen.
Los hábitos saludables empiezan en casa
Cuanto antes introduzcas cambios en la alimentación de tus hijos y les enseñes a comer bien, antes asimilarán la importancia de cuidarse y diferenciar entre aquellos alimentos que les aportan la energía que precisan y los que solo se traducen en poco más que azúcares y calorías.
La mejor manera de introducir una nueva dinámica es empezar en nuestro propio hogar y haciendo partícipe a toda la familia, algo que, después de unas buenas vacaciones, va a venir bien a todos. Podéis iniciar todos el curso escolar con este punto de partida y apuntaros a que todos comáis un poco más sano.
Una buena planificación semanal de los menús es fundamental y no lo es menos la de almuerzos y meriendas. Evita los imprevistos y tener que pensar a última hora qué meterles en la mochila. E incluso, si puedes, haz que te echen una mano para ir gestando pequeñas responsabilidades de las que se puedan hacer cargo.
Alimentos y tips para almorzar bien y sano en el cole
Los almuerzos saludables son la oportunidad que necesitas para que los niños tomen frutas, verduras, legumbres y otros productos beneficiosos para su organismo. La forma en que los prepares y su presentación contribuirán a que se conviertan en sus comidas favoritas. ¿Te animas a hacer la prueba?
Aquí tienes algunas ideas de alimentos beneficiosos y tips para hacer tus almuerzos saludables más atractivos:
● Incluye siempre, como mínimo, una pieza de fruta en el almuerzo. Es el postre perfecto. Puedes pelarla e incluso, cortarla en trocitos con los que llenar un vaso dando lugar a una apetitosa macedonia. Puedes probar también a hacer en casa tus propias barritas de cereales para que se lleven al recreo o arrancar el día con un desayuno diferente, aunque esto mejor en fin de semana, que siempre hay más tiempo.
● Juega a camuflar algunos alimentos que se resistan a tomar tus hijos entre otros que les gusten. Por ejemplo, puedes hacer un sándwich de jamón y queso e incluir tiras de espinacas cortadas que pasen inadvertidas.
● Echa mano de tu creatividad y forma figuras con los alimentos que prepares. Un plato de arroz blanco sobre el que dibujes el rostro de un animal, con ayuda de aceitunas convertidas en ojos, por ejemplo, les permitirá verlo de otra manera. O una rica tarta de frutas de temporada y frutos secos que cuenten una divertida historia sobre las abejas y los beneficios de la miel.
● Haz que la comida sea divertida y diferente o, por lo menos, que así la vean los menores a simple vista. Para ello, cambia su formato cuando la prepares en tu cocina. Recurre al melón cortado en bolitas, las zanahorias troceadas con forma de corazón, sándwiches que se enrollan disfrazándose de sushi, etc. También pueden ayudarte a preparar su comida.
● Sorpréndelos con ideas que rompan la monotonía. Si cada día incluyes un elemento que les ilusione, convertirás el almuerzo en un momento especial de la jornada. ¿Cómo hacerlo? Ideando, por ejemplo comidas basadas en un mismo tema: su película favorita de dibujos animados, el mundo de los dinosaurios, deportes, etc.
Hay muchas formas de buscar ideas ricas y saludables para convertir la alimentación en algo divertido y bueno. Hasta la comida rápida puede tener un hueco mucho más sano en nuestra mesa del que creemos, sólo hay que echarle un poco de imaginación y ganas. Con la vuelta de esta última etapa del año, busca inspiración y pequeños momentos para que creéis desde tu cocina recetas nutritivas para todos de la manera más sencilla para la gente que más quieres, sin olvidarte de ti.